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El exterminio económico y social #Opinión #OscarBattaglini

“El exterminio comprenderá la imposición internacional de condiciones de vida, entre otras, la privación del (sic) acceso de alimentos o medicinas…, encaminadas a causar la destrucción de parte de una población”. (Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional).

Oscar Battaglini

¡Es asombroso la forma como encaja la actual situación venezolana en esa definición del exterminio formulada por el Estatuto de Roma! Pero el asombro no termia ahí, sube de grado cuando nos percatamos de que en nuestro caso, la destrucción allí expuesta no está dirigida contra una parte de la población, sino contra toda la población venezolana. Veamos algunas de las múltiples evidencias que no sólo demuestran esa afirmación, sino que le dan forma y contenido a la política de exterminio que sistemáticamente se ha venido practicando contra nuestro pueblo.

Venezuela presenta hoy la imagen de un país en guerra, o que ha sufrido los embates de una catástrofe natural de incalculables proporciones y en pleno desarrollo. Son muchas las evidencias que dan cuenta de esta situación desastrosa. En primer lugar, una recesión crónica de aproximadamente 7 años, que ha paralizado en más de un 80% la actividad económica nacional; hecho que encuentra su confirmación en una caída del PIB de más de un 70% (acumulado) en el período 2013-2019. Expresado en términos concretos, es decir, por sectores, es como sigue:

Como es sabido, Venezuela pasó de una producción de 3,5 millones de b/d, a producir menos de 400 mil b/d en la actualidad. Esta reducción descomunal que nos ha hecho retroceder a los niveles que teníamos en 1943, en la misma medida que ha limitado de manera extrema las exportaciones petroleras, ha mermado el ingreso en divisas por este concepto. Esto explica el déficit crónico por el que atraviesa el régimen madurista, y el estado ruinoso que en todos los sectores presenta la economía nacional.

Estas actividades económicas bajo el régimen chávezmadurista, se han visto reducidas en más de un 70% de su capacidad. Esto quiere decir que la economía venezolana de hoy, es tres veces menos de lo que era antes de que el chavismo se hiciera con el poder. Tal resultado demuestra que esa corriente política en el ejercicio del poder, nunca se propuso en serio, por incapacidad, por la carencia de un proyecto y de planes concretos (o por lo que fuera) avanzar en la realización de una política para la transformación y desarrollo económico del país, fundada en la idea (en la necesidad) de incorporar (sin exclusiones) a todos los sectores (sociales, económicos, políticos, etc, interesados en llevarla a término exitosamente.

De lo que si hay evidencias y abundan, es de todo lo contrario; es decir, del hostigamiento que, desde el Estado chavista se ha puesto en práctica contra los productores, el sector creador de fuentes de empleo y los propios trabajadores del campo y la ciudad. Muestra de ello son, por un lado, las expropiaciones, la política de precios, el encaje bancario, la inseguridad jurídica, el abigeato, la destrucción de los mecanismos que permiten el acceso a semillas, fertilizantes y otros insumos (Agroisleña), la escasez de gasolina que afecta el traslado de los alimentos, el suministro de bienes primarios para la industria manufacturera, la “matraca” en las alcabalas (GN) etc, que se ha ejecutado sobre todo contra los productores del campo. Lo cual ha sido la causa básica de que la producción agropecuaria del país se haya reducido en, aproximadamente, un 80% de su capacidad; y, por otro lado, la persecución policial contra los dirigentes sindicales (Rubén González), y los propios trabajadores y directivos de gremios (judicialización de la política y los derechos democráticos) que asumen la crítica mediante la que denuncian: 1- la situación existente en la actividad económica, en las empresas y demás espacios laborales; 2- el intento de eliminar los “sindicatos clasistas” para imponer sindicatos patronales y gansteriles; 3- la eliminación de la contratación colectiva; etc.

La situación en la industria es muy similar a la que se vive en la actividad agrícola. A tal grado es así, que puede afirmarse que el régimen chavezmadurista ha practicado una implacable y sistemática política de exterminio contra la industria nacional. Esa es la conclusión a la que se llega cuando se constata que para el momento del ascenso de Chávez al poder (1999), el país disponía de un parque industrial manufacturero de aproximadamente 13 mil empresas, y hoy, a duras penas se mantienen menos de dos mil que, como en el caso de la agricultura, operan en promedio, a un 20% de su capacidad instalada. La situación en las industrias básicas de Guayana, es mucho peor. En Sidor, Venalum y Alcasa, que constituyen las empresas emblemáticas de este complejo industrial, la producción es cero (0), y sus trabajadores permanecen en sus casas percibiendo un “salario” monetizado por el BCV.

En segundo lugar, una hiperinflación que aunada a la destrucción de la que ha sido objeto la economía nacional por el chavezmadurismo oficial, han sumido a la población venezolana a la más espantosa miseria y en un inminente riesgo de muerte y exterminio.

Las consecuencias sociales directas e inmediatas de la situación descrita se ven reflejadas en el creciente deterioro de las condiciones de vida de la población, lo cual ha propiciado que las Naciones Unidas (ONU), por medio de la oficina de la alta comisionada para la defensa de los derechos humanos haya señalado en su informe que Venezuela atraviesa actualmente por una crisis humanitaria compleja:

«el ejercicio de los derechos sociales y económicos en Venezuela, han seguido deteriorándose continuamente con efectos desastrosos en niños, mujeres embarazadas y pueblos indígenas»

… “el ejercicio de los derechos sociales y económicos en Venezuela, han seguido deteriorándose continuamente con efectos desastrosos en niños, mujeres embarazadas y pueblos indígenas”.

“en Venezuela más de un millón de niños han dejado de asistir a la escuela por falta de alimentos, por problemas de transporte, por falta de maestros”

… “en Venezuela más de un millón de niños han dejado de asistir a la escuela por falta de alimentos, por problemas de transporte, por falta de maestros”. .. (Informe Bachelet, junio de 2019).

Cabe destacar que en su informe de este año (2020), ha reiterado que en Venezuela la situación ha seguido agravándose.

A lo aquí registrado del Informe Bachelet habría que agregar lo siguiente:

1-más de 20 millones de venezolanos se encuentran por debajo de la línea de pobreza.

2-más del 90% de ellos no tiene acceso a la canasta alimentaria debido a la precariedad de su poder adquisitivo que ha quedado reducido a menos de un dólar diario.

3-por esa razón, más de 7 millones de venezolanos requieren en la actualidad de asistencia humanitaria (FAO).

4-hoy, la inmensa mayoría de los venezolanos consume un tercio (1/3) de lo que consumía en promedio hasta el año 2012.

5-la desnutrición por causa del hambre, ha alcanzado la preocupante cifra de 33%.

6-la esperanza de vida del venezolano se ha visto disminuida en más de 4 años.

7-el estado nutricional de niños menores de cinco años, alcanzó niveles de emergencia. Más de la mitad de ellos (52%) están desnutridos o en riesgo de estarlo; sobrepasando el límite de 15% fijado por la OMS (Cáritas).

8-no sólo los niños pasan hambre, la padecen también las madres. Este cuadro muestra una tendencia creciente. En sentido estricto, esa situación pasó de un grado de alarma a uno de crisis (Cáritas).

9-el déficit del personal sanitario (médicos, de enfermería, etc), tecnológico, de medicamentos y otros insumos, de bioseguridad, etc, que se registra en el sistema de salud pública nacional; el cual no sólo se ha puesto de manifiesto, plenamente y con toda su crudeza sino que se ha agravado por efecto de la emergencia creada por la pandemia del Covid-19.

Completan esta visión sobre la política de exterminio que la dictadura ha venido ejecutando contra el pueblo venezolano; la información procesada por el ENCOVI, acerca del estado actual de la pobreza en Venezuela:

Si a ese cuadro de calamidades extremas se agrega el caos existente en la prestación de los servicios de agua, electricidad, gas, gasolina, transporte, telecomunicaciones, etc, entonces estaremos en condiciones de hacernos una idea de la magnitud de la catástrofe por la que atravesamos los venezolanos, y del riesgo de exterminio al que hemos sido expuestos, no en balde cerca de 6 millones de compatriotas que intuyeron la magnitud de la tragedia, huyeron despavoridos buscando otro destino.

El régimen autoritario miente (como ya es costumbre), e intenta justificarlo todo cuando sus voceros afirman que esa situación es causada por las sanciones que la comunidad internacional ha dictado en su contra, cuando es harto conocido que tal situación ya existía para el momento en el que dichas sanciones comenzaron a ser aplicadas, en consecuencia, se trata de una responsabilidad de la que el madurismo no podrá evadirse, y por la cual -tarde o temprano- tendrá que responder ante el pueblo venezolano.

EL AUTOR es historiador, profesor de la Universidad Central de Venezuela, co-fundador del partido Liga Socialista y exrector del Consejo Nacional Electoral. 
Autor de los libros “Legitimación de Poder
y lucha política en Venezuela” y “El medinismo, modernización,
crisis política y
golpe de estado”.