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Vacío institucional en la frontera, por la ausencia del municipio #Opinión #JuliánRivas

Varias poblaciones del país aspiran convertirse en municipio. La gente de Puerto Páez, en el estado Apure, aspira la municipalidad propia en toda la franja del río Meta, hasta Cararabo

Julián Rivas

Venezuela es un estado federal. Eso se expresa en lo administrativo y si se interpreta lo que significa que es federal se comprendería que es posible construir sobre las estructuras existentes formas democráticas más avanzadas.

Hasta ahora el poder comunal está en una nebulosa, lleno de incertidumbre. Un deseo que no se concreta. Un día se habla de consejo comunal y más adelante surge la ciudad comunal. Se anuncia financiamiento y no pasa nada. Pasa el tiempo y los barrios son tomados por el malandreo. Es lo real.

Hemos tenido reservas con viejas formas de representación. Por ejemplo los concejos municipales. La figura del concejal. Ojalá la organización comunal cumpliera la función deliberante.

Ahora es indiscutible la vigencia que tiene el municipio como organización del espacio territorial. Pero curiosamente en Venezuela tenemos un cuarto de siglo sin que se cree un nuevo municipio. Es absurdo.

Por tanto los estados o entidades federales que componen a Venezuela desde el punto de vista político administrativo deben crear nuevos municipios. Los consejos legislativos regionales pueden crear los nuevos municipios. Hasta ahora crean leyes regionales que nadie atiende ni entiende. O son cumplidores de procesos administrativos de los gobernadores. De ahí no pasan.

Parte del vacío institucional en frontera es la ausencia del municipio. En la medida en que nos acercamos al sur del país vemos municipios que son más grandes que la mayoría de los Estados. Ocurre en Bolívar, Amazonas, Apure, Guárico, Barinas y Delta Amacuro.

Hay circunstancias económicas que obligan a replantear la relación del centro con las regiones. El equilibrio en el desarrollo territorial es una demanda de larga data. Pero por ahora una alcaldía hace más que no tener nada con que presentarse en algún despacho ministerial en Caracas.

Incluso en un estado pequeño como La Guaira existe un solo municipio, el municipio Vargas. Entre tanto poblaciones como Carayaca, Catia La Mar, Naiguatá y La Sabana reúnen condiciones para optar a ser municipios. Tienen territorio y población.

En Guárico existe un municipio inmenso. Las Mercedes del Llano es capital del municipio Juan José Rondón, guerrero que en sus inicios estuvo al servicio de los realistas y luego cumplió valioso servicio a la República. Rondón era de Santa Rita de Manapire, cerca de Cabruta. Desde hace décadas Cabruta aspira una alcaldía. Tiene riquezas y población para ello.

En Apure ocurre lo mismo. La parroquia Codazzi del municipio Pedro Camejo se ve lejos de San Juan de Payara. La gente de Puerto Páez aspira la municipalidad propia en toda la franja del río Meta, hasta Cararabo. Hugo Chávez incluso llegó a proponer una carretera desde Elorza a Cararabo, con puentes sobre los ríos Capanaparo y Cinaruco. Mientras exista abandono los grupos procedentes de Colombia impondrán sus intereses y desplazaran a los residentes en la zona. El Consejo Legislativo de Apure debe aprobar este planteamiento.

Esta demanda de municipio se nutre de las distancias o de viejas rivalidades. Pero tienen sólidos argumentos. Por ejemplo la población de Mantecal en el municipio Muñoz del Estado Apure, población de rica actividad comercial y ganadera, se resiste a seguir dependiendo de Bruzual, capital municipal ubicada a orillas del río Apure pero con menor actividad económica.

Hace una década se planteó el municipio San Camilo con capital en El Nula. No se avanzó. El municipio Páez con capital Guadualito, no da respuesta a un territorio tan grande como el estado Táchira. Ahí hay poblados como El Amparo que crece frente a Arauca, Colombia, a orillas del río del mismo nombre. También está Palmarito, que en el siglo diecinueve fue capital del Territorio Federal Armisticio. Hoy es abandono, sus capas trabajadoras se fueron a Barinas, Mérida y el centro del país. O emigraron a Colombia o más allá.

Por razones geopolíticas esa demanda de municipalidad también la tienen los vecinos de La Victoria, parroquia Urdaneta, lejos de Guadualito y teniendo al frente a Arauquita, Colombia, con mayor desarrollo. Los productos agropecuarios de La Victoria, incluyendo el cacao, terminan en Arauquita y desde ahí los llevan a Bogotá.

Reclamos parecidos ocurren en el Municipio Cedeño del estado Bolívar. Desde Caicara es imposible atender los reclamos que en la cotidianidad tienen los vecinos de La Urbana, Los Pijiguaos y El Burro.

En la colonia los españoles hicieron de lo que se llama hoy Las Bonitas la Ciudad Real. Hoy ese pueblo, junto otras comunidades a orillas del río Cuchivero y Orinoco, al oriente del municipio Cedeño, lucen abandonadas por Caicara del Orinoco. Carreteras agrícolas en malas condiciones y falta de servicios llevan al despoblamiento y la pérdida de oportunidades.

En el municipio Sucre del estado Bolívar, capital Maripa, vemos que los reclamos de comunidades como Moitaco no se escuchan. En el siglo diecinueve justamente Moitaco fue capital del Territorio Federal Caura.

El mismo reclamo tiene la población de El Dorado en el municipio Sifontes, cuya capital es Tumeremo. Intereses mineros desde Tumeremo descalifican desde hace más de treinta años el reclamo de los residentes de El Dorado, pueblo con población, atractivo turístico y mucho comercio en el río Cuyuni.

Lo mismo pasa con El Manteco, en el municipio Piar, cuya capital es Upata. Y hasta en el abandonado pueblo de El Pao que solo le quedó un hueco en lo que fue la mina de hierro. El tren es sueño del pasado. Los residentes aspiran construir otra realidad desde un futuro municipio.

Hay deudas históricas. Por ejemplo el abandonado San José de Amacuro fue capital del Delta en tiempos de Cipriano Castro. Hoy es una parroquia del municipio Antonio Díaz. Al sur del río Orinoco, en el Delta, hay comunidades con historia y riquezas, pesca, minería, potencial agropecuario, como Piacoa, Manoa y San José de Amacuro que si se les da fortaleza institucional serán atractivas.

En el estado Sucre no se hizo la carretera Guiria- Macuro, una deuda histórica. Ese extremo de la Península de Paria puede ser centro comercial y de intercambio con el Caribe.

El mapa requiere mayor dinamismo.