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El derecho de injerencia por la libertad tiene abolengo en América I Opinión I Jesús Petit Da Costa

La seguridad regional es la forma en que se concreta en América la seguridad nacional, porque se defiende a la parte como integrante del todo. Todos somos uno y uno somos todos.

Jesús Antonio Petit Da Costa

1.- En el siglo XIX Venezuela, después de independizarse de España, intervino militarmente en Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia incluyendo lo que hoy es Panamá. Con esta intervención militar los venezolanos, bajo la jefatura y liderazgo de Bolívar, consagraron y ejercieron el “derecho de injerencia”, justificándolo con la finalidad, primero, de libertar de la tiranía colonial a los países vecinos, que son hermanos (principio de solidaridad), y segundo, por imperativo de seguridad nacional: cada país libertado quedaba expuesto al ataque del poderoso enemigo (el imperio español) desde el país vecino si no era libertado también (principio de seguridad regional). Por consiguiente, fue necesario libertarlos a todos, uno tras otro, por la propia seguridad nacional del libertado antes. En toda América se practicó la injerencia, en forma de intervención militar, por razones de seguridad nacional (también los argentinos en Chile), impuesta por la necesidad de preservar la independencia recién conquistada de cada uno de los países libertados. Así fue como la seguridad nacional se transformó en seguridad regional, en la cual se fundamentó el “derecho de injerencia” en América, que justificó la acción militar de los libertadores comenzando por Bolívar.

2.- La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», recogió el “derecho de injerencia” ejercido por los libertadores latinoamericanos, haciéndolo suyo por imperativo de seguridad nacional, que en América es sinónimo de seguridad regional, puesto que no hay seguridad nacional sin seguridad regional. Pero la Doctrina Monroe tomó a la seguridad regional sólo en una de sus modalidades: la intervención extranjera o extra-continental. Establecía que cualquier intervención de países europeos en  América sería vista como un acto de agresión que requería la intervención militar de Estados Unidos. La traducción de la frase “América para los americanos” es América, se tiene y preserva como un continente libre e independiente de potencias extranjeras, o sea, todas las que no son americanas. Concibe a América, no como un continente, sino como una sola Nación, de la cual forma parte cada país y, por consiguiente, a cada país se le tiene y defiende como parte de la Nación. Que fue precisamente la concepción de los libertadores. De allí que la seguridad regional es la forma en que se concreta en América la seguridad nacional, porque se defiende a la parte como integrante del todo. Todos somos uno y uno somos todos. El lema de los mosqueteros aplicable al concepto de seguridad en América, donde sin seguridad regional no es posible la seguridad nacional porque sería acostarse con el enemigo teniéndolo dentro de la casa de todos que es América. Lo sucedido con Cuba y Venezuela es la mejor prueba: intervienen abiertamente en todos los demás países de América y en sus territorios tienen presencia militar Rusia, China, Irán y Turquía, así como los terroristas islamistas.

3.- Para suerte de los libertadores no existía entonces la OEA, ni fueron ellos tampoco como los mojigatos del Grupo de Lima, temerosos hasta de su sombra. Toda la cobardía de los gobernantes democráticos que los inhibe contra las tiranías se escuda en el “principio de no intervención”, diametralmente opuesto al “principio de injerencia” proclamado y ejercido abiertamente por los libertadores cuando se trata de la libertad de los países hermanos.

4.- El “derecho de injerencia” es, pues, doctrina de los libertadores que lo proclamaron y ejercieron invocando el principio de solidaridad y razones de seguridad regional. Tiene, pues, abolengo libertario. Los hechos sucedidos durante 200 años y los que vivimos actualmente nos enseñan que por no seguir su ejemplo América es hoy paraíso de tiranías.

Sin fuerza cívico-militar no puede

haber seguridad regional democrática

1.- SEGURIDAD REGIONAL: AMÉRICA PARA LOS AMERICANOS

La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», elaborada en 1823 en Estados Unidos, proclamó el principio de la seguridad regional contra la intervención extranjera o extra-continental. Establecía que cualquier intervención de los europeos en  América sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención de los Estados Unidos de América.

En la época, la Doctrina Monroe representaba una seria advertencia a las potencias europeas, en cuanto a la defensa de los nuevos Estados americanos recién independizados. Es muy importante resaltar que entonces Estados Unidos aún estaba lejos de ser considerado siquiera una potencia regional. No obstante, con la Doctrina Monroe asumió el liderazgo de América. Hizo en defensa y seguridad regional lo que ningún otro país americano.

Pero la Doctrina Monroe no impidió  que Venezuela perdiera el Esequibo con Gran Bretaña, a pesar de que nuestro país la invocó pidiendo a Estados Unidos que la aplicase interviniendo. Primera demostración del fraude de la política de EEUU para América Latina: proclama principios que después no defiende, sino los sacrifica por los intereses económicos de su clase dominante. El dinero prevalece sobre los principios.  Y no ha impedido que hoy mismo Rusia, Irán, China y Turquía tienen presencia militar y dominan gobiernos en América.

2.- SEGURIDAD REGIONAL ANTICOMUNISTA O DE LA GUERRA FRÍA

De la Segunda Guerra Mundial emergió Estados Unidos como la primera superpotencia mundial. Y como el líder mundial de la democracia, en oposición al comunismo cuya jefatura ejercía la URSS. La creación de la OEA en 1948, al inicio de la guerra fría amplía el principio de la seguridad regional convirtiéndolo en seguridad regional anticomunista, enunciado como exclusión del comunismo en América por ser la negación de la democracia.

Como consecuencia, Estados Unidos apoyó los golpes militares cuya justificación fue impedir la implantación del comunismo. El primero, fue el de Venezuela que derrocó el gobierno de Gallegos. El discurso de los militares fue fundamentalmente anti-comunista. Tuvo su motivación en el radicalismo de izquierda de los adecos en el poder, llamados así por una combinación de AD-COMUNISTAS, alimentado por el pasado comunista de su líder Betancourt.

Los golpes militares respondían a la doctrina de seguridad regional de la Guerra Fría que consideraba al comunismo como el mayor peligro para América, para cada uno de sus países y un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos. 

3.- SEGURIDAD REGIONAL DEMOCRÁTICA

Con el derrocamiento de las dictaduras militares, comenzando por Venezuela en 1958, se invierte el concepto de SEGURIDAD REGIONAL practicado desde la aprobación de la Carta de la OEA, en virtud del cual se interpretó que la defensa de la democracia imponía la derrota del comunismo por cualquier medio. Y el medio más apropiado era que los ejércitos nacionales actuaran derrocando a los gobiernos filocomunistas o de izquierda radical, como lo hicieron durante los años 1948-1958, haciendo innecesaria la intervención militar de EE UU. 

Venezuela tomó la iniciativa con la que se conoció como Doctrina Betancourt. Al juramentarse en su cargo en 1959, el Presidente Betancourt enunció su Doctrina con estas palabras: “Solicitaremos cooperación de otros Gobiernos democráticos de América para pedir, unidos, que la OEA excluya de su seno a los Gobiernos dictatoriales porque no sólo afrentan la dignidad de América, sino también porque el Artículo 1 de la Carta de Bogotá, acta constitutiva de la OEA establece que sólo pueden formar parte de este organismo los Gobiernos de origen respetable nacidos de la expresión popular, a través de la única fuente legítima de poder que son las elecciones libremente realizadas. Regímenes que no respeten los derechos humanos, que conculquen las libertades de sus ciudadanos y los tiranice con respaldo de las políticas totalitarias, deben ser sometidos a riguroso cordón sanitario y erradicados mediante la acción pacífica colectiva de la comunidad jurídica internacional.”

No tuvo éxito la Doctrina Betancourt. Venezuela quedó aislada en su posición. Sin embargo, en ella tienen su origen dos decisiones trascendentales que tendrán consecuencia en el futuro, cuando sean derrocados la narcotiranía y fundemos la REPÚBLICA DEL BIENESTAR en Venezuela. Son la expulsión de Cuba de la OEA y la Carta Democrática de América.

De lo dicho dejo dos conclusiones previas: 1) El comunismo fue barrido de América cuando se usaron las armas, tarea que cumplieron los ejércitos nacionales; y, 2) El comunismo renace y se convierte en la fuerza política determinante en América, porque los civiles han dejado inerme a la democracia no construyendo la REPÚBLICA DEL BIENESTAR, adaptación del ESTADO DE BIENESTAR que ha mantenido la democracia en Europa Occidental durante 75 años. Y los comunistas compran los ejércitos nacionales reclutándolos para el narcotráfico y la explotación de las riquezas nacionales. Para completar EEUU ha quedado parapléjico en su política exterior hacia América Latina. Le han robado el jon con la pelota en la mano.

Sin el respaldo de una fuerza cívico-militar no habrá seguridad regional democrática. 

petitdacosta@gmail.com

EL AUTOR es abogado y magistrado jubilado. Profesor en la Universidad Central de Venezuela 1966-1996 en derecho mercantil y derecho laboral. Ex Procurador general de la República. Ex presidente de la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela

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