Promover elecciones como herramienta para dinamizar cambios políticos fue una estrategia constitucional principal del Presidente Chávez
Jesús Silva R.
Las diferentes opiniones que circulan desde el gobierno y sus seguidores respecto a la posibilidad de un referendo revocatorio en 2016 se inserta en la lista de temas polémicos que acaparan la escena política nacional.
En tiempos como los actuales, necesario es apelar a las bases teóricas del chavismo, o dicho de otro modo, los valores y principios que caracterizaron la vida de Hugo Chávez al frente de la Revolución Bolivariana.
Promover elecciones como herramienta para dinamizar cambios políticos fue una estrategia constitucional principal del Presidente Chávez, eso lo demuestra la Carta Magna vigente con abundantes formas de consulta popular y las 18 elecciones que valientemente enfrentó antes de su muerte.
No es chavista evadir, posponer, contrariar o socavar la institución del referendo revocatorio prevista en el artículo 72 constitucional, ni invocar resoluciones administrativas para tales fines. Lo chavista es aceptar la celebración del referendo si los solicitantes cumplen los requisitos del Texto Fundamental.
Nuestra recomendación frente a la coyuntura de 2016 la damos como chavistas marginales en el mejor sentido de la palabra; somos marginales porque feliz y voluntariamente permanecemos al margen del poder burocrático, de los cargos públicos, del liderazgo partidista o gubernamental, también del poder empresarial que se hace obeso con el tetero del Estado.
Desde nuestra digna y respetable marginalidad chavista consideramos que sería imperdonable permitir una nueva derrota electoral que le ponga fin al gobierno revolucionario.
El gobierno y el Psuv deben combinar las tesis de “Partido de Cuadros y Partido de Masas”, ello consiste en multiplicar líderes formados en las entrañas del pueblo y desde la lucha de clases; para que sean los más éticos, combativos, capaces de comprender las experiencias sociales y orientar la acción política. La vanguardia revolucionaria debe asumir su obligación histórica de potenciar su calidad política hacia una mayor cantidad de nuevos voceros.
Es vital socializar las tareas intelectuales del Psuv, es decir, distribuir las acciones intelectuales del partido en pluralidad de dirigentes y militantes para brindar apoyo a la Dirección Nacional del PSUV, la cual no se da abasto por sí sola para acometer las ingentes responsabilidades que caracterizan la planificación de la política en una Patria que construye el socialismo.
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