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Mikel de Viana (1953-2022): jesuita, filósofo y rebelde

Se vio obligado a salir al exilio por recomendación expresa de la Compañía de Jesús, cuando arreció la persecución contra todos los protagonistas de la marcha del 11 de abril de 2002

Noel Gómez Herrera

Hondo pesar en el exilio venezolano, en la Compañía de Jesús y entre sus exalumnos de la Ucab y de la Universidad de Deusto, en Bilbao, España, ha producido el fallecimiento del sacerdote,  sociólogo, teólogo y escritor Mikel de Viana Barrio, acérrimo opositor de la dictadura venezolana iniciada por Hugo Chávez y continuada por Nicolás Maduro.

El sacerdote De Viana fue profesor de Sociología, Sociología Política y Doctrinas Sociales en la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello. Asesor y colaborador en diversos proyectos en IDEA, MARNR, Fundación Orinoquia y Club Roma. Colaborador habitual de la Revista SIC desde el año 1976. Coordinador del Módulo de Aspectos Culturales de la Investigación sobre Pobreza en Venezuela, profesor Invitado del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y docente en los últimos quince años en la Facultad de Teología en la Universidad de Deusto, fundada en el año 1886 y regentada por los jesuitas.

                                    ACÉRRIMO OPOSITOR

Mikel de Viana tuvo una destacada figuración pública en actos masivos, en la cátedra universitaria y en programas de radio y televisión, durante los primeros años de la dictadura chavista y se vio obligado a salir al exilio por recomendación expresa de la Compañía de Jesús, cuando arreció la persecución contra todos los protagonistas de la marcha del 11 de abril de 2002 y en especial contra los asistentes en el acto de juramentación de Pedro Carmona Estanga, como presidente interino, en el Palacio de Miraflores, evento en el que estuvo presente el polémico catedrático fallecido en el exilio el pasado 5 de agosto. La presencia del carismático jesuita en Miraflores, feliz como nunca, pletórico de alegría, irritó al régimen y fue incluido en la lista negra de “investigados” por el entonces “fiscal especial” Danilo Anderson.

Ya en Bilbao, la tierra de sus ancestros, De Viana se vinculó estrechamente al exilio venezolana y su presencia era segura en todos los actos contra la dictadura venezolana. Al igual que en la Ucab, en la Universidad de Deusto también sus alumnos lo recuerdan por su talento pedagógico y su impactante oratoria. Tuvo el privilegio de ser percibido por sus alumnos como un profesor distinto, fuera de lo común. Su estilo vehemente y persuasivo en el aula y su particular lenguaje e irreverencia, lo hicieron merecedor de ese honor.

Estando en el País Vasco en el exilio aprendió a la perfección la lengua euskera, la que utilizaba para comunicarse con la comunidad de jesuitas en la residencia de sacerdotes en Deusto, en sus famosas clases y también para oficiar la misa dominical en la iglesia del colegio jesuita Indautxu, donde fue despedido el domingo 7 de agosto en ceremonia religiosa concelebrada por doce sacerdotes. Sus amigos venezolanos Joaquín Marta Sosa, Vladimiro Mujica, Iñaki Anasagasti, exsenador del Partido Nacionalista Vasco nacido e Cumaná, estado Sucre y Xanti Aznar, también estuvieron presentes.

EL SACERDOTE Mikel de Viana durante un acto de protesta contra la dictadura venezolana, en la Plaza Nueva de Bilbao, en Febrero de 2014, en el que participó también Iñaki Anasagasti, exsenador del Partido Nacionalista Vasco (PNV) nacido en el barrio Caigüire, de Cumaná. El filósofo y teólogo venezolano, aparece la izquierda de la imagen, sosteniendo una pancarta junto al venezolano Xanti Aznar, cuyo texto dice: “Fuera de Venezuela el G-2 cubano. Sapos

PROTAGONISTA DEL 11-A

Como se sabe, el sacerdote Maikel de Viana, nacido en Caracas en el año 1953 y de origen vasco, fue uno de los cuatro protagonistas del clero venezolano en los sucesos de abril de 2002. Uno de ellos, fue el fallecido cardenal salesiano Ignacio Velasco (1929-2003), arzobispo de Caracas, figura clave en la conformación del breve gobierno provisional. Otro, el actual cardenal Baltasar Porras Cardozo, arzobispo de la ciudad de Mérida y entonces presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, a quien le correspondió dirigir el debate en el Fuerte Tiuna, la noche del 11 de abril, cuando en la reunión de generales opuestos a Chávez se acordó rechazar la petición del gobernante militar de irse a Cuba junto a su familia y sus más cercanos colaboradores, ya que “debía ser enjuiciado en Venezuela”.

Otro sacerdote clave en los acontecimientos fue el también jesuita Luis Ugalde, entonces rector de la Universidad Católica Andrés Bello, quien tuvo a su cargo impulsar la célebre alianza entre la Confederación de Trabajadores de Venezuela y Fedecamaras, que desde la calle preparó la condiciones políticas y sociales para deponer la incipiente tiranía. Fue célebre el acto realizado el 6 de marzo de 2002, mediante el cual Ugalde anunciaba al país, junto a Carlos Ortega  (CTV) y Pedro Carmona Estanga (Fedecamaras) el célebre “Pacto democrático de emergencia”, cuyo objetivo era “convocar a la unidad de todos los sectores del país, mediante un Gobierno de transición”.

MIKEL DE VIANA ingresó a la Compañía de Jesús el 5 de noviembre de 1975.

                                             UN SACERDOTE VALIENTE

El exrector Luis Ugalde fue profesor de Mikel De Viana en la Escuela de Sociología en la Universidad Católica Andrés Bello y lo recuerda como el más brillante de sus alumnos. “Yo le di clases en Sociología y ha sido el más brillante que he tenido. Nació en Antímano, de padre y madre vascos. Y tanto él como su hermano José María, y una hermana que murió este año, fueron brillantes profesores. Se vincularon mucho a la UCAB como estudiantes. Era una persona elocuente y persuasiva”, señala Ugalde en declaraciones a la periodista Grace Lafontant, de El Ucabista.

“Cuando empezó el régimen actual tuvo programas muy frontales, muy claros y críticos. Era un agudo sociólogo dedicado al análisis social. Fueron tiempos difíciles, de amenazas. Y después también, pero nosotros teníamos la convicción de que, a pesar de los riesgos, teníamos que decir las verdades. Claro, buscando las formas de decirlas. Él fue muy valiente y clarividente”, señala Ugalde, quien destaca que el fallecido sacerdote dio un aporte extraordinario al país y “por una serie de circunstancias, su último fruto lo dio en el País Vasco”.

DE VIANA, de origen vasco, le dedicó sus últimos años a la Facultad de Teología de Deusto, en Bilbao, regentada por la Compañía de Jesús, desde su fundación en el año 1886, la institución universitaria privada más antigua de España.

“Actuar es enseñar”

Durante cuarenta y seis años Mikel de Viana perteneció a la Compañía de Jesús. Además de teólogo, escritor, sociólogo y pedagogo dotado de una extraordinaria capacidad de comunicación, demostró un extraordinario talento para el teatro, actividad que lo apasionaba, llegando incluso a participar con el grupo Ago Teatro, en el año 1999, en la puesta en escena de “El Tartufo”, la célebre obra de Jean-Baptiste Poquelin (Molière) y le correspondió representar al repugnante protagonista.

 “Yo conozco varios jesuitas actores e incluso payasos de circo. La Ratio Studiorum, el pensum de estudio de los jesuitas desde el siglo XVI hasta mediados de este siglo, incluía al teatro como uno de los instrumentos pedagógicos privilegiados, y durante los siglos XVII y XVIII el teatro jesuítico fue uno de los más brillantes. Nadie que esté bien informado debería sorprenderse de que en una universidad de jesuitas hagan teatro y que los mismos jesuitas participen en él, no sólo detrás de los telones sino sobre las tablas, actuar es enseñar”, refirió De Viana a la periodista Yoleida Salazar Román, entrevista publicada en El Ucabista en el año 1999.