Vía DW
Desde un aire más puro hasta agua más transparente, los efectos positivos se dejan notar en América Latina. Y es que la naturaleza es la máxima beneficiaria del cese de la mano del hombre en la destrucción del planeta.
Aire más puro en las grandes capitales
Lima, Bogotá y Santiago de Chile son algunas de las numerosas capitales de América Latina que han visto mejorada la calidad del aire debido al confinamiento de la población para evitar la expansión del coronavirus. En Chile, el equipo de investigación Antártica Usach registró una reducción de entre 20 y 25% de las partículas en suspensión en el aire sobre Santiago (foto).
Playas de aguas transparentes
Las playas de Cancún (foto) son uno de los destinos turísticos más importantes de México. La ausencia de turistas dejó inusuales imágenes de largas extensiones de arena y aguas transparentes, así como la visita de una tortuga laúd que depositó 112 huevos frente a la zona hotelera. Mientras, en Acapulco se observaron episodios de bioluminiscencia, un fenómeno que no se producía desde hace años.
Ríos menos contaminados
Mientras que la imagen de las aguas cristalinas de los canales de Venecia (Italia) sin contaminación dio la vuelta al mundo, el río Rimac (foto) en Perú dejó atrás su sucio pasado, por el que habitualmente se había caracterizado. Durante esta pandemia se registró un 90% menos del lanzamiento de desperdicios sólidos por parte de la ciudadanía y de las fábricas situadas en los alrededores del río.
Animales en libertad, los reyes de la ciudad
Otra imagen que se volvió viral es la de un puma recorriendo las calles en Santiago de Chile (foto). Estos animales, que viven en cerros cercanos a la capital chilena, ubicada a los pies de la cordillera de los Andes, no fueron los únicos que se dejaron ver en entornos urbanos. En México aparecieron cuatro especies en riesgo de extinción: el jaguar, el hocofaisán, la tortuga laúd y el cocodrilo.
El «renacer» de las especies en extinción
La crisis del coronavirus puede terminar con el comercio ilegal de animales salvajes, una de las principales causas de su extinción. Asimismo, el nacimiento de nuevos ejemplares, como el de un mono tití cabeciblanco (foto) en el zoológico de Guadalajara (México) en tiempos de confinamiento da una luz de esperanza. Se trata de una especie colombiana declarada en peligro de extinción desde 1973.
Calma para los oídos
Además de la reducción de la contaminación atmosférica, la desaparición de automóviles de calles y carreteras disminuyó la contaminación acústica de las grandes capitales como Brasilia (foto). Así, por ejemplo, en Bogotá (Colombia), hubo una disminución de entre 5 y 10 decibelios durante el día y de entre 10 y 15 en la noche, según la Red de Monitoreo de Ruido Ambiental de Bogotá.
El canto de los pájaros ya no pasa inadvertido
La disminución del ruido durante la cuarentena hace que el canto de las aves, que antes quizás pasaba inadvertido, sea más perceptible para el oído humano. En la playa de Agua Dulce, una de las más bulliciosas de Lima, Perú, los vecinos pudieron disfrutar en primera línea de un «concierto» típico de una reserva natural que ofrecieron los centenares de pelícanos y gaviotas que ahí se congregan.
Parques naturales y áreas protegidas toman un descanso
En la mayoría de los países de América Latina, las actividades turísticas en parques naturales y áreas naturales protegidas no están permitidas. Por este motivo, el gobierno de Bolivia cerró 22 áreas protegidas, entre ellos el Parque Nacional Madidi. El cese de la actividad permitirá que la fauna y la flora descansen, un bien necesario para los ecosistemas más frecuentados por el turismo.
Visitas virtuales a un clic
El cierre de parques no significa que no puedan contemplarse. Parques Nacionales Naturales de Colombia ofrece visualización de 360 grados de algunos de ellos. Sin salir de casa se puede ver la plataforma de coral más extensa del Caribe continental colombiano (foto). Una observación que también puede hacerse del Parque Nacional Llullaillaco de Antofagasta (Chile) con la aplicación Chile 360º.
Biodiversidad urbana en el teléfono inteligente
Otra opción es aportar conocimiento desde el propio jardín. Entre el 24 y el 27 de abril, las personas en Costa Rica pueden inventariar las especies de flora y fauna de su entorno inmediato, al tomar una fotografía y subirla a la aplicación iNaturalist. Del 28 de abril al 3 de mayo, expertos de todo el mundo procederán a identificar los organismos reportados a través de la aplicación.