Las excentricidades e insultos, deben quedar en el pasado y en su lugar debe aparecer el hombre de Estado.
Edwin Sambrano Vidal
Ahora hay que poner los pies sobre la tierra y gobernar para el bienestar de la gente. Más allá de la euforia del triunfo, más allá de las estridencias propagandísticas y pensando en las posibilidades reales, en esas que tienen permanencia y construyen sociedades, en las que aseguran un bienestar creciente de toda la población y no sólo de una parte elitesca de ella; y ante la pregunta de cómo será el gobierno de Milei en Argentina, hago el siguiente pronunciamiento:
Para que Milei pueda hacer algo tiene que afincarse en los pilares de la economía y la producción (tanto el capital como el trabajo, los recursos y el medio ambiente). En el combate resuelto a la corrupción de alto nivel, al mismo tiempo, mantener los subsidios indispensables y los servicios básicos para frenar el deterioro (daño irreparable) de la población (educación, salud, seguridad social y personal).
Tiene que hacer un acuerdo nacional sobre aspectos esenciales de la convivencia y unidad de la nación, sin enredarse en detalles ni en caprichos de vanidad personal y arranques autoritarios. El «loco Milei», con sus excentricidades e insultos, debe abandonarse como una realidad pasada y muerta en combate durante la batalla electoral. En su lugar debe aparecer el estadista Milei , quien debe pensar en todo el país y sus trabajadores, en las fuerzas reales de la economía, la sociedad, la cultura y la política (sin olvidar a los cuerpos armados). Son sólo algunas ideas iniciales a minutos del triunfo de Milei en las elecciones presidenciales de la República Argentina.
@edwinsambranov