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A DOS AÑOS de una masacre

Oscar Pérez trató a gritos de negociar su entrega con el mayor de la Guardia Nacional que comandaba las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro que lo tenían rodeado

El equipo de asalto que atacó, el lunes 16 de enero de 2018, con lanzacohetes y fusiles de asalto al policía insurgente venezolano Óscar Pérez tenía instrucciones de no tomar a nadie con vida, dijo el mismo Pérez por teléfono a un aliado poco antes de que lo mataran a él y a todo su grupo.

Sabiendo que estaba rodeado y que dentro de la vivienda que ocupaba se encontraba una familia inocente, Pérez trató a gritos de negociar su entrega con el mayor de la Guardia Nacional que comandaba las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro que lo tenían rodeado. Así lo relató un integrante del movimiento venezolano opositor conocido como Resistencia, que estuvo en contacto telefónico con el policía al inicio de los eventos del lunes.

“[Pérez] me dijo que había sido el mismo mayor el que les anunció que no iban a tomar a nadie con vida. ‘No vamos a negociar; la orden es de matarte’, eso fue lo que le dijo”, relató la fuente, quien habló bajo condición de anonimato por temor a represalias.

“Después se despidió y me dijo que tenía que despedirse porque necesitaba guardar batería y grabarlo todo”

El testimonio del integrante de la Resistencia venezolana, el de otras personas que también estuvieron en contacto con Pérez y el de los propios videos grabados por él, respaldan la tesis de que el policía y sus acompañantes fueron víctimas de una ejecución extrajudicial.

La muerte del también piloto fue presentada por el régimen como producto de un enfrentamiento entre fuerzas del orden y una peligrosa célula terrorista. Según la versión oficial, el tiroteo comenzó luego de que Pérez y su gente abrieran fuego contra el equipo enviado para negociar su entrega.

Además de Pérez, otros seis integrantes de su grupo habrían muerto, según la versión oficial, aunque personas allegadas señalan que había otras cuatro personas dentro de la vivienda, incluyendo una mujer y dos niños, cuyo paradero se desconoce y se cree que perecieron durante el cruento tiroteo.

Del lado de las fuerzas del régimen, dos de sus integrantes habrían muerto y ocho policías habrían resultado heridos, según declaró un una rueda de prensa el Ministro de Relaciones Interiores, Néstor Reverol, quien por otro lado, ha sido acusado formalmente de narcotráfico por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York.

En su presentación, Reverol dijo que las fuerzas del orden público descubrieron la ubicación de Pérez gracias a la entrevista que había brindado a la cadena CNN en Español y a datos brindados por la oposición venezolana durante el proceso de dialogo realizado en República Dominicana.

De la masacre se cumplen dos años, este 16 de enero.