«El mejor oficio de mundo lo ejercemos con dignidad, aunque los factores de poder nos encarcelen».
Felix B. Sucre
CNP 8526
En Venezuela se ha hecho normal meter preso a los periodistas, como a los demás trabajadores de la prensa, porque a los funcionarios del gobierno que ejerce Nicolás Maduro no les agradan las noticias, sobre todo las que se producen en sus instituciones. Por eso los funcionarios o los dirigentes maltratan a los colegas.
Nosotros nos somos los autores de los hechos, somos los narradores; somos los que hacemos la descripción del suceso, la redactamos para que la sociedad esté informada. Para eso nos formamos, es la razón de ser de nuestras casas de estudios.
Es como que nosotros, los periodistas venezolanos, amparado en los artículos 28, 58 y 143, aparte de la Ley del Ejercicio del Periodismo y del Código de Ética del Periodista Venezolano. Nos amparamos en la legalidad.
Sin embargo, aún cumpliendo el requisito de ley, para los funcionarios del gobierno, civiles militares, el trato que se nos da es el de delincuente, ya que cuando se pretende impedir el ejercicio, el miserable funcionario policial o militar, pretende destruir nuestro material de trabajo, todo para que se borren las evidencias de sus fechorías.
Entonces, cuando alegamos condición profesional, concretamente el derecho al secreto, establecido en la propia Constitución Bolivariana, artículo 28; también alegamos el artículo 8 de la Ley de Ejercicio del Periodismo, es como que le mentaramos la madre al corruptico de turno. Porque lo sobran.
De allí viene el trato de delincuentes para los periodistas y para los trabajadores de la prensa, como el caso de los reporteros gráficos o los camarógrafos y los asistentes. Este es un hecho diario.
Detienen a los periodistas, los secuestran como vulgares delincuentes. Y, para más, muchas veces los Fiscales del Ministerio Público son los mayores responsables de todas las tropelías contra nosotros; la que es acompañada posteriormente por los jueces, quienes, en muchos casos, siguen demostrando que cada uno de ello tiene un precio: Cuánto Vale un Juez? Hoy hasta los magistrados del TSJ tienen precio.
Ese es su problema. En su momento tendrán que responderles a la sociedad por sus irregularidades,cpor sus fechorías, nosotros lo que tenemos que hacer es seguir escribiendo las noticias; elaborando nuestras crónicas, porque son ellos las noticias. Además, en este gobierno sobran los hechos, de lo que no podemos ser parte subjetiva, sino que debemos ser los redactores que cumplimos nuestro deber de informar.
Aquí se debe hacer un alto, en cuanto a la conducta de los directivos del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), los cuales tienen que estar al día, legitimados a través de los respectivos procesos electorales, porque llega el momento que ellos mismos debilitan la lucha gremial y sindical porque es dudosa su representación legal. Es necesario que esto también se revice.
La lucha por contar con un gremio digno y combativo pasa por cumplir con la Constitución Bolivariana, la cual viene siendo desconocida por el CNP y por el SNTP, verdad que hay que lanzar a la calle, así esto no sea del agrado de quienes se han adueñado de nuestros gremios, tal como el chavismo se quiere adueñar de Venezuela para convertirla en una pocilga, de lo que estamos muy cerca.
No somos delincuentes. Eso hay que reafirmarlo. Hay que decírselo a todos, porque no tenemos nada que ver con la corrupción que está devorando a la Nación; no tenemos nada que ver con el narcotráfico del que, además, se habla mucho desde hace muchos años en Venezuela, dónde civiles y militares forman parte de carteles, con lunas o soles. No sé dice que en Miraflores se tiene conocimiento de eso? Pues que sean los inquilinos de esa casa los que respondan. Cómo deben responder por tales señalamientos los del PSUV.
Finalmente, como no conozco el gobierno de Juan Guaido’, por lo que hago el alerta para que no se tenga la misma historia de los gobiernos anteriores, repetido por el de Hugo Chávez, donde su suplente Nicolás Maduro se está llevando el palmarés. Para ellos, sus policías y sus militares, aparte de sus paramilitares llamados «colectivos» no pueden alegar que son hermanitas de la caridad, así los colegas chavetizados digan lo contrario o se queden cayados. Es lo que han hecho en todos estos años.