«Refranero Oriental»: Otra muestra de la sutileza creativa que acompaña la profundidad investigativa en tan singular libro; puerta de sutil entrada al fascinante universo a la vez imaginativo y realista del Oriente venezolano.
Gustavo Luis Carrera I LETRAS AL MARGEN
Los refranes representan la aleccionadora experiencia de la vida: son la filosofía pragmática de los pueblos. Su índole abreviada es la decantación del saber práctico y de la reflexión precautelativa que todos, a fin de cuentas, aplicamos en disímiles circunstancias de nuestra existencia; situaciones que van de lo positivo y entusiástico, hasta lo negativo y fatal. Son el apoyo conceptual de una conducta colectiva y de una moral socializada. La recopilación de estos sumarios de sabiduría elemental es siempre una labor laudable y provechosa. En esta ocasión, trataremos de un singular compendio: «Refranero oriental».
EL AUTOR. El responsable de esta peculiar recopilación paremiológica es Antonio Carrera Sibila (Cariaco, 1892-Caracas, 1973), cuya suma vital es notoria: educación primaria en su sitio de origen, experiencia de campo, comerciante, incansable lector, cultura de próvido autodidacta. Hombre de progreso y modernidad, instaló el primer teléfono y trajo, por primera vez, un carro a su natal Cariaco. Establecido en Cumaná, fundó familia y desarrolló actividades comerciales; para luego trasladarse a Caracas, y viajar por medio mundo, recabando experiencias vitales y recopilando aspectos costumbristas. Escribió poemas y cuentos, e inclusive un guión cinematográfico, que nunca publicó, salvo algunos pequeños cuentos de sabor popular que incluyó en el libro al que hacemos referencia en esta oportunidad. El sentido de la tarea cumplida lo categoriza el propio autor en el muy bien urdido y mejor escrito exordio del libro: «Parte de mi tiempo libre lo he utilizado en hacer acopio de lo que este libro contiene, pensando que tal aporte, aunque pequeño, no dejará de tener algún interés; más aún ahora, cuando se fortalece cierta tendencia a reivindicar aquellos valores culturales de los pueblos que, por inercia o incomprensión, habían sido tomados en menos, y que, relegados indolentemente, tendían a desaparecer».
EL LIBRO. «Refranero oriental» (Fondo Editorial del Caribe, Barcelona (Estado Anzoátegui, Venezuela), 2012, 199 p.), de Antonio Carrera Sibila, es la segunda edición de una obra que apareció por primera vez en 1974, en Cumaná, con el título de «Del saber popular» (Ediciones de la Universidad de Oriente). En sus páginas se recogen 2031 refranes de uso en el territorio oriental de Venezuela; aunque, como es lógico, también pueden ser comunes en otras zonas del país o del exterior. Allí coinciden desde refranes de visible antecedente español («¡Mucha vista; hay moros en la costa!»), hasta aquellos de claro tinte local («Seguro estaba el castillo de Araya, y se cayó»). El conjunto es de un extraordinario valor documental y la más interesante y divertida experiencia de lectura. Es increíble lo que se aprende como saber humano, como lección de moral y de advertencia en la conducta cotidiana, y como muestra de humor y de gracia, en el recorrido de las páginas de este libro. Publicación, por cierto, donde también resaltan cuentos populares o costumbristas, coplas, cábalas y modismos regionales. Con este valioso complemento, el libro amplía su significación más allá de su mundo esencial -el de los refranes- y se proyecta hacia el multiforme ámbito de las costumbres y los usos del Oriente del país.
TRASCEDENCIA. Este «Refranero oriental» sobresale como el mayor compendio de refranes publicado a nivel nacional. Entre los antecedentes se destacan las pequeñas colecciones difundidas por Rafael Olivares Figueroa y la de mayores proporciones del acucioso recopilador Santos Erminy Arismendi. Cada refrán lleva la reafirmación de su sentido, con el ánimo de orientar debidamente al lector. Y la totalidad va antecedida de un exordio, donde, con profunda agudeza, se nos advierte: «Podemos observar que desde el más sutil y refinado estilista hasta el más modesto escritor, todos se ven forzados, en ocasiones, a usar de refranes, dichos, adagios, proverbios, sentencias, máximas, aforismos, metáforas, o como se los quiera denominar; bien en la forma sentenciosa de Cristo, al decir: «Primero pasa un camello por el ojo de una aguja, que entra un mercader en el Reino de los Cielos»; o en la frase constructiva expresada por Sancho: «El dar y el tener, seso ha menester»; o en la sentimental del gran Libertador Simón Bolívar: «He arado en el mar». Y respecto a los cuentos, señala: «¿Quién será aquel que no tenga un cuento que relatar? El cuento tiene faces variadas según la oportunidad, conformándose al ambiente y adecuándose a la sensibilidad de los oyentes. Los hay para cada caso.»; con lo cual se nos ofrecen dos esencias fundamentales del cuento popular: su íntima relación con quien lo narra y su adaptabilidad a las circunstancia de lugar y público. Otra muestra de la sutileza creativa que acompaña la profundidad investigativa en tan singular libro; puerta de sutil entrada al fascinante universo a la vez imaginativo y realista del Oriente venezolano.
VÁLVULA: «Se destaca el «Refranero oriental» de Antonio Carrera Sibila como el mayor compendio de refranes publicado en el país, fundándose en el uso proverbial de una región; todo dentro de la vasta proyección del mundo de habla española. A su básico valor histórico, este libro suma su sentido de obra de utilidad educativa y de extraordinario disfrute para cualquier lector. A los refranes agrega cuentos, coplas y modismos, convirtiéndose en un extraordinario heraldo del universo espiritual del aquilatado territorio oriental de este país llamado Venezuela». glcarrerad@gmail.com