Las interrupciones en la red pública colocan en riesgo la vida y la salud de miles de pacientes en hospitales y clínicas
Miles de pacientes venezolanos atendidos en los centros médicos, públicos y privados, del país corren el riesgo de perder la vida o empeorar sus condiciones de salud, producto de las fallas en el suministro de energía eléctrica.
La organización Monitor Salud denuncia que las interrupciones en la red pública de energía y la falta de plantas eléctricas, afecta el desempeño de los hospitales, especialmente los que están ubicados en el centro del país.
En tal sentido, la organización llevó a cabo un estudio en 33 centros hospitalarios del centro del país en los cuales se determinó que el 65 % de estos no cuenta con el suministro de electricidad entre 19 y 24 horas diarias en promedio.
El monitoreo en la región oriental se enfocó en el funcionamiento de 18 centros hospitalarios, y en los cuales se precisó que el 54 % no tuvo energía eléctrica entre 19 y 24 horas diarias en promedio.
“La energía eléctrica es un servicio básico para la vida, pero en especial para brindar atención en materia de salud”, alerta la organización a través de su cuenta @MonitorSaludVE, en la red social Twitter.
El estudio también revela que acceso al agua presenta graves dificultades para el funcionamiento de todas las áreas de los hospitales, y en los cuales la limpieza de los distintos espacios es fundamental para prevenir posibles focos de contagio y preservar la salud de los pacientes.
Al respecto, Monitor Salud consultó a los hospitales del oriente venezolano y en los cuales se registró que el 65 % no recibe el servicio de agua en las distintas áreas operativas, administrativas y de atención para los pacientes.
Vale recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reiterado su recomendación del lavado frecuente de manos con agua y jabón para prevenir la propagación del Covid-19. Al menos 254 trabajadores del sector salud han fallecido hasta el 20 de octubre en Venezuela producto del contagio de coronavirus, denunciaron este mes las ONG Programa Venezolano de Educación-Acción de Derechos Humanos (Provea) y Médicos Unidos por Venezuela.