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Economista Jesús Casique: Vamos para tres años de hiperinflación #Entrevista

“Ucrania, cuya hiperinflación se mantuvo 35 meses con ese flagelo, seguida por la de Grecia, 44 meses y Nicaragua sesenta meses

Enrique Meléndez

         El economista Jesús Casique considera que para el 2021, de continuar con la política económica que rige actualmente, Venezuela estaría ubicándose como el segundo país con la mayor duración de hiperinflación en el mundo.

“Ucrania, cuya hiperinflación se mantuvo desde el año 1992 hasta 1994, atravesó 35 meses con ese flagelo; seguida por la de Grecia 1941-1945, 44 meses; para venir luego Nicaragua que tuvo una hiperinflación entre 1986 y 1991, es decir, de sesenta meses”, agrega el economista Casique.

         ¿Qué opinión le merecen las cifras relativas a la inflación, que dio a conocer el Banco Central de Venezuela?

         -Venezuela está atravesando por un escenario de hiperinflación desde noviembre de 2017; de modo que ya vamos para tres años en esta situación hiperinflacionaria. La próxima escala sería la que experimentó Ucrania, cuya hiperinflación se mantuvo desde el año 1992 hasta 1994; significa  que atravesó 35 meses con ese flagelo; seguida por la de Grecia 1941-1945, 44 meses; para venir luego Nicaragua que tuvo una hiperinflación entre 1986 y 1991, es decir, de cinco años. Esto significa que Venezuela para el 2021 estaría ubicándose como el segundo país con la mayor duración de hiperinflación en el mundo.

         -En la misma forma, el BCV publicó las cifras de la inflación intermensual, que las tenía congeladas desde el mes de mayo, y así se conoció que en el mes de junio tuvimos una inflación de 25,1%, la del mes de julio fue de 19,6%. Esto quiere decir que la acumulada se ubica en 491% y la interanual hasta junio de 2020 se ubica en 2.038%.

         -El gobierno estableció la reconversión monetaria en agosto del año 2018; aun cuando, se le recomendaba que no lo hiciera hasta tanto primero no resolviera el problema de los desequilibrios fiscales, monetarias y cambiarios en el país; pero el gobierno hizo caso omiso, al respecto, y adoptó la medida en plena situación hiperinflacionaria; de manera que el resultado de esa reconversión desde agosto de 2018, hasta julio, recientemente publicada por el BCV, es de 1 millón 885 mil 496%. Esa es la inflación acumulada desde que entró en vigencia esta medida.

         -O sea, la reconversión monetaria quedó pulverizada por la hiperinflación. Luego, nosotros observamos que este gobierno continúa violando el artículo 320 de la Constitución, y en el que se establece que, en el ejercicio de las funciones, el BCV no podrá convalidar y financiar políticas fiscales deficitarias, y el BCV, no obstante, sigue financiando el déficit anual de Pdvsa. La pregunta es: ¿es sostenible esta situación? Porque a través de este financiamiento al déficit anual de Pdvsa llevó a esta situación de hiperinflación.

         -En segundo lugar, el gobierno que se viene amparando y estableciendo medidas económicas a través del artículo 338 de la Constitución, y en el que se contempla que podrá decretarse el estado de emergencia económica; siempre y cuando se susciten circunstancias económicas extraordinarias, que afecten gravemente a la nación, y su duración será de 60 días prorrogables por un plazo igual.

-Si la Asamblea Nacional rechazó el decreto de emergencia económica en enero de 2016; cuando, no obstante, el Tribunal Supremo de Justicia se arrogó la aprobación de esta decisión, pasando por encima de la AN, el hecho es que también por esta vía se viola esta disposición constitucional, pues en ese artículo sólo se habla de una sola prórroga por 60 días, y ya llevamos 27 prórrogas; 27 prórrogas durante las cuales todavía no se han resuelto los problemas fiscales, monetarios y cambiarios.

-Hay que tomar en cuenta que estos dos artículos son extremadamente importantes; sin embargo, este gobierno no ha respetado para nada estos dos artículos.

«La inflación acumulada es de 491%»

El presidente de Conindustria comparó la economía venezolana con un avión, al que le venía fallando uno de los motores, y que encima de eso le ha caído una tormenta muy grande, que sería la pandemia del Covid-19. ¿Qué piensa usted?

-El sector manufactura contaba con un parque industrial de 2 mil 564 unidades productivas para el año de 1953; entre tanto Hugo Chávez, cuando recibe el gobierno, se encuentra con un parque industrial que ha ascendido de entonces a esa parte a más de 11 mil 117 unidades productivas. Hay que destacar que Venezuela ha atravesado por dos boom petroleros entre 2004 y 2008 por 290 mil 978 millones de dólares y entre 2011 y 2014 por 339 mil 034 millones de dólares. La sumatoria de ambos boom petroleros nos da 630 mil 002 millones de dólares.

-A pesar de esta bonanza petrolera, el señor Jorge Giordani no se dedicó sino a expropiar, confiscar estas industrias, y lo más lamentable del caso es que nunca las pagaron. O sea, expoliaron las empresas, y, en ese sentido, el sector manufactura para el cierre de 2019 reporta la existencia de apenas 2 mil 249 empresas. Eso significa que, prácticamente, estamos al mismo nivel de 1953; habiéndose expoliado, por esta vía, 8 mil 268 industrias; lo que representa el 74,04%.

-Hoy en día llega esa tormenta que tú dices del Covid-10 y el gobierno no ha efectuado ningún incentivo fiscal. Si nosotros revisamos la panorámica de la región de Sudamérica, vemos que se han efectuado incentivos fiscales, es decir, en Colombia, en Bolivia, en Brasil. En Venezuela se esperaba un incentivo fiscal; como se esperaba una disminución del encaje legal.

-En efecto, el encaje legal disminuyó 7 puntos porcentuales, esto es, de 100 a 93 por ciento; cuando la propuesta era que bajara un 50%. ¿Eso iba generar inflación? Es cierto. ¿Eso iba a generar un incremento en el tipo de cambio? También es cierto. No obstante, el desiderátum era rescatar al sector privado; otorgarle créditos; porque los empresarios están quemando su patrimonio, para poder sostener, de una manera u otra, a flote las empresas. Entonces, por el efecto de la pandemia se está estimando que se pueden cerrar ya al final de 2020 entre 800 ó 1 mil empresas, aproximadamente, en el sector de la industria manufacturera.

-Por lo demás, el cono monetario ha quedado pulverizado. Ya los billetes de mayor denominación; que son los de 50 mil, 20 mil y 10 mil no cumplen con las tres funciones del dinero; aparte de que los billetes de baja denominación no tienen ningún tipo de valor. Si revisamos la liquidez monetaria, la cual está compuesta por monedas y billetes; por los depósitos a la vista, que vendrían siendo ya los depósitos electrónicos, y los depósitos de ahorro, observamos que el renglón de las monedas y billetes representan sólo 3,3%; cuando clásicamente deberían representar entre un 12 y un 14 por ciento.

-Ahí está el problema del efectivo, por el cual está atravesando Venezuela. Los depósitos a la vista representan el 85,3% y los depósitos de ahorro el 12,3%. Entonces, cuando tú vas a un banco a retirar, pongamos por caso, un millón de bolívares, te consigues con que no hay suficiente efectivo, para dártelos, porque este renglón sólo representa el 3,3%. Todo esto es consecuencia de la hiperinflación, por la que está atravesando Venezuela. Ahora, quitarle ceros a la moneda, no resuelve el problema de la economía; siempre y cuando tú no respaldes la medida con un programa de estabilización de las variables macroeconómicas, como sucedió en Argentina y en Brasil, para citarse dos casos de la región.

«El BCV sigue financiando el déficit anual de Pdvsa»

¿Usted cree que es necesario que el gobierno de anuncie un nuevo aumento salarial?

-Primero, vamos a establecer una comparación: el salario en Venezuela no es una referencia. El sector privado cancela muy por encima del salario mínimo; además que ofrece a sus trabajadores una serie de incentivos; un esfuerzo que hace, para de alguna manera retener el capital humano; que es lo más importante en una empresa. El sector público sí está mucho más golpeado, aun cuando cuenta con algunos incentivos, como son las bolsas Clap y los bonos del Carnet de la Patria. Por supuesto, los que más están afectados, a ese respecto, son los jubilados y los pensionados; es decir, las personas de la tercera edad.

El primer incremento salarial de Nicolás Maduro; que entró en vigencia en mayo de 2013, representaba 83,4 dólares y el último incremento, que se efectuó en abril de este año, apenas representó 2,4 dólares. Eso traduce que la caída del salario mínimo representa en dólares 97,8%, y si nosotros revisamos la cifra de enero de 2020, el salario mínimo quedó en 3 dólares. Si comparamos esos 3 dólares con 2,4 dólares de abril, prácticamente, no hubo un incremento salarial en términos de población.

El salario tiene que incrementarse por niveles de productividad. No se pueden incrementar los salarios indexándolos por inflación; porque vamos a continuar con ese círculo perverso de inflación – incremento salarial – depreciación del tipo de cambio; pues eso, al final, el perjudicado es el bolsillo del venezolano.

«Este gobierno continúa violando el artículo 320 de la Constitución, y en el que se establece que, en el ejercicio de las funciones, el BCV no podrá convalidar y financiar políticas fiscales deficitarias»

-Obviamente, es muy factible que el gobierno decrete un nuevo incremento salarial. Pero, repito, eso no va a resolver el problema del insuficiente poder de compra del ingreso del venezolano. Repito, el salario mínimo no es una referencia en Venezuela; pero si nos guiamos por los criterios del Banco Mundial, y quien considera que un individuo es pobre, cuando gana menos de 1,9 dólares diarios, y el salario diarios en dólares en Venezuela, es de 0,04; es decir, muy por debajo de esa cifra del Banco Mundial.

-De modo que los aumentos salariales en la medida en que continúe la volatilidad del tipo de cambio, evidentemente, que van a significar un incremento en los ingresos del venezolano.