Entre los grandes ausentes a la cumbre de Margarita figura la del primer ministro de la India, Narendra Modi, lo cual representa la primera ocasión en que este país no participa
José Rafael López Padrino
Luego de ser pospuesta en dos ocasiones, de haber malgastado al menos US$ 120 millones y militarizado la Isla de Margarita, se celebró finalmente la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en la ciudad de Porlamar.
Cumbre que se caracterizó por una improvisada y poco original agenda de discusión y por una “escuálida asistencia” de invitados, en relación a cumbres anteriores del MNOAL.
De los 120 presidentes convocados a la Cumbre del MNOAL, solo hicieron acto de presencia Robert Mugabe (Zimbaue), Evo Morales (Bolivia), Raúl Castro (Cuba), Hasan Rouhani (Irán), Rafael Correa (Ecuador), Mahmud Abás (Palestina), Salvador Sánchez Cerén (El Salvador).
La gran mayoría de los asistentes fueron funcionarios de menor jerarquía, entre ellos el Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, el Primer Ministro de Haití, Jean Charles Enex; el Vicepresidente de Nicaragua, Omar Hallesleven, el Viceprimer Ministro de Qatar, Ahmad bin Abdala Al Mahmud, y su homólogo de Vietnam, Vu Van Ninh.
En resumen, solo asistieron 7 presidentes, 3 primeros ministros y 19 cancilleres de los 120 invitados.
La desolada Cumbre del MNOAL de Margarita contrasta con la realizada previamente en la ciudad de Teherán (Irán, 2012), la cual contó con la presencia de 24 presidentes, 3 reyes, 8 primeros ministros, 50 ministros de Relaciones Exteriores, y el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Vale mencionar que entre los grandes ausentes a la cumbre de Margarita figura la del primer ministro de la India, Narendra Modi, lo cual representa la primera ocasión en que India, país fundador del MNOAL, no participa en una Cumbre desde su fundación (1961).
Hay que señalar que el régimen en su afán de garantizar la mayor participación posible en la Cumbre de Margarita ofreció a las misiones diplomáticas de los 120 países convocados, aviones de Conviasa para trasladar a los presidentes y primeros ministros; oferta que al parecer fue ignorada por la gran mayoría.
Al margen de esta cruda y desoladora realidad, los medios goebbelianos del régimen han asegurado que la Cumbre fue un todo un éxito, y que el liderazgo “mundial” del inquilino de Miraflores quedó reafirmado, una mentira más como es su costumbre.
Maduro, en su afán de maquillar la magnitud de la crisis que afecta al país, transformó a Margarita en una isla de utilería.
Convirtió a Porlamar en una “aldea Potemkin” en su intento de ocultar la cruda realidad que viven los venezolanos.
La expresión “aldea Potemkin” se debe al mariscal Grigori Potiomkin (1739-1791) quien hacia construir falsas edificaciones en la zona de Crimea a fin de complacer a la zarina Catalina II de Rusia.
Maduro y su combo montaron verdaderas escenografías para engañar a los invitados a la Cumbre del MNOAL, convirtiendo a Porlamar en una ciudad propagandística.
El Potiomkin caribeño “transformó a la capital de la isla” en una ciudad idílica con vías de comunicación envidiables (acondicionamiento de calles), una prosperidad y abundancia (supermercados y farmacias abarrotados de comida y de medicinas), una seguridad personal de primera (presencia de 14.000 efectivos y miles de cámaras de seguridad), una infraestructura hotelera estelar (remodelación de 16 hoteles) y un paisajismo impecable (remodelación de parques).
Todo ello para ocultar perversamente la situación catastrófica del país. Un régimen nefasto fabricante de falacias.
El Potemkin caribeño dispuso además el traslado de más de 10.000 aplaudidores de oficio a la isla.
Auditorio portátil que le sirvió a Maduro mostrar su “apoyo popular” ante los invitados extranjeros. Apoyo popular que brilló por su ausencia durante el correteo no olímpico y cacerolazo que sufrió en su visita a la barriada de Villa Rosa.
Además, los “arreados de tierra firme” le sirvieron de relleno en el acto de inauguración de la plaza y estatua del comandante insepulto frente al Centro de Convenciones del Hotel Venetur.
Obras que han sido ampliamente criticadas dada las dificultades económicas que enfrenta el país.
Maduro y su régimen fracasaron estruendosamente por convertir la Cumbre del MNOAL en su “tabla de salvación” internacional, al pretender utilizar ese foro como un medio para romper su aislamiento y sus fracasos en política internacional como lo ocurrido en el Mercosur.
Hay que recordar que el MNOAL dejó de ser una importante tribuna mundial del anticolonialismo para convertirse es una covacha desprestigiada de dictadores y represores en su gran mayoría.