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El tanque flotante que permanece en el golfo de Paria presenta una inclinación de 5 grados a la derecha
Estados Unidos, por medio de un comunicado de prensa emitido a través de la embajada en Trinidad y Tobago, declaró su preocupación ante la amenaza de un accidente ambiental que podría producirse por la situación actual del FSO Nabarima.
En el documento se lee literalmente: «Apoyamos firmemente las medidas inmediatas para que el Nabarima cumpla las normas de seguridad internacionales y evitar posibles daños ambientales que podrían afectar negativamente no sólo al pueblo venezolano, sino también a los de los países vecinos. Pdvsa tiene la responsabilidad de tomar medidas para evitar un desastre ambiental en aguas venezolanas».
Cabe recordar que el tanque flotante pertenece a PetroSucre, empresa mixta con 74% de las acciones pertenecientes a Petróleos de Venezuela S.A. y 26% de la compañía italiana Eni S.p.A.
La embarcación de gran envergadura permanece anclada en el golfo de Paria, estado Sucre, aguas próximas a Trinidad y Tobago.
En días pasados, Pdvsa envió dos naves marítimas Ícaro e Inmaculada, con el fin de descargar los 1,3 barrilles de crudo que contiene el Nabarima.
Barco a la deriva
La embarcación propiedad de Pdvsa permanece detenida en el mar sucrense desde principios de 2019, luego de las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos a Venezuela.
Entre tanto, Trinidad y Tobago se mantiene en permanente vigilancia de este caso ante la posibilidad de un derrame de petróleo del FSO Nabarima que se encuentra inclinado 5 grados hacia su flanco derecho.
El buque tanque fue construido en el año 2005 por la empresa internacional ConocoPhillips, con sede central en Estados Unidos, para almacenar el petróleo extraído en Campo Corocoro, ubicado en Sucre.
