Hernan Lugo Galicia
La ganadora de las primarias, María Corina Machado y el candidato Edmundo González Urrutia están en plena campaña. Ambos se complementan y trabajan para registrar en votos el descontento popular hacia la figura de Maduro y el chavismo.
Hernán Lugo-Galicia
Ya hay candidato, estrategia y más de 80% dispuesto a votar el 28 de julio.
Ahora, la oposición se adentra en la VI etapa del inédito proceso electoral o “acto de proclamación”, que pretende Nicolás Maduro: Armar la estructura electoral que vigilará los centros de votación, para lo cual, ya el CNE convocó a miembros de mesas en todo el país, quienes tienen -desde el 20 al 30 de abril- aceptar la responsabilidad. La clave está en impedir que la mayoría de los miembros de mesa sean del PSUV o sus partidos aliados.
La dupla María Corina Machado y Edmundo González Urrutia saben que la victoria no depende de palabras, sino de un trabajo electoral, técnico y de una campaña con responsables en cada área. La primera hace proselitismo; el segundo, las tareas políticas de la unidad.
González Urrutia logró ser designado por unanimidad dentro de la Plataforma Unitaria, pero su incorporación a la tarjeta de UNT y el MPV tuvo signada por un retardo del CNE, la amenaza del TSJ contra la MUD y una serie de pactos entre los 11 candidatos, que se llaman oposición, para tratar de hacerle mellas el 28-Jl.
La presión internacional permitió que la renuncia de Manuel Rosales, como candidato de UNT, se concretara con la admisión del diplomático.
En esta fase, jugaron un papel el presidente de Brasil, Lula Da Silva, que defiende la alternabilidad en el poder; EEUU con la restitución de las sanciones, la Unión Europea y los países garantes del Acuerdo de Barbados; la reunión de la ONU con la PUD; y, finalmente, la presencia en Miraflores, del fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, que logró además que la oficina de esta instancia sea reabierta, luego de que sus funcionarios habían sido expulsados.
Khan ya ha visitado 4 veces a Venezuela; en noviembre de 2021, marzo de 2022 y junio de 2023, para obtener cooperación institucional sobre las denuncias de violación de derechos humanos.
La estrategia consiste en mantener la unidad sobre este candidato, avalado por 10 partidos; que Machado siga en campaña, mientras González Urrutia conduce la PUD y ofrece un discurso alejado del radicalismo y habla de una transición y eventual conversación con el gobierno.
Machado recorre el país, no sólo para que se conozca quién es el candidato, por ahora, ya que la censura contra la oposición no permite la cobertura del proselitismo opositor, sino para que el ciudadano se organice en los “comanditos”, que tendrán la tarea de movilizar a los electores, sortear cualquier maniobra del chavismo, como cambios de centros de votación, y de vigilar los votos el 28-Jl.
La meta es que la comunidad se organice 1×10, en familia, entre amigos y que se reúna 600 mil voluntarios electorales necesarios en todo el país.
El dato: Desde finales de 2023 e inicio de 2024, hasta la fecha se han observado 6 etapas o fase: 1) La busca de acuerdos en la oposición; 2) la disuasión nacional; 3) la difusión de las trabas electorales a nivel internacional y la búsqueda de acuerdos con países; 4) La presión mundial; 5) El avance de la candidatura; y 6) la consolidación de una estructura electoral.
Días intensos
La estructura electoral es vital para que los votos no sean escamoteados. De hecho, Maduro tiene las Ubch, el 1X10 y las patrullas del PSUV, formadas en material electoral y, a diferencia de anteriores procesos, centra el Plan República en la Milicia Nacional y la Guardia Nacional del Pueblo, en reemplazo del Ejército, dado que no confía en los cuadros medios de esta fuerza.
Machado se ha empeñado en la defensa del voto, en virtud de su trabajo en Súmate, que ha evaluado los últimos comicios venezolanos; más de 20, la mayoría caracterizado por un ventajismo oficialista, fraudes y limitaciones de los derechos políticos a la disidencia. El ex jefe del Sebin, Hugo Carvajal, denunció que Chávez sólo ganó la primera vez, en 1999, y que su sucesor, Maduro, ha alterado los resultados.
En este punto, es claro que la sociedad civil, junto a la oposición, atravesará por situaciones complejas en los próximos meses. Por ejemplo, la ONG Amnistía Internacional (AI) afirmó que en 2023 persistieron las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y siguen en 2024.
Beatriz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), alertó que, por el periodo electoral, repuntó la persecución, amenazas y restricción del espacio cívico a personas disidentes. Indicó que el gobierno de Maduro ha creado leyes que justamente buscan restringir criminalizar y crear delitos o medidas para cerrar restringir el espacio cívico.
Y es que las maniobras del chavismo, no sólo buscan generar desinterés, abstención, sino acabar con los derechos políticos de la oposición.
Todo esto se ha expresado en:
- Tácticas dilatorias para generar desconfianza y abandono de la lucha, como pasó con el cambio de las candidaturas.
- La entrega del Primero Justicia a José Brito.
- La negativa a que Fuerza Vecinal apoyara a González Urrutia y se inclinara por Antonio Ecarri para así no perder la tarjeta. La jugada provocó la renuncia de la dirigencia en varios estados del país a este partido.
- Mantener la espada de Damocles sobre la tarjeta de la MUD.
- La inhabilitación de la dirigencia opositora. La Contraloría General despojó de los derechos políticos a Carlos Ocariz, ex alcalde de Sucre, Miranda; José Fernández, actual alcalde del municipio Los Salias; Tomás Guanipa, exparlamentario y miembro de la PUD en las negociaciones con el gobierno, y Elias Sayegh, alcalde del municipio El Hatillo y Juan Carlos Caldera.
¿Qué puede pasar en el chavismo?
Al saberse perdido, el oficialismo reaccionará como un animal herido; tratará de complicar el tema electoral, aunque también en el PSUV evalúan las pocas opciones de Maduro y, a bocca chiusa, han preguntado sí es posible sustituir al cucuteño por otro.
Las opciones son muy pocas: Rafael Lacava goza de 5 % en las encuestas pero, al igual que Maduro, no nació en Venezuela. El nacimiento ocurrió en Roma, Italia, el 3 de septiembre de 1968 y, por lo tanto, posee doble nacionalidad y no puede aspirar a la Presidencia. La hija de Hugo Chávez, Rosa Virginia, no quiere participar en contiendas.
El gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, es una alternativa, pero no goza del respaldo total del PSUV y menos de Diosdado Cabello, así que, por ahora, tendrán que seguir con Maduro “hasta el final” o suspender el 28-Jl y convocar a unas megaelecciones en diciembre.
El escenario último cobra fuerza porque la derrota de Maduro en julio provocará un aluvión a favor de la oposición en las regionales. En cambio, si suspenden el acto del 28-Jl, el chavismo buscará que la dirigencia regional, sobre todo los gobernadores y alcaldes oficialistas, participen en unas megaelecciones con mayor compromiso pues estarán también en peligro de perder sus sillas, lo que implicaría un cambio total en Venezuela.
En este tablero, cada bando mueve sus piezas y el juego aún no termina. Por ello, la convocatoria del Alba en Caracas, con la presencia de los presidentes de Cuba y Nicaragua, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, respectivamente, perseguía vender la idea de que Maduro está fuerte y cuenta con la asesoría de quienes han logrado permanecer en el poder por años dado los planes de la liquidación de las instituciones, del oponente y el establecimiento de un sistema policial y militar represivo.
El problema para Maduro es que esas visitas se hicieron al día siguiente de haberse marchado el fiscal de la CPI lo que puede generar desconfianza sobre el compromiso de Miraflores de enfrentar a los funcionarios acusados de crímenes de lesa humanidad.
En este panorama hay que estar pendiente de la actuación de la FANB, puesto que el ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, y la Comandancia de la GNP, han expresado abiertamente que desconocen la postulación, y por ende, el triunfo del candidato del imperio, como definen a EEUU y a González Urrutia, lo que constituye una violación a la Constitución y, a la vez, demuestra al mundo que no se puede ser indiferente con lo que ocurrirá en el país, no sólo en los próximos días, el 28-Jl y meses siguientes.
La organización social salvará la expresión popular de cualquier arrebato y, en eso consiste el trabajo de la estructura electoral, en conjunto con la dirección de la dupla.
Nadie dijo que sería fácil, pero tampoco que no es posible derrotar al chavismo. De hecho, ya están vencidos, heridos y capaces de cualquier plan.
@HLGNapita
El autor es escritor y periodista venezolano, actualmente exiliado en Estados Unidos.
