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Derechos sin Revés | La importancia del acompañamiento psicosocial de las víctimas

Es importante establecer un vínculo de confianza y de apoyo entre el profesional y la víctima y evitar a toda costa la re-victimización


COFAVIC

Magally Huggins, psicóloga social, especialista en criminología y profesora universitaria, lo dijo enfáticamente durante el Encuentro Nacional de Víctimas por la Justicia y la Reconciliación que organizó COFAVIC: “El camino del duelo hay que transitarlo y enfrentarlo. Asumirlo es un derecho de las víctimas”.

La experta advirtió a los que han perdido hijos, hermanos, esposos que ese dolor paralizante e intenso que sienten nunca desaparece, solo cambia, pero aseguró que la ayuda psicológica oportuna es necesaria.

En efecto, la atención psicosocial de las víctimas de violaciones de los Derechos Humanos puede entenderse, en términos generales, como un proceso de acompañamiento, individual, familiar o comunitario, orientado a afrontar las consecuencias de un posible impacto traumático y a promover el bienestar y el apoyo emocional y social de la persona.

La idea central es que la víctima experimente la pérdida del ser querido con el menor número de consecuencias en su salud física y mental.

Hablar de lo sucedido, llorar y exigir justicia siempre ayuda a superar el trauma

Eso significa que la víctima pueda sentirse segura, tener esperanzas y opciones de vida. Que recobre el sentido de espiritualidad, sus creencias y relaciones personales. Que vuelva a encontrarle significado al mundo, que pueda tener apoyo y protección y habilidad de controlar, planear y resistir con fortaleza y determinación.

Desde la experiencia de COFAVIC es muy importante que las víctimas reconozcan la perspectiva social e identifiquen el contexto en el cual se le han violado sus derechos humanos, de manera tal que quienes se ven afectados o afectadas, puedan trascender su dimensión individual e inicien un proceso de implicación y participación en la reducción de factores que inciden en el incremento de la violencia y la impunidad.

El abordaje psicosocial debe hacerse considerando las necesidades y demandas concretas de cada persona afectada y tomando en cuenta el entorno en el que se desenvuelve.

Es importante establecer un vínculo de confianza y de apoyo entre el profesional y la víctima y evitar a toda costa la re-victimización.

Es decir, el principio de toda intervención es no hacer daño, por eso es necesario evitar que la atención produzca situaciones negativas para la vida de la persona o la exposición a nuevas experiencias estresantes, muchas de ellas motivadas por la criminalización y estigmatización que hacen de las víctimas, los cuerpos policiales e instituciones responsables de impartir justicia.

es importante que las víctimas reconozcan la perspectiva social e identifiquen el contexto

Aun con la garantía de un acompañamiento psicosocial oportuno y efectivo, las víctimas pueden advertir ciertas señales en su organismo que son prueba de la alteración que produjo la pérdida.

La persona puede enfermarse, entristecerse, tener pensamientos obsesivos en torno a un mismo tema, dificultad de concentración, problemas para recordar aspectos simples como nombres o direcciones. En cualquier caso, hablar de lo sucedido, llorar y exigir justicia siempre ayuda a superar el trauma.

Desde el Área de Atención Psicosocial de COFAVIC recomendamos a quienes han vivido una experiencia de pérdida de un ser querido producto de la violencia lo siguiente:

1.-Comprender que el dolor es natural, a pesar de que los sentimientos son poderosos y se vivan como destructivos.

2.-Entender que el duelo es una reacción aunque terrible, natural ante la muerte de un ser querido y que la mayor parte de las personas lo resuelven sin necesidad de ayuda profesional. Tiene una duración que va de uno a varios años.

3.-En la medida que trate de buscar respuestas de qué sucedió y es activo en ese proceso, tendrá más control sobre la situación.

4.-Es posible que durante meses recuerde la situación de violencia de la que fue víctima y en especial, pasee por recuerdos en algunos casos negativos, en otros positivos, de su relación con el fallecido.

5.-Tenga paciencia y sea comprensivo. Habrá muchas personas a su alrededor con deseos de ayudarle, pero no encuentran la mejor forma de hacerlo.

6.-Permítase llorar en el momento que así lo necesite, comprobará que luego se sentirá un poco más relajado.

7.-Mantenga hábitos saludables y evite el uso de alcohol, cigarrillos y drogas como métodos para manejar el dolor.

8.-Atienda su vida diaria y manténgase involucrado en lo que es importante para usted, su familia y amigos.

9.-NO tome decisiones importantes cuando esté alterado.

10.-Conserve buenos hábitos de alimentación y descanso; la ansiedad incrementa dramáticamente cuando las personas no duermen o no comen adecuadamente.

11.-Haga una lista que le permita ordenar las cosas por hacer y fije prioridades (metas a corto y largo plazo).

12.-Mantenga su rutina diaria y en especial las que le agraden, sobre todo las relacionadas con su arreglo personal, recreación, deporte, descanso y relajación.

13.-Si nota que sus reacciones le están afectado en su rutina, impidiéndole el desarrollo de sus actividades y afectando su relación con los otros, busque ayuda profesional. Este consejo se aplica para toda la familia.