Hernan Lugo Galicia
El coronel Marino Lugo Aguilar, señalado por el caso Pdvsa-Cripto, murió por polifracturas y ahogamiento, afirma la forense Lisbeth Moreno. El mlitar llevaba tres días de interrogatorios forzados
Hernán Lugo-Galicia
De setenta y dos personas muertas en manos del régimen de Venezuela, once han sido por torturas durante los interrogatorios, mala praxis médicas o “suicidios”, signados por la duda.
Provea, el Foro Penal y Refugiados sin Fronteras registran este, y otros sucesos, entre ellos el más reciente: La Fiscalía General anunció la muerte del coronel retirado Marino Lugo Aguilar, acusado de participar en la trama Pdvsa-Cripto, junto al ex súper ministro Tareck El Aissami, y otros ex funcionarios públicos y empresarios.
De los 57 detenidos por la Policía Nacional Anticorrupción, por la desaparición de 23 millardos de dólares de la industria petrolera han muerto tres; uno, por enfermedad; y los otros, se “suicidaron”.
Al igual que en el caso del concejal Fernando Albán, el Ministerio Público atribuyó el deceso de Lugo Aguilar a un “suicidio”. No obstante, la forense Lisbeth Moreno dijo que el militar murió por polifracturas, ahogamiento y un paro respiratorio que le sobrevino a las 9:00 de la mañana. Llevaba tres días de interrogatorios forzados.
Antes de ir a Pdvsa, el oficial trabajó en el Seniat, bajo las órdenes de José David Cabello, por lo que conoció tanto los manejos de las dos instituciones y, por lo tanto, se llevó muchos secretos a la tumba, señalaron otros militares, que eran sus amigos y dan fe de su trabajo.
¿Cuáles son los tipos de torturas que practican los cuerpos de inteligencia?
En el manuscrito que dejó el primer teniente Ronald Ojeda, asesinado en Chile por encargo del régimen chavista, registró 31 mecanismos, que van desde la asfixia, ahogamiento, la negativa a darles agua y comida, hasta golpes y descargas eléctricas.
“Venezuela es un centro de torturas de América Latina”, afirmó Francisco Márquez, de Refugiados Sin Fronteras, sobre el caso de Lugo Aguilar.
Sergio Contreras, ex preso político, que fue golpeado por cuerpos de seguridad, expresó: “Quedó evidenciado la crueldad de la dictadura”.
Ante la Corte Penal Internacional hay cientos de casos, pero el siguiente testimonio describe la violación de derechos humanos, el irrespeto a tratados internacionales y convenios entre países y los tipos de agresiones contra la disidencia, bajo custodia del gobierno chavista..
Fue torturado, pese a acuerdo con Noruega
Un policía de Lara que había logrado huir a Holanda, donde solicitó asilo, fue deportado el 18 de febrero de 2022 a Venezuela, bajo la condición de que no sería torturado y que tendría un proceso transparente por deserción. La promesa no fue cumplida.
En la denuncia hecha ante la Fiscalía General, Gabriel Navas Pérez revela que fue golpeado en las costillas y en la cabeza por efectivos del Sebin-El Helicoide, quienes le taparon el rostro, le efectuaron descargas eléctricas.
Gabriel Navas Pérez fue golpeado en las costillas y en la cabeza por efectivos del Sebin-El Helicoide, quienes le taparon el rostro y le efectuaron descargas eléctricas«
Una vez que en la sede policial, fue colgado de los brazos, golpeado con un bate y palo de cepillo y que sufrió otros desmanes, incluso desde el 19 de febrero de ese año cuando al llegar al aeropuerto de Maiquetía, le preguntaron, primero un PNB: “¿Eres el funcionario del Sebin que estaba echando paja en Noruega”; y, luego agentes de Interpol: “¿Trabajaste con Oscar Pérez?”, y le advirtieron que tenía una alerta roja internacional.
Horas más tarde, unos agentes del Sebin lo buscaron en la Interpol y lo señalaban de ser “sapo”, un “traidor” contra el régimen y de haber entregado información de la cooperación de inteligencia con colectivos en Noruega. “Los sapos mueren reventados”, le manifestaron.
Navas Pérez trabajó en los anillos de seguridad del gobernador Henry Falcón, y a otros que visitaron la entidad. Luego, fue contactado por la PNB para vigilar a la oposición 24/7. Transcurrido un tiempo desertó por miedo a ser asesinado por haber prestado servicio a Falcón y el trabajo hecho de inteligencia contra, por ejemplo, el secretario de AD, Henry Ramos, quien lo encaró una vez al ver que lo seguía. Fue en esta serie de hechos como el policía salió de Venezuela y llegó hasta Noruega, donde declararon negativo su caso de asilo.
¿Cómo se salvó?
Antes de ser entregado, un policía noruego le dió un número de teléfono para que reportara si sería detenido, torturado y no dejado en libertad, como acordaron entre las autoridades. En previsión, pidió a otro pasajero que avisara a la familia en Lara que había incumplido el acuerdo, lo que permitió activar las alarmas en Noruega.
Del maltrato, el policía regional señala al director de Investigaciones Estratégicas del Sebin, comisario Ángel Flores, código clave Alfa; y a los comisarios “Hugo”, Viloria, Sampayo, quienes lo obligaron a grabar un vídeo, en el cual, acusó a María Corina Machado, a Voluntad Popular y Juan Guaidó de mantener contactos y trabajar con ellos; y a Carlos Vecchio y a dos mujeres, que tramitaban asilos con casos inventados, por los que cobraban entre 5 mil y 10 mil dólares.
Navas logró salir vivo y “en libertad” del Sebin porque la familia comenzó a denunciar en la Defensoría del Pueblo y el Foro Penal y lo buscaron por Caracas, debido a la llamada del compañero de vuelo, cuestión que activó las alarmas en Noruega, y obligó a la policía política llevarlo hasta barquisimeto, tomar una foto de que había sido dejado en su casa, como establecía el pacto con el país europeo.
Cada siete días, tenía que informar de su ubicación hasta que, otra vez, resuelve huir del país, instantes después de hacer la denuncia ante el Ministerio Público, y estar a resguardo. El expediente sirve para el juicio de lesa humanidad contra el régimen de Nicolás Maduro.
El coronel Lugo Aguilar antes de ir a Pdvsa, trabajó en el Seniat, bajo las órdenes de José David Cabello y conoció los manejos de las dos instituciones, secretos que se lleva a la tumba»
Militares tras las rejas
Desde 2023, la cifra de presos políticos provienen de la Fuerza Armada Bolivariana de Venezuela. La Coalición por los DDHH y la Democracia señala que los tribunales en materia de terrorismo son usados como arma política para reprimir y castigar a la disidencia.
En 2021, se reformó el Código de Justicia Militar y se prohibió expresamente juzgar a civiles en tribunales militares, por lo que se utilizaron los tribunales antiterrorismo para encarcelar las voces disidentes, tanto de civiles como de militares.
Durante el primer trimestre de 2023, 61% de los presos políticos eran militares (178), y 39% restante eran civiles (115). En el segundo semestre, disminuyó a 266, con 164 militares y 102 civiles.
La traición a la patria es el delito que encabeza las imputaciones contra civiles y militares, seguidos de conspiración, terrorismo y asociación para delinquir, luego la rebelión militar, instigación a la rebelión; una clara predominancia de los delitos de terrorismo.
En 2024, la Coalición por los DDHH y la Democracia advierte de un aumento en el “clima de represión e injusticia” contra dirigentes políticos, periodistas y defensores de DDHH, así como los patrones continuados de ilegalidad como desapariciones forzadas al momento de las detenciones y detenciones arbitrarías.
