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La escasez de gasolina y diésel, las fallas en los servicios de electricidad y la inseguridad personal en la región son problemáticas denunciadas por los empresarios y que no son atendidas por el Estado venezolano
Además de la hiperinflación, dolarización de facto y la pandemia, la actividad productiva del país en las regiones enfrenta nuevamente el flagelo de la inseguridad personal. Fedecámaras Zulia alerta este viernes el incremento de los actos de extorsión contra los productores agropecuarios.
El ente que agrupa a los empresarios enfatiza que la “inseguridad se salió de control” y hace referencia al repunte de secuestros de productores. Al respecto, emite un comunicado donde ofrece detalles acerca del modus operandi que aplican las organizaciones criminales.
«En mayo la inseguridad se salió de control, tenemos conocimiento de aumentos en las extorsiones, toma de predios agropecuarios y secuestros, una modalidad que había disminuido notablemente en el estado», explica Fedecámaras Zulia que también agrega que esta problemática no ha recibido la respuesta del Estado.
«Las fuerzas militares y policiales no están exentas de la violencia, así como ocurrió en el municipio Santa Rita donde fue tomada, por grupos de la delincuencia organizada, una unidad de la Guardia Nacional dejando pérdidas humanas que también lamentamos y nos solidarizamos con las familias de las víctimas”, agrega.
En tal sentido, precisa que esta situación de violencia no es nueva en los municipios Santa Rita, Miranda y Baralt. Al respecto, señalan que la misma pudo haber sido prevenida por parte de las autoridades locales y nacionales.
Fedecámaras Zulia indica que son frecuentes las incursiones de grupos irregulares en los municipios fronterizos de Machiques, Rosario, Semprún, La Cañada y Catatumbo. Advierte que estas bandas actúan con impunidad y en ocasiones mediante colaboración con las autoridades.
“Esto se traduce en altos índices de inseguridad rural y urbana”, alerta.
Asimismo, al referirse al acceso al combustible utilizado para el desarrollo de las actividades productivas, indica que esto se ha convertido en una “calamidad de proporciones gigantescas”.
El presidente de Fedecámaras en el estado Zulia, Ricardo Acosta, señala este viernes que 1.500 empresas en la entidad se encuentran paralizadas y 5.000 bajo amenaza de cierre, producto del impacto causado por el esquema de cuarentena 7 + 7 que ejecuta el Gobierno nacional.
“5.000 empresas en el estado Zulia podrían cerrar en cualquier momento si la cuarentena no cambia de modalidad, esta modalidad de 7×7 es muy difícil para el sector empresarial”, indica en entrevista a Unión Radio.
Añade que la entidad registra las peores “condiciones” para que la actividad empresarial pueda producir, en vista de la escasez de gasolina y diésel, las fallas en los servicios de electricidad y la inseguridad personal en la región.
“Hay empresas que no han cerrado del todo, mantienen al personal, no están facturando pero están esperando a que se reactive la economía”, apunta.
Acosta señala que la sumatoria de estos factores ha reducido la actividad económica en la entidad zuliana.
