El economista Orlando Zamora explica que en el país “no hay una política cambiaria integral”; dice que prácticamente las reservas líquidas del Banco Central “son inexistentes”
Enrique Meléndez
El economista Orlando Zamora asegura que el sistema complementario de divisas Dicom está concebido para que el BCV comience a mendigar divisas. “Nos lleva a la idea de un país que, después de derrochar, de dilapidar un billón de dólares, pasa a ser un país mendigo”, afirma.
“En apenas 38 meses todo el oro repatriado por Chávez salió de Venezuela o está comprometido”
¿Cuál es el balance que usted tiene de la situación actual del Banco Central de Venezuela (BCV)?
El BCV al cierre del segundo trimestre de 2015 apenas ganó 664 mil bolívares; ni siquiera llegó al millón. Antes el BCV ganaba 79% de las operaciones en divisas por día. Hoy el BCV presenta una situación dramática, porque el costo de mantener esta política monetaria desquiciante, lleva a que el BCV tenga que emplear 88% de sus recursos para financiar la política monetaria, entendiendo eso como las operaciones de mercado abierto, las emisiones de bonos directos, lo que le cuesta imprimir el dinero, digitalizar el pago del personal. Todo eso hace que el 88% de todos los ingresos del BCV vayan dirigidos a cubrir el financiamiento del BCV.
Esto tiene una explicación por la ruptura que se produjo desde el 2005, luego en el 2010 a raíz de la reforma de la Ley del BCV, para posibilitar este profundo desbalance, que dividió en dos las finanzas públicas: las finanzas públicas con problemas en el pasado y las finanzas públicas nuevas con su cosecha de corrupción; dado que al BCV se le arrebataron de hecho las reservas internacionales.
Los jefes de Pdvsa y del ministerio de Finanzas administraron el 62% del ingreso petrolero; lo que significa 621 mil millones de dólares que fueron ejecutados para cualquier propósito, menos para reactivar el aparato económico, al que sólo le dejaron 379 mil millones de dólares. Es decir, que la economía dispuso del 38% de los dólares, para pagar deuda, para pagar importaciones.
De modo que este fenómeno de sustraerle al BCV los 621 mil millones de dólares produjo el descalabro del régimen cambiario que dejó de funcionar. El régimen cambiario se supone que es el ordenamiento institucional, que permite crear un tipo de cambio creíble, cosa que no existe ahora.
«Podría acercarse a la peor caída de las reservas internacionales en cuatro décadas»
Permite establecer las reglas del cambio de divisas, y la posición natural que puede tener cualquier ciudadano de ellas. El descalabro del BCV ya comienza a reflejarse en sus cuentas: la situación de las reservas internacionales es muy dramática, pues ya están en el orden de los 11 mil 600 millones de dólares.
Podría acercarse a la peor caída de las reservas internacionales en cuatro décadas, de mantenerse esta desquiciante política, con el agravante de que sólo es en oro el respaldo de esas reservas. Prácticamente, esas reservas líquidas del BCV son inexistentes, y eso ha llevado a que el BCV no tenga como respaldar el dinero que emite.
Para decirlo de una manera simple: la base monetaria del BCV, que lo constituyen los billetes que el ente emite, los recursos depositados de otros bancos, en apenas dos años brincó desde el 2012 al 2015 398 mil millones de bolívares a 1 billón 600 mil bolívares, o sea, brincó cuatro veces en dos años.
Esto es lo que explica el por qué al BCV le cuesta tanto mantener el costo de la política monetaria, así como la digitalización del dinero.
¿Qué diferencia habría entre la caída de las reservas internacionales que se registró a la salida del gobierno de Jaime Lusinchi, y la de estos momentos?
Aquella fue una situación pálida, comparada con la de hoy. Porque en aquel momento sí habían reservas líquidas. Es decir, el componente fundamental, el 70% lo componían disponibilidad de recursos, mientras que la porción de oro era muy baja, que es lo que no sucede ahora, cuando la disponibilidad de recursos es muy baja, y la porción de oro es muy alta.
Además, hay que decir lo siguiente: en el año 2012 el presidente fallecido repatrió 8 mil 099 millones de dólares, que representaban unas 177 toneladas de oro, y en ese instante el BCV tenía 19 mil millones de dólares en oro; cuando hoy el BCV no llega sino a 10 mil millones de dólares en oro.
Esto quiere decir que en apenas 38 meses todo el oro repatriado por el presidente Chávez salió de Venezuela o está comprometido. La caída ha sido dramática. La situación de las reservas responde a este desborde de la economía. Hoy en el BCV está la cuarta parte de todo el dinero que circula.
Esa base monetaria tiene más de un billón de bolívares, que recoge apenas la cuarta parte de ese volumen. Fuera del BCV está una base monetaria explosiva de cuatro billones de bolívares, que es la que ha enloquecido y trastornado toda la economía.
¿Por qué algunos economistas han comenzado a decir que en estas condiciones la liquidez se ha comenzado a disminuir?
Se está reduciendo por la vía de la expansión de los precios. Pero la liquidez monetaria apenas está garantizada en reservas internacionales en un 7%. El BCV tuvo que acudir a unas reservas secundarias, denominadas en moneda extranjera, gigantescas, cercanas a 50 mil millones de dólares, que nadie sabe donde están, porque si fueran realmente reservas en moneda extranjera, pudiera contarse con ellas para poder respaldar la magnitud de esa liquidez.
Resulta una situación muy difícil por la que está atravesando el régimen cambiario, muy afectado por las políticas que se tomaron. Hoy el Dicom o sistema complementario de divisas, prácticamente nos lleva a la idea de un país que después de derrochar, de dilapidar un billón de dólares, pasa a ser un país mendigo.
Porque el sistema Dicom está concebido para que el BCV comience a mendigar divisas. ¿Cómo lo está haciendo? Está exigiendo a las posadas y hoteles que le dé el 60% de lo que cobran en dólares; le está exigiendo a los concesionarios de automóviles, que venden en dólares, que parte de esa comisión, sin darle nada a cambio al BCV, se lo tramita.
Está tratando de obtener con Nicaragua el pago de la factura de Petrocaribe, y Nicaragua ha estado reacia a pagar. Está tratando de obtener dólares por la vía de las tasas portuarias, si los pasajes fueron vendidos en dólares. Está buscando todos los pretextos que implican movilización en dólares, para exigir una parte.
«la liquidez monetaria apenas está garantizada en reservas internacionales en 7%»
Esto significa que el BCV está imposibilitado de ofrecer dólares, porque no los está generando Pdvsa. El acceso al endeudamiento es a tasas muy altas. Estoy convencido de que China y los organismos internacionales están reacios a intervenir bajo estas condiciones de estatización. Por lo tanto, ellos crearon el Dicom, que constituye una especie de bodega cambiaria que no convence, ya remontando los 400 bolívares por dólar.
El objeto de Dicom es desplazar el tipo de cambio, para procurar que sea un tipo de cambio atraíble, para ver si se produce el milagro de que inversionistas traigan sus recursos a Venezuela, buscando dicha tasa atractiva. No lo han logrado. La tasa del Dicom no es lo suficiente atractiva, dado el desborde de los precios.
No han logrado influir ni en el dólar paralelo ni en los precios. Porque ya los precios están muy por encima del desplazamiento que pueda tener el Dicom. De modo que se trata de una concepción demodé, la que se está realizando. No hay una política cambiaria integral.
¿Qué lo lleva a pensar que el Dicom está todavía trabajando con la plataforma de Simadi? ¿Acaso están esperando que remonte hasta los 600 bolívares, que dicen que sería el nivel esperado por el gobierno?
Ese es un punto que indica varias cosas. Primero, en efecto están dejando desplazar ese tipo de cambio, que llegue un poco más lejos, para que pueda ser una tasa competitiva. Segundo, se les cayeron las fuentes iniciales que ellos previeron: China, venta de algunos activos. No se ha producido el milagro, que sería el regreso de algún tipo de capital.
Por lo tanto, como tal no ha funcionado. Se esperaba que en forma inminente funcionara, aun cuando no ha dado muestras de vida. Es decir, mientras no haya una política consistente, agresiva, que trate de unificar el tipo de cambio, pero ordenando el entorno económico, resulta imposible establecer un esquema que genere una mínima confianza.
Pienso que no existe la voluntad, porque se pretende mantener el mismo entorno económico de control, de un modelo estatizado, y eso hace imposible que se pueda generar un mercado.
Dicen que también el Dipro va a ser desplazado hacia más arriba. ¿Es cierto?
Tiene que hacerlo el gobierno, porque con diez bolívares no se compra ni una tajada de queso. Una tajada de queso te cuesta cien bolívares. Es decir, se trata de un precio irreal. Concebido para tratar de engañar no se sabe a quién. Porque la inflación sigue su proceso, sigue en marcha sostenida hacia una hiperinflación, a pesar de que no se ha llegado a tal fase, porque las economías petroleras tienen maneras de cubrirlas. En todo caso, Venezuela sería el primer país petrolero con hiperinflación.
El Fondo Monetario Internacional estima una inflación para Venezuela de 720%. ¿Está de acuerdo?
«El crecimiento anual de inflación ronda el 15 o 20 por ciento mensual»
Eso es cierto. La inflación del año pasado puede ser duplicada. Están dadas las condiciones. El crecimiento anual de inflación ronda el 15 o 20 por ciento mensual. No tiene nada descabellado que eso se produzca. Yo no tengo dudas de que el BCV, en vista de que hay eventos electorales, va a tratar de que no pase de los 300 la tasa oficial. Pero la inflación en la calle es una realidad.
Sabremos que hay hiperinflación cuando la cajera de un abasto le dice a los primeros clientes que hay en la cola cuáles son los precios del instante; luego, le dice a los siguientes que hay otros precios y, finalmente, le dice a los que están de último que el precio es otro. Cuando lleguemos a ese nivel, entonces estamos en un proceso hiperinflacionario. Aun cuando Venezuela ya va para su segundo año con una inflación de más de 100%.
¿Qué nos puede decir en lo que atañe a la caída del PIB?
En efecto, se van a profundizar las expectativas de caída, que estuvieron en -7% el año pasado, por el problema energético, y el cual es muy grave. Porque no se garantiza la prestación de un servicio. No sólo por las condiciones climáticas del fenómeno de El Niño, el cual al final reveló la falsedad de la inversión efectiva de los equipos de electrificación que se negociaron.
Lo que se produjo en el sector eléctrico fue un saqueo. En términos de que sí se otorgaron recursos para ser invertidos en el sector, por el orden de los 60 mil millones de dólares, de los cuales Pdvsa aportó más de 17 mil millones de dólares, además de organismos multilaterales, como la Comunidad Andina de Fomento y el Banco Interamericano, que aportaron más de 6 mil millones, y el presupuesto de 2010 contempló un aporte de más de once mil millones de dólares.
Si sumamos todos estos aportes, además de lo contemplado en presupuestos anteriores, observamos que fueron ejecutados más de 60 mil millones de dólares a los fines de llevar a cabo entre 17 y 18 proyectos para la instalación de plantas de energía térmica. Hay que recordar que en el año 2010, Alí Rodríguez Araque prometió que en el año 2015 ya habría una capacidad instalada de energía térmica entre 15 mil y 29 mil megavatios.
Por lo tanto, si el Guri estuviera produciendo cero, y se hubiera cumplido la promesa de Rodríguez Araque, en Venezuela no tendríamos problemas con el racionamiento eléctrico. La verdad fue todo lo contrario, se reveló el saqueo que se produjo. Porque en la industria eléctrica no hay control, era para lo que más se prestaba. Nadie sabe si las plantas son nuevas o recicladas.
«Fueron ejecutados más de 60 mil millones de dólares en proyectos para plantas de energía térmica»
Fonden, un ente paramonetario
¿Ha sido el Fonden un fondo de gastos y no de ahorro, como se ha venido sosteniendo?
Totalmente, porque, primero, no esterilizó las divisas que se movilizaron, y más bien hasta crearon bolívares por vía indirecta. Por tanto, fue un ente paramonetario, ya que eso le correspondería al BCV. El Fonden tuvo captaciones que llegaron a los 178 mil millones de dólares, además de los 200 mil millones del presupuesto no ejecutado del ejercicio anterior, que fueron capitalizados por el Fonden.
A eso habría que agregar los aportes del Fondo Chino, reconocidos en el informe de gestión de Pdvsa, de 28 mil 800 millones de dólares; más los recursos, reconocidos por Pdvsa, del Fondo Miranda, por el orden de 19 mil 800 millones de dólares; el viejo Fondespa, de unos 4 mil 200 millones de dólares. Todo eso suman 230 mil 800 millones de dólares que fueron administrados a total discrecionalidad del ministro de Finanzas, con la anuencia de Pdvsa y, por supuesto, de la presidencia de la República.