Algunos teóricos de la política como Giovanni Sartori (1924- 2017) advierten que la idea de república tiene más contenido que la democracia.
Julián Rivas
Comenzaré con una precisión. Con los ataques de piratas ingleses y holandeses la población se refugiaba en lugares seguros. Eso ocurrió en todo el Oriente. La región fue conocida como Paria o Nueva Andalucía y Guayana. La Expedición Perdida de Antonio de Berrío, miles de familias procedentes de Andalucía se dispersaron para ocultarse de las acciones de piratería. La mayoría venia de las Alpujarras. De esas acciones de defensa nacieron muchos pueblos, como la génesis de Irapa.
Hace unos diez años caminaba por una calle de Irapa. Un señor mayor conversaba con dos señoras. Por esos días estaba en Irapa por un asunto de duelo familiar. El viejito oía a las mujeres y les hizo una acotación en el justo momento en que yo pasaba por el lado de la acera que ocupaban: Cuidado, tengan cuidado. Miren que ese es el marido de la mujer mía !
De la misma manera en Venezuela hay una extraña manera de hacer proselitismo político: ¡Yo soy demócrata!
Es curioso como son los «demócratas». Apoyan a Estados Unidos, callan ante las tropelías del imperialismo, niegan cualquier posibilidad de girar fuera de la órbita de Occidente, guardan silencio ante los crímenes de Israel, y ven como hecho normal la pretensión hegemónica de la plutocracia globalista.
Yo soy demócrata de base, advierte Chúo Torrealba. Ah caramba.
Se puede ser agente de la CIA, dueño de una ONG financiada por la trama burocrática gringa, entusiasta de los imperios angloholandeses en el Caribe, promotores del contrabando hacia Colombia, Aruba y Curazao, ex secretarios del podrío viejo Miquilena (como Rafael Simón), extraviados como Andrés Velásquez, pero son demócratas. Cuidado, que son demócratas.
Ya hemos advertido como se vienen heredando los cargos en las cámaras empresariales. ¡Son demócratas! Un preboste de apellido Polesel dejará claro que su hija Tiziana presidirá una cámara. Y sorpresa! Un hijo de Adán Celis, de quien Domingo Alberto Rangel (1923-2012) escribió un libro, «El paquete de Adam«, en los años 80, ahora en 2023 es presidente de Fedecámaras. ¡Que demócratas!
Pero son interesantes estos demócratas de origen izquierdista. Hacen la palinodia y luego repiten y repiten que son demócratas. Fíjese en lo que dicen en televisión y se dará cuenta. «Es que los demócratas creemos…» Por ahí siguen, como si se tratara de la liturgia de una iglesia.
Chúo Torrealba, Rafael Simón, entre otros, en muchos casos dejan en evidencia la conducta del que no haya donde ponerse, como el perrito. Cambian de camiseta elección tras elección. Al final siempre ponen la torta…Pero ahí van. Jando no es negro, él es un zambo aculizao. Yo no soy esclavo, soy un siervo de la gleba. No hay nada como Estados Unidos. Así van.
Domingo Alberto Rangel hizo una admonición que destaca entre muchas que ofreció. Sobre cierta izquierda, «cuyos vientres paren hijos que terminan entendiéndose con el enemigo». De allí vienen Chúo, Rafael Simón, Carlos Blanco.
Ahora vemos que en la chicharronera de María Corina está Carlos Blanco, entusiasta de Estados Unidos. El gigante del norte cada día se desdibuja y poco se le ve de democracia. No tenemos que hacer mucho para demostrar que Estados Unidos tiene poco de democracia. Pero Carlos Blanco es demócrata. Ese oficio no se pierde. El que entra ahí no puede devolverse.
Por eso quizás dicen que estamos en la postmodernidad. El postmoderno se caracteriza por la auto contemplación. Si yo soy demócrata, ¿quien lo niega?
Andrés Velásquez olvidó el oficio de sindicalista y le gustó el oficio de demócrata. Hasta lo llaman desde centros académicos y de los tanques pensantes en Estados Unidos. Es demócrata.
¿Y como dejar por fuera a Oswaldo Álvarez Paz? Hijo de un humilde telegrafista apureño que aterrizó en el Zulia, lo que oculta. Se hizo amigo del clan Bush por esos extraños métodos de ascenso y cambio social de los que se valen muchos de los que en una coyuntura logran acceder al poder político. Para eso sirve la burocracia. Thorstein Veblen (1857-1929) advirtió que la clase ociosa superior está por encima de todo. Con Dios, era copeyano, y con el diablo, era panita de los Bush. Llamarlo vivo es poco, es demócrata. Ahora Álvarez Paz apoya a María Corina. No le reportara votos. Perdió la calle hace rato. Y como dice Daniel Santos en su canción: ¡Borracho no vale!
Algo repito: Esta nación va a sobrevivir. Como hace 400 años. Venezuela no caerá en las garras de Estados Unidos. No podrá la corte anglosionista que domina Washington. Les doy un dato: es creciente el número de venezolanos que condena la entrega y venta de Citgo, ahora en manos de una petrolera anglosionista.
Algunos teóricos de la política como Giovanni Sartori (1924- 2017) vienen advirtiendo que la idea de república tiene más contenido que la democracia. Y ciertamente la palabrita democracia esta rayada. Imagine que el Chúo no se llama demócrata de abajo o de orilla. Demócrata de base. Un oficio, pues.