Los GNB corrompidos son los “pimentones” más famosos y aborrecidos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana
Manuel Isidro Molina
Temen purga en la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), cuya fama como componente de la Fanb anda por el suelo, debido al pillaje que a lo largo y ancho del país han desplegado muchos de sus oficiales, suboficiales y soldados profesionales como modus vivendi, descaradamente y con toda impunidad.
Los GNB corrompidos son los “pimentones” más famosos y aborrecidos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Sus víctimas se cuentan por decenas de miles en todo el país, gran vergüenza nacional, fenómeno de “vacuna” y extorsión que también ha afectado a la alicaída economía venezolana.
“La crisis económica y las desigualdades en los niveles de vida entre oficiales (honestos y deshonestos) hacen que las desavenencias y discusiones aumenten”, refieren mis fuentes. Algo parecido ocurre en el Ejército, donde connotados generales que han pasado por altas funciones gubernamentales se han destacado no por sus cualidades de comando, sino por sus alforjas pudrimillonarias, igual que otros oficiales de menor graduación, ahora retirados y antes orgullosos “centauros” del MBR-200 y de las rebeliones militares del 4F y 27N de 1992.
La mayoría de esos “caballeros” del enriquecimiento ilícito, no pueden justificar sus patrimonios personales y familiares; no pocos han emigrado a territorio estadounidense con sus familias y fortunas gigantescas, por la indigna vía de la delación judicial, la traición y la genuflexión más impúdica. Problema grueso, en el que insistiremos próximamente.
La mayoría de esos “caballeros” del enriquecimiento ilícito no pueden justificar sus patrimonios
EL CONFESIONARIO
LA DISIDENCIA CHAVISTA está siendo perseguida policial y políticamente. También, “administrativamente”, es decir, con la Contraloría General de la República y, seguramente, los espera la Fiscalía General de la República para llevarlos a tribunales con acusaciones ciertas o temerarias de corrupción durante las gestiones de renombrados “chavistas” de los tiempos de Chávez, algunos muy ligados al fallecido mandatario.
SUBALTERNOS DE MANUEL GALINDO BALLESTEROS nos informan que “la cúpula Maduro-Cabello ha ordenado al Sebin y a la CGR” verle los huesos a Héctor Navarro y a Juan Barreto. “La orden es someterlos y callarlos”, afirman, muy al estilo Chávez, por cierto. Algo así como una calculada dosis de “gas del bueno”.
POR AHORA, comentan, “han dejado por fuera al ex súper ministro Jorge Giordani… pero contra Navarro y Barreto van con todo”.
DE LA GESTIÓN NAVARRO EN EDUCACIÓN habrían ordenado “investigar contratos de seguros de hospitalización, cirugía y maternidad”.
¿Y A BARRETO? “Todo”, fue la lacónica respuesta de los amigos de la CGR. ¿A cuántos más les caerá este “gas del bueno” en la era Maduro-Cabello?
GUSTAVO MARTÍNEZ, trabajador expulsado de la empresa estatizada “Fama de América” por denunciar corruptelas, será el invitado a mi programa por Radio Fe y Alegría (105.7 FM y 1390 AM en Caracas), el próximo miércoles 03.08.2016, de 3 a 4 pm.
LES INVITO A PROTESTAR contra el hambre, la corrupción y el abuso de poder contra los trabajadores, el jueves 4 de agosto, a las 10 de la mañana, frente a la Defensoría del Pueblo, en la Av. Urdaneta. La convocatoria es promovida por la “Plataforma del Pueblo en Lucha y del Chavismo Crítico”.
EL SEÑOR CÁNDIDO PAREDES, a quien no conozco, me escribió indignado por mi artículo de la semana pasada sobre “La muerte de Aníbal Chávez”. Lo menos que me escribió fue: “Su ambigüedad y su ambivalencia -por no decir su doble discurso, cargado de hipocresía- desacredita ante mis ojos su columna y por eso nunca más la leeré”. Le respondí así: Ese es su derecho, y a mí no me afecta en nada. Sin embargo, lo lamento; no, porque deje de leerla, sino por la motivación que aduce, llena de sectarismo y ánimo de venganza…
TAMBIÉN ME ESCRIBIÓ HÉCTOR CASTRO, “dramaturgo”, según propia descripción: “… al parecer Ud. solo ve el dolor de un lado y obvia el dolor de un país en guerra como el nuestro en donde las personas se mueren no solo por la escases de medicinas, sino que las están matando de hambre y asesinadas en las calles para ser asaltadas”. No tiene sentido responderle individualmente, pues como se ve, sus expresiones -como las de Paredes y muchos otros por las redes sociales- son producto del desquiciamiento colectivo que actualmente arruina el espíritu nacional venezolano, cargado de odios polarizados.
A AMBOS COMPATRIOTAS LES RESPONDO con la parte sustancial que le escribí a Paredes:
1.- No aprendí Derechos Humanos en los libros o viendo televisión: Siendo niño, sufrí familiarmente la persecución y al menos dos encarcelamientos de mi padre Manuel Isidro Molina Gavidia, a manos de los esbirros de la Seguridad Nacional del corrupto, torturador y asesino general Marcos Pérez Jiménez, a quienes todavía algunos pretenden reivindicar, igual que otros hacen con su similar y feroz dictador militar general Juan Vicente Gómez.
2.- Derrocada la dictadura militar de MPJ, durante el gobierno represivo y torturador de Rómulo Betancourt, mi padre volvió a ser perseguido por ser militante del Partido Comunista de Venezuela; mi hermano mayor Lenin fue tiroteado en Mérida, luego de una manifestación universitaria en noviembre de 1961, quedando cuadripléjico por el resto de su vida, hasta su muerte el 19.02.2014, desde los 19 años de edad cuando estudiaba medicina. Su vida fue un ejemplo para la humanidad: se hizo psicólogo en la UCV, de la cual fue docente y culminó su carrera como Profesor Titular, y además coronó el doctorado en Ciencias Políticas y se graduó de abogado. Nunca militó en odios ni rencores, otra de sus enseñanzas.
3.- En 1962, también bajo el régimen de RB, mi segundo hermano, Nerio, fue secuestrado por la Digepol y desaparecido, mientras papá estaba en la clandestinidad. Mamá, Maura Peñaloza de Molina (95), fue conmigo (12) a Carmelitas a exigirle al ministro de Relaciones Interiores, Luis Augusto Dubuc (AD), la localización y liberación de su hijo. Recuerdo que se lo exigió con una firmeza ejemplar, recordándole que ella lo había protegido a él -como hacían comunistas y adecos- durante la resistencia a la dictadura. Fui con ella a buscarlo -a verlo, en realidad- a los calabozos de la Policía Metropolitana en Macuto, donde lo colgaban por las axilas y le dieron patadas por los testículos hasta sangrar, en nombre de la “democracia”.
No soy hombre de rencores, pero tampoco de memoria frágil ni de mirada corta, como muchos que gustan solo ver “la paja en el ojo ajeno”. Mi posición contra el abuso de poder y la violación de DDHH es y ha sido indeclinable, desde los 14 años de edad, cuando comencé mis luchas estudiantiles, sociales y políticas. Defiendo la paz, la vida civilizada y condeno la violencia, venga de donde venga, sea cual sea su apellido político o posición social.
Nuestro país está urgido de generosidad y espíritu sincero de rectificación para encontrar caminos superadores de las miserias del bipartidismo del siglo XXI. Seguramente, a usted le cuesta reconocer y mucho más aceptar que los bandos polarizados (especialmente sus minorías más violentistas y sectarias) son corresponsables de la macro crisis que sufrimos. No lo voy a convencer, pero le sugiero que piense sobre todo el maltrato que hemos sufrido desde 1959 hasta hoy, e intente meditar sosegado a ver si puede sumarse algún día a la corriente mayoritaria y plural que quiere paz, entendimiento y desarrollo armónico para prosperar con solidaridad, eficiencia, productividad, decencia y responsabilidad histórica.
Le deseo paz y sosiego.
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