Trabajadores comunitarios buscan la municipalización de Caracas, para acercar las autoridades a la población e integrar las políticas de seguridad y transporte
Mónica Duarte
Caracas es la segunda capital peor ubicada en el índice de ciudades sostenibles integradas, “Ciudades en Movimiento”, que realiza la Universidad de Navarra en España. También está considerada como la decimoséptima ciudad más sucia del mundo (de acuerdo a la NYC Partnership Consulting’s), la peor ciudad en materia económica y una de las 10 más atrasadas en tecnología y cohesión social.
Este panorama ha convergido para que los expertos en materias de urbanismo, seguridad, tecnología y líderes comunitarios opten por repensar a Caracas y hayan impulsado una agenda de discusión sobre la ciudad en el foro “En Caracas cabemos todos”, organizado por cronica.uno.
En el evento de este martes en la Universidad Central de Venezuela, estuvieron presentes autoridades municipales, dirigentes sociales y expertos de riesgos, tecnología y seguridad para analizar las problemáticas comunes y los planes a futuro.
Desde las iniciativas comunitarias existe un enfoque local que permita individualizar los problemas: la municipalización del municipio libertador (que representa el 60% del área metropolitana) en cinco alcaldías más ajustadas, que equiparen la división política del este de la ciudad.
José Quintero, del movimiento social ProCatia, y Carlos David Carrasco, del Proyecto La Gente Propone Caricuao, explican que ambas parroquias han formulado propuestas para ser sectores independientes. Los problemas de transporte, alumbrado público, seguridad y ambiente (en la Parroquia Caricuao) y la acumulación de basura, falla en los servicios y poca actividad productiva (en Catia) han motivado a los pobladores a recoger firmas para acercar a las autoridades que sienten ajenas a un gobierno más local.
Buscan un plan urbano multinivel para solucionar conflictos de gobernabilidad en el área metropolitana
Zulma Bolívar, directora del Instituto de Urbanismo Metropolitano, coincide en la necesidad de planificar mejor los sectores, sin embargo, señala que parte del problema es la convergencia de múltiples instancias locales sin jerarquía clara. «Este país es un desastre porque no sabemos planificar, hay que conocer a los responsables para saber usar la participación ciudadana y saber a quién reclamarle», señala Bolívar.
Desde la Alcaldía Metropolitana se han abordado los conflictos de gobernanza a partir del Plan Caracas 2020, un proyecto urbano multinivel, que integre las autoridades nacionales, municipales y de servicios públicos, con visión «glocal», explica la directora.
Este programa, inicialmente apuntado hacia el año 2020, busca actualmente financiamiento internacional para potenciar la movilidad integral de personas con discapacidad en las zonas populares.
Pero la directora de urbanismo también señala que otro de los problemas en la conformación de una Caracas más estructurada está en sus limites difusos. La población ha crecido hacia área protegidas que no debían ocuparse, como el parque Nacional El Ávila y Macarao. Además, existe una falta de sustento legal de la Alcaldía Mayor que ha propiciado la reducción de 11 de sus competencias a solo tres áreas desde 2008: ordenación urbana, protección del ambiente y ordenanzas, imposibilitando la integración metropolitana.
De la Caracas violenta a una ciudad segura
Jesús Armas, concejal del municipio Libertador, señala que una de las tareas pendientes para transformar a Caracas es en materia de seguridad. Para el representante existe una falta de inversión orientada hacia esta problemática.
«El Consejo Municipal de Libertador aprobó el equivalente de 700.000 dólares para la celebración de la semana aniversario de Caracas, dinero con el que pudimos haber puesto 400 cámaras de seguridad con tecnología analítica», afirma.
Otros de los puntos de acción que propone Armas son: dignificar de las condiciones de trabajo de los policías, aumentar el número de oficiales, que ya alcanza un déficit de 3.700 funcionarios en el Municipio Libertador, y trabajar en la intervención de espacios públicos.
«Sacar a Caracas de las 10 ciudades más violentas del mundo y entrar en las 10 más visitadas de Latinoamérica»
En el último aspecto coincide con Roberto Patiño, coordinador del movimiento Caracas Mi Convive y uno de los ponentes del evento. Esta organización está orientada a la visibilización de narrativas y empoderamiento de las comunidades con iniciativas de prevención de violencia.
«Queremos cambiar la cultura de la violencia por la cultura de la convivencia. Nosotros tenemos lo que llamamos una visión 10-10-10: que a la vuelta de 10 años logremos sacar a Caracas de la lista de las 10 ciudades más violentas del mundo y que entre en la lista de las 10 ciudades más visitadas de Latinoamérica».
Patiño ha trabajado además en la construcción de una agenda sociocultural y una agenda de política pública, donde las comunidades proponen alternativas para recuperar espacios a través de una lista de exigencias a las autoridades en los «puntos calientes» de la delincuencia.
Desde otra perspectiva, el arquitecto y ex coronel de los bomberos metropolitanos, Jorge Molina, contempla la seguridad a partir de la prevención de desastres en una capital con vías de transporte vulnerables a las lluvias y altos indicadores de amenaza sísmica.
En Caracas existe un alto riesgo en las construcciones de comunidades populares, porque la acumulación de casas en terrenos con suelos inestables, quebradas y grandes pendientes han favorecido los derrumbes e inundaciones, explica Molina.
«Si una persona muere por un deslizamiento, eso es culpa del estado venezolano, es una responsabilidad compartida entre las comunidades y las autoridades que autorizan y permiten las construcciones”, afirma el ex comandante de los bomberos al tiempo que señala casos concretos en la carretera Caracas-La Guaira, La Vega, Lidice y Antímano.
«la acumulación de casas en terrenos inestables, quebradas y pendientes han favorecido los derrumbes e inundaciones»
Innovación urbana
El especialista en comunicación digital, Luis Carlos Díaz, enumeró los retos de conectividad que tiene Caracas para el año 2016. Díaz considera que la infraestructura digital se está quedando «rezagada», a pesar de que la capital es la ciudad con más penetración de internet en Venezuela.
«A corto plazo vendrá un racionamiento de megas de conexión y para el mes de diciembre 1,5 millones de usuario van a salir del consumo», afirma. Por ello, Díaz recomienda gestionar mejor la navegación móvil y aprovechar el ahorro para consumir de forma más inteligente «información nutritiva».
«Nuestro entorno, nuestra ciudad Caracas, determina nuestro comportamiento, actitud y determina nuestros modos de vida», afirma el concejal Jesús Armas, quien también es el promotor de la aplicación móvil «Caracas Cambia», que tiene solo un mes de haber sido lanzada y que busca recoger denuncias localizadas hechas por los ciudadanos desde sus celulares.
«La ciudad necesita ‘hablar’ desde la participación ciudadana y las instancias de gobierno, recogiendo datos que permitan una innovación urbana», explica. Armas cree que la transmisión de esos datos va a facilitar la planificación de políticas más acertadas e incentivará una nueva generación tecnológica.
Si quieres contactar al autor de esta historia, escribe a:monicaduarte@larazon.net