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La miserable pensión del régimen de Maduro alcanza solo para comprar medio kilo de tomate

Para la cúpula gobernante hay de todo. Maduro se dice el Presidente obrero pero con sus políticas ha humillado a los pensionados.

Félix B. Sucre

Hoy cada adulto mayor recibirá su pensión de miseria en un país petrolero, gracias a las políticas de quien ocupa la oficina de Miraflores, Nicolás Maduro, para quien ellos no tienen ninguna importancia, aún cuando cínicamente se dice «el presidente obrero», por el tiempo que estuvo en el Metro de Caracas.

Hoy los pensionados cobrarán 400.000 bolívares, con los que no pueden comprar una medicina, sino medio kilo de carne, una harina Juana (la oficialista) y medio kilo de tomate. Eso es lo que pueden comprar; no hay para más, ya que la hiperinflación inducida por la política destructiva del aparato económico nacional, de la que es responsable Nicolás Maduro, el PSUV y partidos aliados. Allí también está la cúpula militar, para quienes hay de todo.

Sin embargo, Nicolás Maduro y sus ministros han hablado de proteger el salario, pero nadie sabe cómo, ya que la hiperinflación y la especulación está presente hasta en los productos que elaboran la empresas en mano del chavismo, madurismo y afines, clara los cuales la sensibilidad humana no existe, sino el enriquecimiento como en cualquier actividad del capitalismo salvaje.

Se sabe que la AN aprobó la Ley de Seguridad Social para beneficiar a los trabajadores y a los jubilados y pensionados, el TSJ le dió vía Constitucional, pero en Miraflores Nicolás Maduro no le dió la gana ponerle el ejecutese, para lo que alegó que no había dinero. Después sacó la «tarjeta socialista con un monto, en el momento, de 100.000 bolívares. De ella no hablaron más, hasta que apareció el Carnet de la Patria.

Vinieron los bonos de la miseria. No vino un aumento de salarios, adecuandolo a los niveles de los países latinoamericanos, incluso con Haití. Maduro y sus ministros siguieron burlándose del país, sin embargo, los militares si fueron beneficiados con sustanciosos sueldos. Claro, ellos son los que tienen las armas y los que rápidamente tumban gobierno. Los trabajadores, jubilados y pensionados no.

TAREA PARA GUAIDO

Esta dramática situación social nos obliga a pedirle al Presidente Juan Guaidó que haga algo para dignificar a los trabajadores, jubilados y pensionados de Venezuela. Dólar y medio no puede justificarse ni en Burundi, país africano o en Cuba, dónde una cúpula corrupta y mercenaria vive como viven los obispos venezolanos, sin preocupación a la hora del desayuno, almuerzo o cena.

Esta es la realidad en la Venezuela petrolera, la que, en manos de esta pandilla, ha destruido la economía, incluso la industria petrolera, al extremo de tener que comprarle gasolina a Irán, mientras se le regala a Cuba y, para colmo, si usted, venezolano o residente del país, protesta en una cola para echar gasolina corre el riesgo de ser detenido por un GN e imputado por un tribunal militar, a pesar de estar prohibido por la propia Constitución Bolivariana.

En la cárcel de La Pica, estado Monagas, está preso el dirigente sindical Rubén González por órdenes de un tribunal militar, lo que poco o nada ha importado al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López ni a Nicolás Maduro.

Por eso esperamos que el Presidente Juan Guaidó se ocupe de atender los problemas del país, entre ellos el caso de los trabajadores, de los jubilados y pensionados para que sean significados. Cómo también que ponga en libertad a todos los presos políticos, todos, porque la Constitución se lo permite.

Venezuela, la petrolera en la miseria, llegó allí gracias a Hugo Chávez y su suplente Nicolás Maduro. ¿De quién será suplente Juan Guaidó para impulsar los cambios en Venezuela y que se cuente con un salario entre los 250 o 300 dólares mensuales?

Ya está bueno de trato miserable por parte de Nicolás Maduro y su cúpula. Los militares deben regresar a sus cuarteles. La democracia es de civiles militantes de partidos políticos, dónde hay trabajadores, jubilados y pensionados. Ah, también jóvenes de ambos sexos, los cuáles llegarán a la tercera edad en su momento.


CNP 8526