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El autor no se hace responsable por las opiniones emitidas… #Crónicas #EduardoLópezSandoval

La libertad de cultos del país anfitrión no debiera ser la puerta de entrada para estas ideas de la intolerancia religiosa

Eduardo López Sandoval

“El autor no se hace responsable por las opiniones emitidas por sus personajes”, esta era una advertencia que acostumbraba hacer Francisco Herrera Luque a los posibles desprevenidos lectores que se encumbraban en la fabulosa historia que salía más de sus neuronas que de las células de los actores del teatro de los hechos.

La misma advertencia les hago antes de leer un pedazo que les adelanto de lo que se cuenta en una novela inédita nuestra, que Jueves de Cuadrículas Imperfectas ha de llamarse. Es una reláfica de un personaje, un ingeniero agrónomo de esta novela histórica, que tuvo la oportunidad de estar muy cerca, sin llegar a olerla, verla u oír la voz, de una joven liceísta venezolana, hija de árabes, de la que otro personaje de esta trama de la historia contemporánea, su profesor de Historia de Venezuela, dice: “Ella entonces era así todo el tiempo en la clase, iba mucho más allá del tema, estaba siempre buscando más allá, bueno total que ella sacaba buenas notas, era la mejor en el salón, una muchacha alta, bonita, blanca, blanca, muy blanca, con los ojos oscuros y el pelo negro-negro, lisito, era muy agradable al trato… tenía esa personalidad como muy,… como muy expresiva, como carismática, que deslumbraba, ¡tenía un aura!…”

Esto lo dice su profesor, no me hago solidario con los conceptos emitidos por este personaje porque no conocí a esta beldad; el mismo profesor opina páginas más adelante de esta hermosa niña mujer de catorce años, que: “Mi mente, que quizás como recurso se hacía infantil ante la brecha de los años que marcaba una distancia de amor imposible con la mujer más hermosa que mis ojos -de soltero aún, con apenas 24 años de edad-, hubiera podido ver, comparado con todos los rostros de mujer que hayan podido estar al alcance de mi vista, aún en películas y revistas. Pero no, me dije, no puede ser que la piense como la “mujer más hermosa”, no, para mí es la “niña más bonita”, pero aún así, insistí:…” (Que cómo insistió… debes leer el libro, ja…).

Y el joven llanero se robó a la muchacha árabe de una fiesta, pero no de la celebración de un cumpleaños cualquiera, se la robó de la fiesta de la boda de la propia muchacha con un mayor de cierta edad de su cultura árabe»

Resulta que en la realidad del año 1970 esta hermosa muchacha se enamoró de un joven llanero, y de este veguero, de quien en la novela no se hace alusión a sus atributos físicos, bien pudiéramos concluir los lectores que era de belleza reservada, hizo lo propio: también se enamoró, ni corto ni perezoso –no era perezoso como los llaneros de Emilio Lovera. Y decidieron procrear unos llaneritos en esta Mesa de Calabozo, para lo cual se la llevó juida, que así le dicen los llaneros aún a este hermoso y sacramental evento donde el varón se roba a la muchacha de sus querencias para sellar su amor para siempre, con el consentimiento y activa participación de la muchacha por supuesto, es un matrimonio a la llanera.

Y el joven llanero se robó a la muchacha árabe de una fiesta, pero no de la celebración de un cumpleaños cualquiera, se la robó de la fiesta de la boda de la propia muchacha con un mayor de cierta edad de su cultura árabe, sí, el matrimonio no se hizo pero la luna de miel sí se cumplió pero con otro. En esto los llaneros no envidian a la corte real portuguesa, que recoge una historia donde un tal rey Pedro I se casó con una tal doña Constanza, pero la luna de miel la pasó con una plebeya, quien era una Cachifa de la noble Constanza llamada Inés –seguro que le tenían otro nombre a este cargo público, pero vamos a dejarlo en Cachifa, ustedes entienden…

Esto del triángulo amoroso de Inés, Pedro y Constanza es de la realidad de Portugal del siglo XIV, mucho más cerca en el tiempo y la distancia, en 1970, en esta orilla izquierda del río Guárico, tenemos el triángulo de Romina, la muchacha árabe, de Gustavo, el llanero, y del viejo novio árabe que cuadruplicaba la edad de la novia, del cual no hay recuerdos de su apelativo, quizás porque éste era muy enrevesado, como Tahart Zenata Isdrisíes Fatimí Ziríes Sinhaya, o algo así, que no vale la pena recordar. El amor terminó en agosto de 1970 con el asesinato de la joven por parte del padre y de sus dos hermanos varones, dizque la muchacha había ofendido su religión islámica.

Los grupos que establecen que los que no nazcan bajo la fe de su religión no son los elegidos, están diciendo de forma clara y expresa que los únicos que sobrevivirán en la tierra son ellos, son intolerantes con la gente que le abre sus brazos»

El personaje de marras, el Ingeniero, en Jueves de Cuadrículas Imperfectas, dice:

A esta tierra que sin mezquindad nos la obsequió Dios con sobradas abundancias y bellezas, estos extranjeros, con nuestro permiso llenan las noticias de sangre. La política de libertad de religión en este país permite que los de cualquier creencia puedan residenciarse y hasta hacerse venezolanos por nacionalización. Pero aquí ocurre una brecha, o laguna del derecho le dicen los abogados, y es que al permitir que cualquiera venga y conviva con nosotros significa que nosotros los toleramos, por lo que nosotros como anfitriones lo mínimo que debemos pedir como condición sine qua non es que los que recién entran sean tolerantes con nuestras creencias.

Los grupos que establecen que los que no nazcan bajo la fe de su religión no son los elegidos, están diciendo de forma clara y expresa que los únicos que sobrevivirán en la tierra son ellos, son intolerantes con la gente que le abre sus brazos. Si tú creencia no permite mi subsistencia es que no me toleras, entonces yo como Nación no debería permitir tu entrada al país.

La libertad de cultos del país anfitrión no debiera ser la puerta de entrada para estas ideas de la intolerancia religiosa. Una declaración jurada de los extranjeros cuando entren a esta tierra debería establecer que se permite el matrimonio entre diferentes religiones, cuestión que a las claras va en contra del credo del visitante, lo que obliga a cerrar la puerta a estos indeseables.

Su creencia proyecta no permitir que sobreviva alguna otra idea que no sea la de ellos, al igual que los grupos islámicos en comento, lo que debería llevar a las naciones civilizadas del mundo a tomar la decisión de proscribir estos partidos»

Y ojo, son indeseables no porque nosotros no los deseamos a ellos, es por lo contrario, es porque ellos con la religión que profesan no nos toleran a nosotros. Esto debiera determinar un cambio en la política de migración del país y más que eso, la política de migración mundial no debería permitir esta posición discriminatoria de algunas minúsculas sectas que excluyen a todos los demás.

Parecida actuación deberían tener los países civilizados del mundo para no permitir el comunismo. Por las mismas razones expuestas acerca de la intolerancia de estos minúsculos grupos islamistas. Para los comunistas, según Marx, el dios de la religión marxista, vivimos en la etapa superior del capitalismo, cual es el último estadio de la humanidad para el inexorable sobrevenir del comunismo, para donde va todo el mundo de manera necesaria. Marx dixit: sin alternativas, todos debemos ser comunistas.

Su creencia proyecta no permitir que sobreviva alguna otra idea que no sea la de ellos, al igual que los grupos islámicos en comento, lo que debería llevar a las naciones civilizadas del mundo a tomar la decisión de proscribir estos partidos, por intolerancia y discriminación, no porque el mundo actúa en contra de ellos, es por lo contrario, es porque ellos no toleran ideas diferentes a las de ellos. Porque dentro de su programa político es intrínseco su compromiso religioso de actuar en contra de la humanidad.

eduardolopezsandoval@yahoo.es