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Héctor Alonso López: El pueblo adversa mayoritariamente a esta tiranía #Entrevista

“El pleito en AD no tiene ni ribetes ideológicos ni tiene sentido histórico ni tiene sentido táctico ni tiene trascendencia en el tiempo, es un pleito, entre dos personas que han estado juntas durante 18 años”.

Enrique Meléndez

Héctor Alonso López, exparlamentario y exdirigente nacional de Acción Democrática, considera lastimoso el hecho de que el partido que fundó la democracia en Venezuela, que tiene al padre de la democracia dentro de su historia, como lo fue Rómulo Betancourt, esté terminando en un pleito entre Bernabé Gutiérrez y Henry Ramos Allup, dos personas, a su juicio, que han estado juntas durante 18 años.

         ¿Qué lectura tiene usted del actual escenario político venezolano?

         -El conflicto histórico-político de Venezuela, por supuesto, es un proceso muy complicado, muy difícil; por cuanto que aquí convergen dos visiones que, históricamente, en el país han existido; uno que fue el de la Generación de 1928, que moldeó y construyó lo que serían los elementos básicos de principios y de aspiración del pueblo venezolano en ese largo proceso, que derivó con el post-gomecismo, que también fue un proceso de confrontaciones, de definiciones, y que concluyó, en definitiva, en un nuevo proceso dictatorial.

-Porque, efectivamente, si nosotros revisamos la historia previa al gomecismo, este fue un país lleno de anarquías, de caos, de guerras civiles, de luchas intestinas, sin estabilidad y, por supuesto, ese proceso post-gomecista fue también complicado, pero que dio una señal muy clara hacia dónde podía ir el país.

-Entonces ese tránsito, después de que se instaura la democracia, encuentra un gran rival, que es la propuesta que estimula el presidente Hugo Chávez Frías, que tenía como objetivo la destrucción del proyecto que los jóvenes de la Generación del 28 habían resuelto, y habían decidido adoptar para Venezuela.

-Porque nuestros ciclos históricos constituyen un conjunto de hechos relacionados entre sí, cada uno es causa y consecuencia de otro, de modo que mantienen una dinámica en la historia. Para mí este es un aspecto medular dentro del contexto, de lo que vemos desarrollarse entre lo que ha ocurrido y lo que está por ocurrir en Venezuela.


«A la dictadura le importa muy poco lo que es la convivencia, las leyes, la Constitución»

Precisamente, Chávez hablaba de la decadencia del “puntofijismo”; porque se consideraba que el Pacto de Punto Fijo había degenerado. ¿Qué piensa usted?

-El Pacto de Punto Fijo yo creo que fue el mayor de los éxitos de este proceso histórico. ¿Por qué? Porque en primer lugar en un país de guerras civiles, de confrontaciones; eso le generó estabilidad política al país, de modo que el hecho de que hubiera habido estabilidad fue una ventaja para el gobierno del presidente Rómulo Betancourt, pues debemos reconocer que la barbarie moderna comenzó con la democracia, porque encontramos en pleno apogeo de ese proceso dos fuerzas que se contraponen y, paradójicamente, ayudan a darle estabilidad al sistema político, como fue la lucha armada, por cierto, auspiciada por el entusiasmo que generó la Revolución Cubana, más las intenciones, definitivamente, de liquidar la democracia formal, que comenzaba a prevalecer en Venezuela y, por otra parte, los sectores de la extrema derecha que, bajo las premisas de instaurar nuevos gobiernos militaristas de derecha, también insurgían.

-Es por eso que ese período constitucional betancourista, además del período de Raúl Leoni, atravesaron por esas alteraciones de la vida política del país, porque allí estaban planteadas confrontaciones de fuerzas antagónicas, así que dio lugar a esa situación de barbarie, que todos conocemos. Lamentablemente, aquí en Venezuela nos olvidamos de lo que, realmente, pasó, porque vivimos un presente que pareciera no ser la consecuencia de ese pasado que nos tocó vivir.

¿Le dio la razón la historia a Carlos Andrés Pérez, a propósito de su intención de corregir y enmendar muchas de las fallas, que se habían cometido hasta el momento de su segunda presidencia?

-Yo no tengo dudas de que el proceso político venezolano contemporáneo, no sólo tiene que ser sometido a una revisión profunda, dentro de los marcos que permita la interpretación correcta de lo que aquí en Venezuela pasó. Nosotros tuvimos cuarenta años de democracia, desde luego, 40 años que tuvieron matices. Sobre todo, hubo etapas, yo diría, que prodigiosas en términos de prosperidad y de bienestar.

-Es posible que revisando la historia de esos cuarenta años se haya llegado a valoraciones injustas de apreciación, de valoración de lo que allí se hizo, pues si nosotros revisamos las estadísticas de ese tiempo, no es factible compararlas con nada en Venezuela, pues si conocemos la historia anterior a la democracia, nos daremos cuenta que los pasos fueron agigantados, no sólo en cuanto a los beneficios del colectivo, sino que desde el punto de vista económico, social y político, pudiéramos decir que en Venezuela en tan poco tiempo, con relación a su historia larga, lo que se produjo fue un milagro.

-Ahora, eso no quiere decir que no haya comenzado a producirse un decaimiento, una situación de deterioro permanente en la política, en la economía, traducida en el hecho de ya ni siquiera pudo mantenerse en el tiempo el Pacto de Puntofijo, porque fue un pacto político que le dio fundamento de sustanciación a la democracia y que, luego del período de la llamada Ancha Base, los partidos que la integraban consideraron que no necesitaban del apoyo de los demás, sólo que a partir de allí empezó una declinación del proceso institucional, y que ha dado lugar a esta situación que hemos vivido a lo largo de estos años.


“Es lastimoso que el partido que fundó la democracia, que tiene al padre de la democracia dentro de su historia, como lo fue Rómulo Betancourt, esté terminando en un pleito de esta naturaleza”

¿Qué explica la circunstancia de que en un primer momento la clase media votó por Hugo Chávez, un tanto decepcionada de lo que había sido nuestro proceso de democratización?

-Es natural que en todas esas vicisitudes, que estamos hablando, de deficiencia de la democracia, porque muchos consideraron que ese era un sistema de gobierno definitivo, que lo habíamos conquistado para siempre; por lo que no se crearon mecanismos de defensa de la institucionalidad democrática, los partidos se fueron relajando, dejaron de ser el correaje entre la propiedad y el Estado; empezaron a decaer en cuanto a la calidad de su propio liderazgo, siendo utilizados más como herramientas electorales, que como intérpretes de las expectativas de los sectores populares.

-De allí comenzaron a deteriorarse instituciones tan fundamentales como la Confederación de Trabajadores de Venezuela, la Federación Campesina. Los gremios pasaron a dejar de ser el órgano tan importante y transmisor de las ideas y requerimientos de toda esa clase media, que se formó a lo largo de esos cuarenta años de democracia. Entonces, toda esa deficiencia la usa Hugo Chávez, quien llegó hasta un día a decir: “Este siglo perdido de Venezuela…”

-Cuando, en verdad, lo que está allí él es tratando de ignorar lo que fueron capaces de hacer los abuelos nuestros. los padres nuestros, que sin lugar a dudas, nos dieron la oportunidad de disfrutar de un bienestar y una seguridad social, que no la habíamos tenido, y que se ha vuelto a perder en estos veinte años de régimen chavista, pues lo que prometía Hugo Chávez, en ese sentido, era destruir lo que había, y no fue capaz o no le dio la gana de reconstruir el país que, en su defecto, iba a sustituir el otro.

¿Cuál es su apreciación de lo que fue el proceso Constituyente, con el que llegó precisamente Hugo Chávez?

-Fue un proceso que, en el fondo, tenía el propósito de establecer las bases constitucionales, a los fines de dar inicio al proceso de demolición del sistema político venezolano que, como ya lo dije, tenía fallas evidentes, y que esas flaquezas le daban pié para que él pudiera convencer a otros, de que ese cambio era fundamental, y que lo terminó personificando a él, tomando en cuenta que el único líder del llamado Socialismo del Siglo XXI fue Hugo Chávez.

-Es por eso que esas contradicciones, esos baches que se presentan dentro del propio gobierno lo demuestran, muy claramente, las realidades, si se parte del hecho de que la primera parte de ese socialismo fue de abundancia, mientras que la segunda parte que es la que, ahora, le toca al señor Nicolás Maduro, se trata de un socialismo de miseria.

-Allí ni siquiera se puede concebir que haya un plan ideológico más allá de la destrucción de un país que es, prácticamente, imposible recuperarlo hoy, porque costará todo lo que nosotros y mucho más invertimos, para construir una Venezuela que ha podido, perfectamente, ir corrigiendo sus fallas, sus desviaciones, y ponerse a tono, ya que esa es la verdad de los pueblos que, en definitiva, quieren ir trascendiendo y ser lo que su ciudadanía desea.

Hay quien opina que la única elección que ganó Chávez, sin discusión, fue la de 1998. ¿Qué piensa usted?

-No creo en eso. No hay duda de que ganó. Además, negarlo sería no sólo una irresponsabilidad frente a la verdad, sino que hasta entonces los partidos se habían debilitado. Esa es la realidad, y entonces un tipo con el discurso de vengador, un tipo que ilusionó a un país, con la promesa de que lo iba a llevar a un paraíso, había razones, en consecuencia, para ilusionarse, y no sólo el pueblo, pues aquí hubo sectores que trataron de reaccionar frente a las políticas, que se aplicaron durante la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez, políticas comerciales, industriales, que golpearon intereses, que hasta entonces vivían del Estado.

-Allí había una serie de empresarios que se vieron en la necesidad de tener que competir con las economías mundiales, y entonces muchos de ellos pensaron que a Hugo Chávez lo podían manejar, y lo podían llevar a replantear aquellas otras políticas, mediante las cuales ellos habían subsistido, teniendo presente que eran representantes de empresas transnacionales y contaban con medios de comunicación, de modo que podían poner a cualquier gobierno contra la pared, de manera que allí se equivocaron.

-Chávez no fue la pieza que ellos creían, porque lo que ha sucedido es que los primeros que han recibido el embate de la destrucción de la revolución chavista son esos mismos empresarios, y la prueba está en que de doce mil industrias que había en Venezuela, quedarán cuatro o cinco mil de mediana producción y, además, con muy bajo nivel de productividad.

-Esas falsas ilusiones son las que van a tener que despejarse en el tiempo por porvenir, porque, si bien es cierto que no podemos volver al pasado, no menos cierto es que hay valores y principios del pasado que tendremos que rescatar, tratándose este de un gobierno que lo que ha producido es el desencanto.

-Así que en esta oportunidad hay más gente que adversa al gobierno de Nicolás Maduro, que lo que ellos hubieran imaginado, con motivo del apoyo que recibió Hugo Chávez en el pasado. Las cosas están muy claras. Lo que pasa es que estamos frente a una dictadura, que pretende entronizarse, a la que le importa muy poco lo que es la convivencia, las leyes, la Constitución.

-Bueno, y ese es el conflicto de ahora,el conflicto que tenemos que resolver, y lo importante es que se resuelva con una estrategia que sea lo suficientemente inteligente, haciendo participar de manera masiva a los ciudadanos, que son los únicos que pueden tener la oportunidad de generar el cambio en Venezuela.


“El proceso político venezolano contemporáneo tiene que ser sometido a una revisión profunda, que permita la interpretación correcta de lo que aquí en Venezuela pasó”

¿Cómo enjuicia usted lo que ha sido la línea política de Acción Democrática a lo largo de estos años?

-Yo creo que uno de los grandes responsables de lo que ha ocurrido en Venezuela, no tengo por qué dudarlo, es AD, y te lo está diciendo alguien que vivió la mayor parte de su vida política en este partido. Porque estos nos son problemas que se han venido generando ahora, simplemente, son errores tácticos o, a lo mejor, ausentes de estrategia de lo que tenía que hacerse. El primer partido político moderno que ha tenido Venezuela en la historia contemporánea es AD.

-Yo no puedo pensar que, si las cosas salen mal o salen bien, el gran ausente tiene que ser AD. No, yo estoy absolutamente convencido, y así lo digo: todo lo bueno y todo lo malo, que se ha hecho en Venezuela, ha pasado por las manos de AD. Si nosotros perdemos la democracia, AD tendrá una gran responsabilidad de lo que puede ocurrir en Venezuela, porque ese es el partido que hizo el mayor esfuerzo, dio la mayor cuota de sacrificio, para hacer posible la libertad.

-Si se pierde la libertad y definitivamente la democracia, AD tendrá un peso grandísimo encima suyo, porque AD nunca ha debido dejar de ser el gran referente y la gran bandera de lucha del pueblo venezolano, para defender su democracia.

«Estamos frente a una dictadura que pretende entronizarse y a la que le importa muy poco lo que es la convivencia, las leyes, la Constitución»

Se sospecha que entre Bernabé Gutiérrez y Henry Ramos Allup hay una componenda, en lo que atañe a lo que acaba de suceder con la intervención de AD. ¿Qué piensa usted?

-La verdad es que no sé exactamente qué ocurre, porque no me meto en pleitos ajenos. Pero opino que es lastimoso, a propósito de lo que vengo de decir: que todo lo bueno y todo lo malo, que ha ocurrido en Venezuela se debe a AD, que el partido que fundó la democracia, que tiene al padre de la democracia dentro de su historia, como lo fue Rómulo Betancourt, esa organización esté terminando en un pleito de esta naturaleza, que no tiene ni ribetes ideológicos ni tiene sentido histórico ni tiene sentido táctico ni tiene trascendencia en el tiempo, en un pleito, repito, entre dos personas que han estado juntas durante 18 años.


«Uno de los grandes responsables de lo que ha ocurrido en Venezuela, no tengo por qué dudarlo, es AD»

¿Cómo ve usted la composición del nuevo CNE?

-El problema del CNE no pasa para mí, simple y llanamente, porque ni siquiera quienes estén allí, porque, al final, si tú pones allí unos bandidos, bueno eso no te vale mucho, con respecto a las intenciones que originalmente puedas tener, poniendo gente que no lo sea. El problema no está en ver a quién tienes tú de árbitro electoral.

-Porque aquí pase lo que pase, vaya a pasar lo que vaya a pasar, el gran árbitro es el propio pueblo de Venezuela. Si ese pueblo se queda en su casa, y sólo se dedica a mirar la televisión, para ver como van los resultados de otros participantes, y siendo el pueblo de Venezuela contundente y mayoritariamente adversario de esta tiranía, le preguntaría yo: ¿qué debemos hacer, entonces?

-Bueno, está bien, eso es verdad, aquí a lo mejor no hay equidad, a lo mejor hay ventajismo a lo mejor hay hegemonía comunicacional y unas fuerzas militares que le sirven de soporte a esta dictadura, pero si el 80% de los venezolanos son adversarios de este gobierno, tomando en cuenta que los ha maltratado, que les está generando una situación bien calamitosa, triste y deplorable, entonces, ¿ese 80% dónde está?

-No, eso no está ocurriendo porque aquí lo que está ocurriendo es que la gente está preocupada de los pequeños partidos que quedan en Venezuela, y que no terminan de ponerse de acuerdo, porque son organizaciones estancan que, a lo mejor, tienen desconfianza las unas con las otras y, mientras eso no se resuelva, aquí puede haber cualquier CNE, aquí puede haber todas las ventajas para el gobierno, aquí puede haber toda la inequidad posible; pero si la fuerza real, que es el pueblo, no se ha organizado, aquí no tenemos que discutir otro tema, porque me parece absolutamente innecesario.