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Era un diputado desconocido al que un país atontado pensaba capaz no solo de llegar a la Presidencia de un tirón, sino de dar un golpe de timón al empobrecimiento y la corrupción

Domingo Alberto Rangel

Respeto a quienes sacrifican la vida por algo en lo cual creen, pero no tengo vocación para mártir ni tampoco acostumbro cobrar recompensa por favores hechos. Sobre todo por aquellos auxilios que no me han pedido quienes después acceden al poder, esos los he dado de buena gana y gratis.

Sin embargo, y viendo el fangoso desastre donde chapotean prácticamente todos los grupos autodenominados de oposición, antes de ir al día a día debo recordar algunas cosas sucedidas desde el mismo día en el cual juramentaron al futuro presunto interino cómo Presidente de la Asamblea Nacional.

En esa fecha signada por el ditirambo provocado en las calles con barras pagadas por VP, un grupo de liberales que teníamos información cierta sobre quién era el diputado Guaidó, convocamos periodistas para informar que no veíamos razones para tanto regocijo, siendo que los anteriores presidentes del legislativo, valga recordar Ramos Allup, Julio Borges e incluso Omar Barboza, con mayor formación y experiencia, no habían hecho nada significativo como para pensar que esa oposición tipo colcha de retazos, iba a cambiar el país.

Los periodistas vinieron pero ni siquiera VTV sacó nuestro punto de vista, lo cual consideramos sospechoso.

Allí todo era felicidad y pronosticaban mis jóvenes colaboradores que el libertarismo volvía a los grandes medios. Como siempre, acostumbrado a no contar pollos antes de nacer, preferí esperar»

Días después el amigo Vladimir Villegas, buen periodista y conocedor de la política, me invitó a su programa de Globovisión donde pude explicar quién era en realidad ese diputado desconocido al que un país atontado pensaba capaz no solo de llegar a la Presidencia de un tirón, como quien anuncia que subirá al Everest, pero le dan soponcios en el camino de Sabas Nieves, sino de dar un golpe de timón al empobrecimiento y corrupción de estos años.

Golpe de timón del que jamás el diputado Guaidó había escrito o planteado algo que pareciera un plan.

Fui muy bien tratado por la televisora, el estudio generalmente a esa hora semi vacío, se llenó del personal que atento escuchaba el tañido de una campana distinta a la mediocridad cotidiana de la politiquería.

Originalmente pautado para media hora, el programa pasó de la hora merced a Vladimir y a Julio César Pineda que cedió parte de su espacio.

Cuando salí, contento le agradecí a Vladimir y corrí a reunirme con el pequeño equipo que me ayudó a prepararme: allí todo era felicidad y pronosticaban mis jóvenes colaboradores que el libertarismo volvía a los grandes medios. Como siempre, acostumbrado a no contar pollos antes de nacer, preferí esperar.

Tras el desastre del interinato que en realidad es el del G4, con Calderón Berti acusando los robos en Monomeros y Citgo, y tras el silencio bobalicón del interino o el resto de la banda, cabe hacer una pregunta»

Y a consecuencia de las verdades dichas ese día han pasado dos años y medio sin que los medios me hayan vuelto a dar chance para seguir dando nuestros puntos de vista ante un público ampliado.

Bien: ahora, tras el desastre del interinato que en realidad es el del G4, con Calderón Berti acusando los robos en Monomeros y Citgo, y tras el silencio bobalicón del interino o el resto de la banda, cabe hacer una pregunta ya que coincido con la apreciación del renunciado “embajador” de Guaidó ante Colombia cuando dijo que el autojuramentado dilapidó el mayor capital político habido en Venezuela desde la llegada de Chávez.

¿Si hace dos años los únicos capaces de enfrentar la colosal estafa que anunciábamos éramos los cuatro gatos libertarios, no habría sido mejor dejarnos seguir abriendo debate, para no terminar pataleando todos los que se autodenominaron oposición –muchos se ha comprobado que más bien son aliados del gobierno- en el lodazal?

Patricia Poleo desde Miami ha venido señalando los periodistas e influenciadores que cobrando recompensa por adelantado, le hicieron el piso a un ex diputado que lo fue»

¿Quiénes y por cuáles motivos ruines asordinaron durante estos años toda opinión salida de sectores que nunca hemos apoyado a los gobiernos bolivarianos, cuando señaláramos los robos y disparates de Guaidó y su panda?

Patricia Poleo desde Miami ha venido señalando los periodistas e influenciadores que cobrando recompensa por adelantado, le hicieron el piso a un ex diputado que lo fue, para demostrar nuestro carácter tropical, por enseñarle el trasero a una mujer policía en La Guaira, que se graduó de ingeniero y nunca trabajó como tal porque era vendedor de salario mínimo, luego despedido sin un solo ascenso, y que no había pasado por un concejo municipal o escrito algo.

Con la Patty coincido también porque es hora de sopesar lo que se dice y todo lo que la periodista señala es verdad.

La CRBV permite abstenerse o votar, entonces ahora más que nunca cabe el voto cruzado, si hay candidatos que valgan la pena»

Termino: no cuento pollos antes de nacer pero esta oposición maleta no sirve a los fines patrióticos que exige nuestra situación, lo más probable es que pierda pero uno nunca sabe, lo que sí es cierto es que gente decente la hay en ambos lados de la polarización, y antes de las presidenciales vienen barajos tanto en el gobierno como en la oposición.

¿Por qué no propiciamos desde abajo esos barajos?

La CRBV permite abstenerse o votar, entonces ahora más que nunca cabe el voto cruzado, si hay candidatos que valgan la pena.

Y si no abstenerse.

@DomingoAlbertoR