Desde el gremio que agrupa a los medianos y pequeños empresarios del país consideran la fuerte crisis económica que vive el país como una “oportunidad de oro” para reinventarse y levantar la producción nacional
Andreina García Reina
No es secreto para nadie la profunda crisis que vive Venezuela. Desde la Federación de Artesanos, Micros, Pequeñas y Medianas Industrias y Empresas de Venezuela (Fedeindustria) la situación económica es interpretada como una “oportunidad de oro” para finalmente sustituir importaciones por producción nacional, según explica su actual presidente Orlando Camacho.
El gremio, que agrupa cerca de 3.500 afiliados de todo el país y que incluye a cámaras de los sectores avícola, lácteo, autopartes, motocicletas, petrolero, de lubricantes, metalmecánica y químico, participa semanalmente en el Consejo Nacional de Economía Productiva y se ha enrolado en un proyecto para sustituir 2.500 millones de dólares de importaciones del sector petrolero en los próximos tres años.
Camacho asegura que los empresarios que representa hacen esfuerzos por mantener el empleo y que durante el mes de junio se reunieron con representantes del Ministerio del Trabajo para llegar a acuerdos que permitan a ambas partes comenzar a producir.
Cuestión de producción y confianza
¿Cuánto tiempo falta para que se acaben las colas?
— Todos queremos la solución inmediata, pero la solución pasa por elevar la producción, generando confianza, por hablar bien de nuestro país, con reinventarnos, buscar siempre soluciones a los problemas diarios de la economía. Creemos que de forma progresiva, con las soluciones que lleva adelante el Gobierno junto con los empresarios, puede combatirse la especulación y llegar al abastecimiento.
¿Nota que esta “oportunidad de oro”, como la llama, ha dado paso a que hayan más empresarios interesados en invertir?
—Sí, hay cosas paradójicas. Hemos notado que en este momento ha habido muchísimo interés internacional y empresarios venezolanos apostando por Venezuela. Quieren invertir en el país. Por eso te digo, dialogamos con todos, recorremos todo el país y sabemos que el empresario, el industrial, que ama al país, que tiene las máquinas sembradas en nuestra patria siempre está buscando invertir en su país, levantar la producción y juntos construir una Venezuela próspera.
El sistema de precios y las divisas son los principales problemas que aquejan a las Pymis, como se conocen a las pequeñas y medianas industrias. Es por ello que desde el gremio esperan con ansias la activación del sistema de cambio flotante que acompaña a la tasa Dicom, pues a juicio de Camacho “cada vez que la tasa del Dicom sea más atractiva, hay mayor oferta y más participantes de los sectores de exportación, de turismo, de inversionistas, de socios de Pdvsa”.
Mientras tanto, tal como lo manifiesta el presidente de Fedeindustria, muchos han apostado por producir con recursos propios.
¿Qué hacen desde Fedeindustrias para afrontar la crisis?
Nosotros estamos concentrados en la soluciones de materias primas nacionales, materias primas importadas, solucionando el tema del diálogo productivo con los temas laborales y dando soluciones, a través del Ministerio de Industria y Comercio, a los permisos, Sencamer, el Sapi. También permisos para importar, los días de capital con exoneración de IVA y de arancel para las maquinarias. Eso también lo estamos trabajando con buenos ojos que permiten sustituir importación. Vemos desde Fedeindustria que hay buenos resultados, También estamos trabajando en el financiamiento, tenemos un convenio con el Banco del Tesoro para capital de trabajo básicamente, con créditos hasta 36 meses. También estamos trabajando tímidamente con Bangente. Para nuestros afiliados tenemos un producto con Seguros Venezuela para la medicina preventiva para los trabajadores con microseguros y estamos por firmar una alianza con Seguros La Previsora, con el fin de llevar todos los productos a la pequeña y mediana industria.
¿Qué diferencia a una pequeña o mediana empresa de una grande?
En Fedeindustria se llevan las medianas. Eso depende del número de trabajadores, porque en cuanto a facturación, por la ley está tabulado a una tasa de unidad tributaria que calificaría que fuesen medianas, pero somos un poco más amplios y nos centramos en el número de trabajadores. Una empresa de menos de 200 trabajadores es una mediana empresa. Hasta 199 cala dentro de la federación.
El Bachaqueo
La tasa Simadi está por encima de los 600 bolívares y se espera que pronto converja con el dólar paralelo. ¿Qué opina al respecto?
En la economía normal es más costosa una tasa legal que una tasa marcadora de internet, un dólar ilegal. Los dólares ilegales, que no se conoce de dónde proviene la fuente de esas divisas, no pasan por el Seniat, no se sabe su origen y tienen que ser más económicos que el dólar legal. En países como Colombia, el dólar que no es legal, que llaman dólar de contrabando, es más económico que el dólar oficial del Banco de la República. Ojalá que esas tasas se inviertan.
Pero pareciera que el Dicom va a converger con el dólar paralelo…
Más bien hemos visto el retroceso del dólar de internet por más de 20%. Algunos productos de materias primas de algunos sectores importadores, que ya habían marcado a ese precio, han tenido que retroceder ese precio porque han visto que el dólar de internet ha estado a la baja y a la estabilidad. Allí ha habido una valorización de la moneda, porque hay productos que fueron importados y la gente los está viendo un poco más baratos. Cada vez que la tasa del Dicom sea más atractiva hay mayor oferta y más participantes de los sectores de exportación, de turismo, de inversionistas, de socios de Pdvsa. No es igual invertir a tasa de 200 con un marcador que estaba en la locura, que invertir a una tasa de Dicom con un marcador en vías a la baja.
Pero sigue siendo altísima esa tasa a 600 bolívares, sobre todo si toma en cuenta que venimos de importar bienes a 12 bolívares.
Por eso mismo, reconociendo la crisis, Fedeindustria y muchos empresarios han tenido que buscar créditos para tener mayor capital con el fin de elevar la producción. Es por eso que tenemos alianzas con el Banco del Tesoro, buscando financiamiento, porque vemos que mientras la tasa de Dicom sea más alta, los empresarios necesitan mayor capital. Así como las empresas, los trabajadores necesitan mayor capital, asesoría, mayores salarios. Así lo ha venido reconociendo el Gobierno bolivariano con los aumentos de sueldo y de cestatickets, que aumentó en el mes de mayo con el fin de que los trabajadores puedan acceder a los bienes y servicios. En el tema de los precios, vemos con buenos ojos que el Gobierno bolivariano dé subsidios directos a las familias y no subsidie los productos, permitiendo que las familias puedan acceder al bien. Este subsidio sería para los productos que están demasiado económicos, que se van por el “bachaqueo” o a través del contrabando de extracción, porque se trata de un producto que estaba subsidiado por el Estado venezolano, que los vecinos colombianos los compraban acá, donde una medicina valía 10 bolívares.
Claro, porque están muy por debajo del precio internacional y ese es el incentivo para que vengan a llevárselo.
Con ese subsidio de la tarjeta, que comenzó hace dos días, se iban a entregar 500.000, y ya van por más de 150.000 tarjetas entregadas [para el 27 de junio de 2016], dándole la base a las personas con necesidad extrema.
¿Entonces la política sería sincerar los precios al estándar internacional para evitar el contrabando de extracción?
Creemos que no es necesario llegar a precios internacionales, sino sencillamente con un 30% que los precios estén por debajo a los de Colombia el contrabando de extracción deja de ser un negocio. Porque al final se benefician otros y no se beneficia ni el Estado ni el pueblo venezolano. Ese es el precio que calculamos para que ya no sea negocio la extracción. No quiere decir que ese va a ser el precio, sino el tope para saquen los costos de toda la distribución y deje de ser negocio. Es una economía más real, los costos más reales, y los salarios ajustados de forma progresiva a esa nueva realidad.
¿Cómo combatir la inflación? Habla de aumentos salariales y eso implica costos en las estructuras de producción.
Hay dos componentes en la inflación: la inflación natural de la economía pero también hay una inflación inducida por el dólar de internet. A medida de que ese dólar haya bajado más de 20% y se mantenga estable… hay productos que han retrocedido de precio. Es decir, que se puede hacer que de allí puedan ir bajando y que se pueda combatir el precio bachaqueo, que está por encima de un precio real a tasa Dicom. Nosotros queremos que cuando vayamos a hacer mercado consigamos productos más baratos que con el precio de bachaqueo, pero que les permita a los empresarios reponer divisas, generar utilidad y que también el pueblo pueda acceder a ellos. Que se le acabe el negocio a los bachaqueos.
Recomendaciones de Unasur
En relación a la estructura interna de Fedeindustria, ¿cuándo fue la última vez que tuvieron elecciones? Usted es el presidente encargado, desde que nombraron como ministro a Pérez Abad…
Tuvimos elecciones en diciembre de 2014, tuvimos una Asamblea el 13 de marzo, en la que contamos con más de 176 delegados internos que aprobaron la gestión y seguimos para adelante trabajando, mejorando la institución y el desarrollo de la mediana industria. El compañero Miguel Pérez Abad está encargado de la vicepresidencia del Área Económica y del Ministerio. Desde aquí apoyamos la buena gestión, el diálogo permanente, en busca de soluciones y del beneficio para todo el pequeño industrial que quiera seguir promocionando, beneficiando al país, a la Patria. Hacer empresarios nacionalistas que quieran y amen al país.
Recientemente estuvo una delegación de Unasur hablando sobre recomendaciones a las políticas económicas, ¿qué aspectos de estas recomendaciones han llegado al seno del Ejecutivo?
Así como tenemos grandes economistas y conocedores de la economía venezolanos, que el Gobierno ha tomado en cuenta, también ha tomado en cuenta las recomendaciones de Unasur y de esa recomendación se ha llevado el borrador al Consejo Nacional de Economía Productiva y esas recomendaciones las leyó el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, donde dio detalles. Al final esa decisión la toma el presidente Nicolás Maduro. Tenemos que entender que no todas las recomendaciones son aceptadas y que el Gobierno tiene la potestad de tomarlas en el momento, evaluarlas con sus técnicos y asesores; y hay otras que sencillamente no van. Básicamente para eso son. El Consejo de Economía lleva propuestas al Presidente y él decide cuáles propuestas toma y en qué momento las toma. Vemos con buenos ojos todas las sugerencias, además de que el Gobierno tiene los oídos abiertos permanentemente para escuchar y promocionar las propuestas. Es un diálogo franco. En el Consejo Nacional de Economía Productiva se ha constituido una confianza entre el sector privado y el sector Gobierno con el fin de buscar las mejoras de la economía nacional.