La predica que el pueblo es el soberano ha quedado como una trivial entelequia frente a un Gobierno que niega la consulta popular como forma de resolver la crisis política
Humberto González Briceño
I.- ABISMO. El viceministro del Trabajo, José Ramón Rivero, confirmó, en forma extraoficial, que el Gobierno aún no tiene los recursos para pagar por el aumento de salario y que antes de finales de año habrá un nuevo aumento. Según Rivero, el dinero para pagar el aumento saldrá de impuestos que aún no han sido recaudados. Nada dijo con respecto al aumento de mayo que tampoco ha sido pagado por el Gobierno. Remató asegurando que la estrategia élite del régimen contra la especulación sería un nuevo aumento de salario. El Gobierno sigue repartiendo papel moneda que vale mucho menos que papelillo y serpentina. Con estas medidas es casi seguro que la inflación pase del 1.000% antes de finalizar el año. Nos espera el abismo.
II.- 2017. Frente a la imposibilidad de revertir la situación política en el corto plazo, la cúpula civil y militar del régimen habría acordado la salida de Maduro para el próximo año. La estrategia sería utilizar la solicitud del revocatorio que ha hecho la oposición para liquidar a Maduro, pero en términos que le permita al régimen designar su sucesor. El nombramiento del nuevo Vicepresidente será negociado entre las facciones civiles y militares del Gobierno y el propio Maduro. Se asoman como posibles candidatos el general Vladimir Padrino López, Rafael Ramírez y Tareck El Aissami. Las rectoras del CNE, controladas por Jorge Rodríguez, estarían haciendo lo que les corresponde cocinando una decisión para diferir el revocatorio y las regionales para el próximo año.
III.- VISAS. El gobierno de Nicaragua es otro aliado del régimen bolivariano que silenciosamente se prepara para los inevitables cambios en Venezuela. La reciente decisión de comenzar a pedir visa a los ciudadanos venezolanos podría responder a los temores de nuevas oleadas de inmigrantes que tratan de huir por cualquier medio de Venezuela. Sin embargo, firmas de inteligencia corporativa como Stratfor reportan que también podría ser una medida para restringir el ingreso de exfuncionarios chavistas buscando refugio en Nicaragua ante una eventual caída del régimen. Nicaragua forma parte del grupo de países aliados de Venezuela que ha comenzado a hacer planes calculando el desplome del régimen bolivariano.
IV.- BUMERAN. El Gobierno sigue desmoronándose en sus propias contradicciones. Son muchas las tesis que antes fueron proclamadas como ideas fundamentales de la revolución que hoy son abiertamente desechadas y renegadas. La predica que el pueblo es el soberano ha quedado como una trivial entelequia frente a un Gobierno que niega la consulta popular como forma de resolver la crisis política. Otra tesis altamente venerada en su momento fue la politización y beligerancia de las Fuerzas Armadas. Hoy muchos oficiales y soldados, ejerciendo ese derecho, han hecho públicas sus críticas al Gobierno, su apoyo al revocatorio y sus simpatías por la oposición. El Ministerio de la Defensa reaccionó instruyendo a los militares que les está permitido hacer política, pero no para criticar al Gobierno. Alarma.
V.- RIESGO. Alfredo Serrano Mancilla, componedor de las contradictorias medidas económicas de Maduro, se quejaba en un artículo de opinión que a pesar que el gobierno venezolano se ha portado bien con los inversionistas los pronósticos de las agencias calificadoras siguen siendo negativos para Venezuela. Es cierto. El Gobierno ha destinado miles de millones de dólares al pago puntual de la deuda externa, al tiempo que niega las divisas para comprar comida y medicinas. La entrega incondicional del Arco Minero ha sido presentada como prueba de respeto a la iniciativa privada. Hasta han ofrecido canjear Pdvsa por deuda, pero no hay interesados. La percepción negativa de los inversionistas estaría basada en la inestabilidad política que el propio Gobierno ha fomentado al negar todos los caminos a una solución constitucional. Barclays y el Bank of America habrían cancelado sus visitas a Venezuela argumentando justamente el clima de incertidumbre y riesgo (político) que se vive.