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El contragolpe constitucional emergerá de abajo hacia arriba #RebeliónPopular #JesúsPetitDaCosta

El agotamiento de las instancias de intervención extranjera multilateral, justifica ahora la intervención unilateral de los países americanos

 Jesús Antonio Petit Da Costa

Ya sabemos que la situación del país no tiene salida electoral. No hay salida pacífica. Forzosamente la salida será violenta. Y será una de estas dos:

1.- El contragolpe constitucional, o sea, la rebelión cívico-militar que ordena la Constitución en el Artículo 333 para restablecer su vigencia efectiva que, en este caso, comienza por el cese de la usurpación, sigue con la instalación de un gobierno de transición y concluye con la celebración de elecciones libres para elegir a todos los poderes públicos.

2.-La intervención extranjera, de conformidad con el derecho internacional, con el fin de proteger a la población indefensa que viene siendo víctima de delitos de lesa humanidad; y/o ejecutada unilateralmente por estar comprometida la seguridad nacional de los países actores.

Para que se dé la primera propusimos repetidas veces seguir el ejemplo de la resistencia francesa de los años 40 del siglo pasado, y la resistencia clandestina venezolana de los 50. Para la segunda hacía falta solicitarla expresamente, en lo cual insistían desde hace tiempo María Cristina Machado, Antonio Ledezma, Diego Arria y otros.

El ingeniero Juan Guaidó, en su carácter de Encargado de la Presidencia de la República, optó por la última, la solicitud de intervención extranjera de este modo:

1.- Invocó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca que sigue en trámite sin obtener respuesta positiva hasta ahora.

2.- Hace poco recurrió a la ONU solicitando protección para el pueblo venezolano contra los delitos de lesa humanidad, a sabiendas de que este organismo internacional está impedido de acceder a lo solicitado por el derecho de veto de Rusia y China, aliados de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo) y, por tanto, de la narcotiranía títere de Cuba presidida por Maduro. 

El agotamiento de las instancias de intervención extranjera multilateral, justifica ahora la intervención unilateral de los países americanos que sientan comprometida su seguridad nacional por la Venezuela comunista de Maduro. Pero eso depende de ellos. 

Guaidó ha recurrido de último a lo que debió ser primero: activar el contragolpe constitucional, que se ejecutará con el cese de la usurpación. Nos correspondía hacerlo desde el principio, pero es ahora cuando Guaidó, viendo las protestas espontáneas por todas partes, convoca al pueblo venezolano a organizarse en comandos, los que han debido estar listos desde 2019 en previsión de que sucediera lo que está sucediendo.

Más vale tarde que nunca. Ha llegado, pues, el momento de que, poniéndose al frente del pueblo, pasen a la acción los 3.500.000 de profesionales universitarios, tanto militantes de partido como independientes, que están por el cese de la usurpación, primer paso del contragolpe constitucional, y asuman responsablemente el liderazgo que les corresponde.

Cualquiera sea la denominación la organización para dar el contragolpe constitucional, es obvio que las presentes circunstancias conceden amplio margen a la inventiva, que se pueden resumir en estas dos frases:  1)“Caminante no hay camino se hace camino al andar”. 2) “Todos llevamos un ‘líder interior’ que está deseando que lo liberen.” Liberen, pues, su “líder interior”. Asuma su liderazgo.

Así el contragolpe constitucional emergerá de abajo hacia arriba. Y en una rebelión popular depende de cada quien hasta donde lo llevará su liderazgo.

petitdacosta@gmail.com   

EL AUTOR es abogado
y magistrado jubilado. Profesor en la
Universidad Central de Venezuela
1966-1996 en derecho mercantil
y derecho laboral. Exprocurador
general de la República. Expresidente de la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela