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Conindustria: El sector industrial sólo está trabajando en un 18% de su capacidad

A juicio del dirigente gremial el ritmo que lleva la onda expansiva de la pandemia del Covid-19 en nuestra salud pública, se ha sumado a lo que ha sido fracaso de veinte años de políticas económicas erráticas.

       Enrique Meléndez

 Para el presidente de Conundustria, Adán Celis, llegó la hora de sentarse a diseñar un plan de recuperación de la producción; pues sin empleo, sin trabajo y sin oportunidades para los venezolanos, lo que puede derivar es que éstos se mueran de hambre.

         Esta consideración la hizo durante un encuentro que tuvo Conindustria con los representantes de los medios de comunicación.

         Comenzó se intervención destacando el hecho de que la organización que preside ha decidido retomar el tema de la reactivación económica; partiendo de que el Covid-19 puede ser que nos afecte o no; dependiendo de la forma de cuidarse la persona y de muchos otros factores, sólo que sin empleo, sin trabajo y sin oportunidades para los venezolanos, lo que puede derivar es que éstos se mueran de hambre.

         -Por lo tanto, es importante que estén de la mano; tanto el tomar las medidas sanitarias fundamentales; como que la economía pueda producir; que no se sigan perdiendo puestos de trabajo; que no se sigan cerrando industrias, comercios, etcétera. Las dos cosas pueden convivir.

         En ese sentido, Celis habló de un plan de reactivación de la producción; que Conindustria le propone al país; aunque antes de referirse al mismo, pasó a plantear la situación en la que nos encontrábamos antes de la pandemia; consecuencia, a su juicio, de 20 años de políticas erráticas; una estrategia económica que, en lugar de tender hacia una expansión de la producción; buscando traer inversiones, lo que ha sucedido es, por el contrario, una reducción de la producción, hasta tener hoy en día una economía enana.

         –Del 2013 al 2019 hemos sufrido una caída de 77% del producto interno bruto, lo cual es sólo equiparable a una economía de guerra. En ninguna otra parte del mundo la economía ha registrado una caída tan brutal; sin ningún tipo de conflictos bélicos; consecuencia, únicamente, de haber adoptado un modelo económico que, en lugar de buscar que los venezolanos tengamos una mejor oportunidad, que permita gozar de la independencia, para escoger nuestras fuentes de ingresos; donde trabajar y donde desarrollarse, más bien, ha sido todo lo contrario.

         Calificó de único el fenómeno de la caída de 70% de la economía; resaltando la circunstancia de que en el 2019 hubo una caída de 35%; mientras se estima que para el 2020 se produzca una caída de 25%; lo que, a su modo de ver, no sólo se traduce en el cierre de empresas; sino también la pérdida de empleos; la pérdida de productos, que nosotros fabricamos aquí; la pérdida de mercados.

         -En nuestros sondeos un 43% de los venezolanos nos reportan que está en la imposibilidad de trabajar o nos reportan pérdida del ingreso, a raíz también de la pandemia. Por lo tanto, esto es un cóctel; que se ha acumulado, producto de una contracción económica gigantesca, a lo que se ha añadido la llegada del Covid-19; dando origen a una coyuntura, en la cual lo que se ha incrementado es el desempleo, el hambre y la miseria.

         Por otra parte, Celis se refirió al problema de las remesas, que viene a formar parte también del cúmulo de situaciones adversas, que vive el pueblo venezolano producto de la pandemia, y que sus montos se han reducido en un 55%; teniendo presente que a la larga Venezuela se ha venido convirtiendo también en un país de remesas; cuando en la Venezuela de otrora nuestra población nunca emigraba; de modo que, si las remesas se ubicaban en 3 mil 500 millones de dólares, esta cifra se reducirá en un poco más de la mitad; impactando, en ese sentido, el ingreso de los hogares; si se parte del hecho de que los países, hacia donde han emigrado nuestros compatriotas, en las presentes circunstancias, han tenido que reducir asimismo la economía, y eso ocasiona pérdida de empleos; lo que hace que la situación de nuestra diáspora sea muy complicada.

         -Adicionalmente a eso, está la pérdida del poder adquisitivo del venezolano; que llegó a ser uno de los más elevados de Sudamérica. Estamos hablando de que el salario mínimo está hoy en día en dos o tres dólares; cuando en Venezuela llegamos a tener salario mínimo rozando los 300 dólares; con lo que se ha impactado el consumo.

         A ese respecto, Celis llamó la atención de la importancia que tiene el consumo en una economía; ya que, a su modo de ver, se trata de una transversal, que abarca a todos los sectores de la producción económica; que afecta a industriales, a comerciantes y que, por lo tanto, una caída por tres años consecutivos de los órdenes de 16, 24 y 29 por ciento, ha terminado por devastar ese poder adquisitivo.

«El salario mínimo está hoy en día en dos o tres dólares y la reducción de las remesas impactará el ingreso de los hogares»

         Celis mostró una lámina donde se representaba la caída del PIB por sectores; empezando por el sector lácteo; donde se ha registrado un 89% de contracción, en lo que atañe al consumo; seguido del sector de los bienes de higiene personal con un 86%; lo que son los productos básicos: 83%.

         -El sector industrial sólo está trabajando en un 18% de su capacidad. Ustedes se pueden imaginar el esfuerzo que están haciendo las industrias, para tener unos costos del orden del 100%. Eso hace que las empresas se vayan perdiendo, en lo que se atañe a su capacidad productiva; que dejen de ser competitivas; en lugar de entregar productos y ofrecer empleos al país, que es su finalidad.

         Dijo, además, que de no tomarse las medidas a tiempo, el 60% de ese parque industrial, que todavía subsiste, podría también bajar sus “santamarías”, trayendo a colación el hecho de que, por otra parte, un 30% de los establecimientos comerciales asimismo está en riesgo de colapso, es decir, más gente para la calle; al tiempo que se cierran sitios emblemáticos de consumo; donde el venezolano acude de acuerdo a las necesidades de su consumo.

         -Estamos hablando de que se pueden perder tres millones de empleos; que son tres millones de familias, las que se verían afectadas, en ese sentido; a raíz de esa mezcla aberrante de políticas económicas desacertadas y de la pandemia. Por lo tanto, es urgente que se tomen las medidas, y que se ayude a oxigenar al sector productivo.

Adán Celis: Del 2013 al 2019 hemos sufrido una caída de 77% del producto interno bruto, lo cual es sólo equiparable a una economía de guerra.

         Según Celis, en toda la región sudamericana se hace hoy en día un esfuerzo por reducir el empleo informal; ya que se trata de un empleo que no genera bienestar; que no dinamiza la economía; cuando, por el contrario, en el empleo formal es donde está la seguridad social; el empleo que paga impuestos; donde hay una serie de beneficios que es lo que, realmente, dinamiza la economía, y que hoy en día solamente un 20% de los trabajadores pertenecen al sector formal; mientras que un 45% de los trabajadores obtienen sus ingresos por cuenta propia.

         -Eso es un drama para el país. Tenemos que revertir eso; que el mercado de la mano de obra beneficie al trabajador y al país, en su conjunto; pagando impuestos; impulsando las actividades económicas. Además, que el trabajador tenga acceso a créditos; que tampoco lo tiene la informalidad. Pero eso sólo se logra a través de la inversión.

» El desabastecimiento de la gasolina es una situación que parece insólita en un país que está próximo a cumplir los 100 años como productor de hidrocarburos»

         Celis abordó también el tema de los servicios públicos; cuyo deterioro impacta en la producción; cuando en otra época Venezuela gozó de unos servicios públicos impecables; empezando por el sistema eléctrico nacional; el servicio de agua, y que poco a poco se han venido perdiendo por falta de mantenimiento; por la fuga del personal especializado; de modo que su recuperación constituye otra de las tareas que tenemos pendientes los venezolanos en el futuro más inmediato.

         Mención aparte le mereció tocar el tema del desabastecimiento de la gasolina; una situación que parece insólita en un país que está próximo a cumplir los 100 años como productor de hidrocarburos; llegando a tener el complejo de refinerías más grande del mundo; lo cual es la prueba, a su modo de ver, de que aquí hay que propiciar un cambio de un modelo económico que no ha servido; de modo que, a su entender, esa constituye una realidad que hoy nos sume, y que es difícil de llevar; vistas todas las coyunturas que se han presentado.

         -Luego de 150 días de confinamiento que llevamos; se ha estimado que se pierda entre un 40 ó 50 por ciento de las empresas, que ha tenido que cerrar sus puertas; con repercusiones en la economía de los hogares venezolanos; que han venido perdiendo su sustento de vida. Eso se ha visto reflejado en los medios de comunicación. Del 100% de las empresas, sólo un 20% está operativo; que está dentro del sector priorizado.

Indicó Celis que el otro 80% no ha podido arrancar; aun cuando está buscando la forma de mantenerse; recuperar la producción, y así que esos son los empresarios, a los que hay que considerar héroes.

         Indicó que Conindustria está dispuesta a sentarse con el gobierno a los fines de discutir un plan de reactivación de la economía, que ha venido diseñando; poniéndose énfasis en la salud, como primera prioridad, pero no sólo por la circunstancia de la pandemia del Covid-19 en nuestra sociedad, sino la salud, en su conjunto; pensando en el mayor bienestar del venezolano; para que éste pueda seguir manteniendo a su familia; para que podamos tener los productos, que fabrican los industriales venezolanos, y que son colocados en nuestros establecimientos comerciales.