Lo más grave son los problemas en la producción y distribución de alimentos. Al no haber información oficial, se desatan rumores que generan gran intranquilidad y que dificultan los programas de control de la pandemia
Luis Fuenmayor Toro/PUNTUALICEMOS SOBRE LA COVID-19 EN VENEZUELA
Se comprende que haya dificultades para saber lo que realmente ocurre con la pandemia de Covid-19 en Venezuela, pues las conductas hasta ahora del gobierno de Maduro y de la oposición de Guaidó han estado muy alejadas de la información veraz, lo que ha creado un clima de incredulidad general muy difícil de vencer. Quienes apoyan al gobierno rechazan cualquier información dada por el equipo opositor atrincherado en lo que ellos llaman Asamblea Nacional. Los seguidores de estos, por su parte, consideran que todo lo que diga el gobierno es falso y tiene sólo un carácter propagandístico. El resto de la población, la mayoría, aunque los polarizados no lo acepten, no les cree a ninguno de los dos.
«La crisis compleja del suministro de combustibles agrava la emergencia sanitaria existente»
El gobierno, en forma oficial y muy formal, presenta diariamente sus reportes sobre la marcha de la pandemia: casos nuevos y sus características, pruebas de laboratorio realizadas, pacientes graves y fallecidos, curaciones, distribución geográfica de los contagiados y búsqueda de los mismos, procedencia del contagio, tratamiento aplicado a los enfermos, evolución estadística de la pandemia y su comparación con otros países, actuación de las misiones médicas china y cubana y de la Comisión Presidencial encargada del caso, ayudas internacionales recibidas, nuevas medidas de contención acordadas y dificultades derivadas de las sanciones y hostigamientos contra el país.
La oposición extremista, por su parte, insiste en que la pandemia no podrá ser controlada por un aparato sanitario asistencial muy deteriorado, que sólo la salida de Maduro garantiza el triunfo sobre el Covid-19, que se debería liberar a los presos políticos para protegerlos de la infección y que disponen de una gran ayuda humanitaria internacional, lista para socorrer a la población. Ratifica que el gobierno manipula las cifras para dar la impresión de eficacia en el control de la epidemia, pues su interés es el de sacarle provecho político a la emergencia sanitaria existente.
«Más de la mitad de la población laboral venezolana no tiene empleo formal, razón por la que no puede permanecer en cuarentena sin trabajar más allá de pocos días»
Quienes en esta confrontación polarizada no tenemos partido por ninguno de los irracionalmente enfrentados, sino sólo nos guía el legítimo interés por el bienestar de la nación venezolana y sus integrantes, tratamos de ser lo más objetivos posibles en la evaluación de la lamentable y peligrosa situación que vive hoy Venezuela. Tenemos las mismas dificultades de la mayoría para poder saber qué información es cierta y cuál no lo es. Sólo podemos saberlo utilizando al máximo el razonamiento lógico, conociendo la historia de los actores políticos, comparando informaciones, detectando contradicciones, haciéndole seguimiento a los procesos y dándole el peso fundamental no a lo que la gente dice sino a lo que hace. En razón de lo señalado me permitiré efectuar algunas puntualizaciones sobre esta materia.
- A pesar de ser la epidemia un peligro grave para el país, el urgente llamado hecho recientemente por muchas personas y organizaciones, a que se posponga la diatriba política para luego, no ha tenido una respuesta satisfactoria del sector opositor guaidoísta, que la ha rechazado a través de declaraciones de su liderazgo fundamental. Por su parte, la respuesta del gobierno ha sido simplemente retórica.
- Hasta ahora el equipo opositor de Guaidó no ha hecho absolutamente nada en favor de los venezolanos afectados por el coronavirus. Pudo hacerlo con los emigrantes y simplemente mostró una indolencia increíble.
- Pareciera que una parte de los opositores extremos de Maduro vería con agrado el fracaso del gobierno en su lucha contra la pandemia por Covid-19, sin importarle lo que esto significaría para los venezolanos.
- Las actitudes de Trump y las sanciones que agravan la crisis existente, en esta situación grave de pandemia deberían ser rechazadas sin ambages por la totalidad de los venezolanos, a pesar de sus posiciones políticas.
- El gobierno debería dejar de manejar la epidemia sin el concurso de muchos expertos venezolanos en la materia, junto con quienes pudiera conformarse un equipo profesional de alto nivel para la atención de la emergencia sanitaria. Al frente del mismo debería estar el Ministro de Salud, como corresponde en este tipo de casos.
- Hay una clara desviación militarista en la forma en que el gobierno maneja la epidemia. La FANB es indispensable en la instrumentación de muchas acciones contra la Covid-19, pero los protagonistas deben ser otros.
- Si bien las cifras absolutas de muertes por la Covid-19 son bajas, su proporción es muy alta en relación con los infectados y con la de los países vecinos, lo que significa o que el tratamiento hospitalario no ha sido exitoso o, lo que parece más probable, que existe un subregistro de casos de infecciones por el coronavirus. Esto debe ser atendido y aclarado.
- Las informaciones oficiales han dejado de lado las limitaciones graves en la distribución de agua en el país. No se entiende cómo se pueden cumplir las exigencias de aseo corporal constante, cuando sólo un 20 por ciento de la gente dispone de agua permanentemente. Otro tanto ocurre con la insuficiencia de suministro eléctrico. Ambas deben explicarse.
- La crisis compleja del suministro de combustibles se agrega y agrava la emergencia sanitaria existente. Lo más grave son los problemas en la producción y distribución de alimentos. Al no haber información oficial, se desatan rumores que generan gran intranquilidad y que dificultan los programas de control de la pandemia.
- Más de la mitad de la población laboral venezolana no tiene empleo formal, razón por la que no puede permanecer en cuarentena sin trabajar más allá de pocos días. El gobierno no ha desplegado acciones generales suficientes que le garanticen a la gente el suministro de alimentos y bienes indispensables en sus hogares. Lo poco hecho a través de los CLAP es totalmente insuficiente.
@LFuenmayorToro