La resolución del Poder Electoral contempla la activación de 5.392 máquinas captahuella, representando un tercio de lo que solicitaba la Mesa de la Unidad Democrática. Para el especialista en procesos y sistemas electorales, aceptar estas condiciones representa asumir los vicios legales y técnicos que hoy rigen al CNE
Mónica Duarte
Con una semana de retraso el Consejo Nacional Electoral ha anunciado que la recolección del 20% de “manifestaciones de voluntad” para la activación de un referendo revocatorio contra Nicolás Maduro será por cada estado. Entre los días 26, 27 y 28 de octubre, a razón de siete horas diarias, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como asociación promotora, deberá congregar a 3.893.129 ciudadanos en 5.392 máquinas captahuella, distribuidas en 1.356 centros de votación, para avalar el proceso revocatorio.
Este número corresponde a un tercio del despliegue de 19.500 máquinas necesarias en 6.500 centros que se había solicitado al CNE para desarrollar la recaudación y, de acuerdo a los cálculos de la MUD, con el anuncio se acumulan 122 días de retrasos en decisiones técnicas con respecto a los lapsos contemplados en la “Norma para regular el procedimiento de promoción y solicitud de referendos revocatorios de los mandatos de cargos de elección popular”, aprobada en septiembre de 2007, bajo la cuál se rige esta recolección.
se acumulan 122 días de retrasos en decisiones técnicas
Para el politólogo especialista en procesos y sistemas electorales, Jesús González, la prolongación del anuncio y de los detalles técnicos responden a una “intencionalidad política” de los rectores del CNE que podría limitar la recaudación del 20% necesario y que viola un derecho político al establecer circunscripciones regionales y no una recolección nacional.
“El CNE está violando su propio precedente histórico de regulación de los 11 referendos en los que no se ha exigido proporcionalidad”, señala. González considera que el revocatorio ha sido manejado sobre la base de unos tiempos que no están estipulados “y que el CNE ha ido ajustando gracias a los vacíos legales que existen en la norma”.
¿Cuáles son los vacíos legales que ha aprovechado el CNE?
Uno de ellos es la necesidad que manifiestan algunos voceros de un lapso de 90 días parta el montaje técnico de la elección y eso es una mentira, porque el CNE tiene la tecnología, la capacidad y los instrumentos para realizar los procesos electorales en corto plazo, como en 1999 cuando se hicieron cuatro elecciones en un mismo año y una de ellas en 30 días. Otro de los pasos innecesarios es realizar estudios de factibilidad para transmisión de datos, cuando ya la infraestructura electoral de los centros de votación para el año 1999 tenía una cobertura eléctrica y de teléfono cercana al 82%, que representaba en términos de la población electoral el 95%, y eso se ha ido ampliado a nivel nacional. Es lógico que en procesos de este tipo no se ponga un captahuella en sitios donde no tengas teléfono, por ser zonas muy rurales.
Esto demuestra que se han venido montando e inventado días y estirando los lapsos a su máximo. Donde la norma no especifica si son días continuos o laborables el CNE utiliza como criterio días laborables, estirando a un mes la respuesta de cada una de las solicitudes.
¿Estas ampliaciones a los lapsos se han traducido en más especificaciones técnicas o en omisiones?
Desde la institución electoral se han venido dando un conjunto de retrasos sistemáticos intentando frenar la demanda de cambio social que ya tienen 8 de cada 10 venezolanos. Uno de esos es que en diciembre del año pasado el CNE debía publicar la lista de cargos susceptibles a ser revocados y un cronograma tentativo para que los ciudadanos presentaran esas demandas sociales alrededor del referendo revocatorio, cosa que no hizo el CNE. A partir de esa omisión se ha intentado poner trabas burocráticas a un proceso legítimo. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene estirar la auditoría del 1% dos meses si ya el Sistema de Autenticación Integral te lee la huella y te verifica la identidad de la persona? Solo se está buscando darle largas al tiempo. Al igual con el 20%, se establece 27 o 28 días para auditar la recolección, proceso que ya debería venir de la mano con el captahuella.
La tecnología electoral se hizo para generar facilidades, para dar un resultado el mismo día y que el CNE tenga la posibilidad de monitorear al momento cuántas personas manifestaron su voluntad. Dilatar el tiempo de manera absurda es como si el ciudadano se convierta en un delincuente electoral y hay que investigarlo por votar.
“La tecnología electoral se hizo para generar facilidades, para dar un resultado el mismo día”
Los criterios logísticos del CNE
¿Cuáles aspectos técnicos no se han tomado cuenta para la recolección del 20%?
En ese proceso de recolección del 20% del padrón electoral puede firmar un mínimo de 3.893.129 ciudadanos, pero la logística técnica del CNE solo dará para que firme el número justo, y el deber es que esté preparada para que todos aquellos venezolanos mayores de 18 años manifiesten su voluntad en su número máximo, es decir, los 19 millones de inscritos. Al igual que se debe hacer la contabilización con base en una circunscripción nacional y no poner cuotas por estados como se está haciendo. Por eso, los venezolanos que están en el extranjero también tienen derecho de firmar y de votar porque forman parte de esa circunscripción nacional.
¿En qué consistió la propuesta técnica del CNE?
En un primer momento la MUD hizo una solicitud de 40.000 máquinas de identificación. Eso lo que intentaba era hacer el proceso mucho más fluido y lograr atender en un solo día a la totalidad de los electores convocados. Luego, se sugirió disminuir la cantidad para ahorrar los gastos logísticos asociados al número de máquinas y distribuir a los electores en tres días. Con ello se contempló entre 12.000 y 15.000 máquinas para hacer el procedimiento más sencillo. Pero el número de máquinas que finalmente anunció la Junta Nacional Electoral en su nota de prensa es 5.392 a nivel nacional. Eso significa que cada una de esas máquinas va a tener cargado en su disco duro un número determinado de electores, dando unas 3.600 personas en promedio por máquina. El CNE calcula que pueden participar cerca de 400 personas diarias, por tres días son 1.200, y si eso lo multiplicas por el número de maquinas da el número total de venezolanos que pueden participar en su límite máximo, unos seis millones.
Pero ya la experiencia del 1% nos dijo que habían centros con muchas irregularidades, dando una participación diaria promedio de 270. Tuvimos centros, como en el estado Nueva Esparta, donde se fue la electricidad y no dejaron poner una planta porque no estaba contemplado en el procedimiento, otros centros donde los operadores no llegaban si no hasta las 10 am y luego se tomaban varios recesos. Si esas limitaciones se repiten estás poniendo el derecho de los ciudadanos en juego por una norma técnica y eso no existe en ninguna parte de la legislación venezolana, porque no se puede regular un derecho de esa manera.
¿Y cuáles son los criterios que se usaron para la selección de las 5.392 máquinas?
Los criterios que se están usando para nuclear y concentrar los centros de votación se desconocen. Lo más lógico es que la organización de todo el proceso revocatorio esté de la mano con la propuesta de la MUD, que es el solicitante.
«Los criterios usados para concentrar los centros de votación se desconocen»
Con el 1% tampoco se dieron explicaciones de los criterios. La MUD terminó aceptando la iniciativa que propuso el CNE para no seguir retrasando las firmas, pero esa propuesta tenía varios vicios. El primero era que la recolección debía hacerse con una base de cálculo nacional y no por estados, eso viola totalmente el derecho porque el Presidente de la República ganó en base a una circunscripción nacional que es Venezuela. Si el Presidente perdía en Apure no por eso dejaba de ganar toda la elección.
¿Fue un error de la MUD aceptar la recaudación del 1% por estado y no por circunscripción nacional?
Sí fue un error pero la Mesa de la Unidad tenía una presión con los tiempos, y al aceptar tomar como prioridad los lapsos definitivamente eso está afectando el referendo en este punto. Ahora, todas las encuestas nacionales hablan que 8 de cada 10 venezolanos están en contra del gobierno nacional y están dispuestos a firmar, y este número se distribuye en una representación proporcional significativa en todas las regiones. En la última elección la oposición logró mucho más de los números necesarios que se requieren en este momento en todos los estados.
¿Cree entonces que es posible realizar la recolección con estas condiciones?
Se tiene la oportunidad de recoger las firmas siempre y cuando no existan las limitaciones que se dieron en las firmas del 1%. Es decir, si el referendo revocatorio se diera en un clima de tranquilidad y equidad se pudiera alcanzar la cifra necesaria. Existe la posibilidad si la Mesa en términos generales se organiza, si la gente entiende que estamos luchando en contra de un sistema que está poniendo normas de carácter ilegales y se logra transformar eso en un descontento mayor para que la gente vaya, se pudiese alcanzar el número de firmas. La otra opción que tiene la oposición es retirarse del proceso y abandonar la estrategia que venía diseñando este año, tendría una justificación efectiva porque lo que se está haciendo va en contra de la Ley, pero no parece ser una posibilidad realmente considerada.
«la Mesa de la Unidad tenía una presión con los tiempos»
¿Podría la MUD negociar estas condiciones anunciadas por el CNE o son criterios definitivos?
En términos generales no se debería negociar la ley, pero lo que pasa es que el CNE no está actuando conforme a la ley, y dada la parcialidad que han tomado los rectores yo veo muy difícil que haya una modificación de la normas para la recolección del 20% de voluntades. Si la MUD solicita un plazo de debate, eso podría significar entrar en un proceso de negociación que limitaría los tiempos que se tiene para la programación, distribución de máquinas y la capacitación de los operadores. Eso pondría en riesgo la fecha del 20% nuevamente porque el CNE podría pasarla para el mes de noviembre o diciembre para tomarse el tiempo para responder otra solicitud de la MUD.
“Técnicamente es posible el revocatorio en diciembre”
Si se compara este despliegue con el que se ha efectuado en las elecciones internas de partidos, ¿estaríamos frente a un proceso más reducido?
En las primarias del Psuv y de la MUD se ha llegado a habilitar un número de entre 8.000 y 10.000 centros. Con ese número se puede atender a la gente de una manera holgada, cómoda y organizada, pero ahora se está forzando al sistema y a la población a unas jornadas que van a generar mucha congestión. La idea siempre ha sido facilitar el procedimiento electoral, ese es uno de los principios que rige a la administración pública, por eso uno puede elegir centros cercanos a las residencias. Pero cuando se dan estos casos, que reducen el número de máquinas y de centros, no se garantiza la cobertura óptima.
¿Se puede prever cuáles podrían ser las regiones más afectadas por el reducido despliegue de máquinas y centros?
Prácticamente todo el país se encuentra afectado, porque hay una disminución importante de los centros de votación y cuando se nuclean la cantidad de electores en esos centros van a haber colas en casi todos. Lo que pasa es que al día de hoy hay estados que aún son considerados chavistas como Trujillo o Vargas, pero la posibilidad de que la oposición gane en estas zonas está rondando el 70/30 en cualquier elección y eso significa que hay una altísima disposición de la gente de manifestar su voluntad en este 20%. Además, hay que prestar atención a los antecedentes del 1% en Nueva Esparta, Delta Amacuro, Amazonas y en centros como los Valles del Tuy.
¿Cuáles son los principales obstáculos técnicos que tendría la MUD con la recolección del 20%?
«el número máximo de personas que pueden participar está muy cercano a la meta»
El primero es la fatiga de la gente. Al poner 5.392 máquinas significa que si todos se ponen en una cola, uno tras otro, se va a nuclear una gran cantidad de electores mayor a la regular, lo que supone una logística electoral para el traslado de la gente también a los centros remotos que se ubicarán lejos de las capitales. El segundo gran reto es que el número máximo de personas que pueden participar está muy cercano a la meta y si se asume que se va a participar en esas condiciones se están asumiendo condiciones muy adversas, teniendo como referencia las irregularidades vividas en el 1%. El otro gran reto que se tiene es recuperar la credibilidad del organismo electoral. Porque es posible que el referendo revocatorio se dé en diciembre de este año, pero la probabilidad de que suceda es igual a la probabilidad de que no se dé, porque no depende de un aspecto técnico sino de una intencionalidad política.
¿Los errores que invalidaron a más de 605.000 personas en la recolección del 1% se pueden repetir?
Lo que pasó allí es que intentaron deslegitimar la solicitud con base en una serie de micro problemas que, según un estudio que hizo la MUD y que coincide con las denuncias que se hicieron, tenían que ver en un 98% con la trascripción de datos y con diferencias en la información básica y no con otros aspectos; es decir, fueron fallas propias del CNE. Se asumió que esos errores de trascripción y de información, como apellidos cambiados por matrimonios, eran de personas que estaban falseando la identidad, pero no fue así. Sin embargo, esos problemas que se generaron son minúsculos en relación a la cantidad que firmaron y no se puede sacrificar un derecho de 19 millones de personas por 3% de la población electoral.
Una elección no limita a la otra
¿Cómo quedan las elecciones regionales con este cronograma anunciado para el 20%?
El cronograma para las elecciones de gobernadores ya se debería estar elaborando. La organización se tendría que estar dando en paralelo porque una elección no limita a la otra. Sin embargo, el vocero del Psuv, Pedro Carreño, ha dado declaraciones donde ha dicho que las elecciones no eran una prioridad, porque las elecciones no eran un derecho humano fundamental, que hay otras prioridades en el país. Esa lógica está condicionando la planificación técnica de las elecciones regionales, bajo ese mismo esquema se prevé que por condiciones económicas tampoco haya proceso electoral el año que viene. Por ahora, las fechas no están dado para hacer las elecciones de gobernadores este año: no han convocado, no se han hecho las postulaciones, no se han capacitado a los miembros de mesa ni las juntas electorales, y cada uno de esos procedimientos lleva su tiempo.