El tiempo se les ha ido en propaganda política, persecución de la disidencia, y venderse como los salvadores del mundo, mientras Venezuela se hunde.
Por Tamara Suju
“Los francotiradores apuntan a la cabeza, pero llega un momento en que una cabeza escuálida no se diferencia de una cabeza chavista, salvo en el contenido. El sonido que produce una cabeza escuálida es mucho menor, es como un chasquido, porque la bóveda craneana es hueca y entonces pasa más rápido, pero eso se sabe después de que pasa el proyectil…” Así comienzo mi artículo de esta semana. Con las intolerables palabras de quien funge como “embajador” de Venezuela en la Organización de Estados Americanos, Roy Chaderton.
La cabeza “escuálida” a la que se refiere, es la cabeza de cualquiera de la gran mayoría de los venezolanos que hoy rechazan a éste régimen y que el “embajador” que vive en EEUU desde hace años no reconoce. Ahora bien, lo importante aquí es lo que siempre se ha denunciado a lo largo de estos 15 años sobre la instigación al odio, la discriminación y el desconocimiento de la oposición democrática, sin olvidar el trato denigrante y cruel que se le ha dado al venezolano que piensa diferente, y que ahora es tratado como enemigo de guerra y al que se le aplica la justicia penal del enemigo.
A Chaderton, que mantiene su pequeña parcela de poder en Washington, donde una OEA disminuida en su autonomía por la influencia del gobierno venezolano en los países latinoamericanos ha terminado siendo un club de amigos que defiende los intereses de los gobiernos, aunque estos violen los derechos humanos, debe haberle parecido muy gracioso hacer esa despreciable comparación, la que unos días después tratando de disculparse llamó “humor negro”, en un programa, Zurda Konducta, transmitido en el que se supone es el canal de todos los venezolanos y que desde su creación, no ha hecho mas que denigrar de la mayoría apabullante que rechaza a este régimen. Pero a la gente decente y demócrata de este país, que somos la mayoría, nos pareció un insulto a la memoria de quienes han sido asesinados por las fuerzas de seguridad del Estado, y de aquellos que también han sido asesinados con disparos a la cabeza, víctimas de la delincuencia desatada e incontrolable que un gobierno incapaz y un sistema de “justicia” ineficaz han permitido y hasta aupado, con la existencia de grupos civiles armados, brazos de su revolución. La intolerancia que se vive hoy en Venezuela es producto de la conducta de gente como Chaderton. La división y la instigación al odio entre compatriotas es la técnica que han usado para confrontar y quedarse en el poder para siempre. La seguridad personal, el derecho a la vida y a la integridad física es un deber que el Estado debe garantizar, sin ningún tipo de discriminación por ningún motivo. Pero el tiempo se les ha ido en propaganda política, persecución de la disidencia, y venderse como los salvadores del mundo, mientras Venezuela se hunde en medio de la inseguridad, la arbitrariedad, la corrupción, la desidia, el empobrecimiento,y la persecución al opositor. En medio de todo este desastre, el gobierno mantiene a un «embajador» en la cuna del “imperialismo” -como llaman ellos a EEUU- que no es más que el reflejo de los verdaderos «valores» que conforman este proyecto de poder lleno de odio, al que no le ha temblado el pulso para asesinar, torturar, maltratar, encarcelar y perseguir a la disidencia desde que llegó al poder.
Este individuo está acreditado ante un organismo internacional. En estos días la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dictó medidas cautelares para los detenidos en la cárcel conocida como La Tumba y manifestó su preocupación por las violaciones al Estado de Derecho y sus consecuencias para la plena vigencia de los DDHH ante la violencia que existe en el país. El Relator sobre la Tortura de las Naciones Unidas dijo que el gobierno venezolano violó el derecho internacional al no prevenir la tortura y otros tratos crueles. El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad Al Hussein, manifestó su preocupación por el deterioro de los Derechos Humanos y el uso de armas mortales en manifestaciones públicas y éste tipejo, que se supone representa los intereses del Estado venezolano – es decir, de todos los venezolanos – en la OEA y que debería conocer el Derecho Internacional que se fundamenta en el respeto de los Derechos Humanos, se atreve a decir, cínicamente, que el paso de una bala por la cabeza de un “escuálido” “es como un chasquido, porque es hueca”.
No es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos quien ha prostituido a la OEA con sus dictámenes para proteger los derechos de los venezolanos, como dijo el “embajador”. El que ha prostituido la silla que ocupa Venezuela en la OEA con “desparpajo y sin rubor” ya sabemos como se llama. Geraldine Moreno, Bassil Da Costa, Julio Montoya, José Daniel Frías, Julio Alejandro García, Johan Barreto, Yasmin Tovar, Arianyi García, Robert Redman, Willmer Carballo, Génesis Carmona,
Angelo Vargas, Jesús Acosta, y Kluiverth Roa, asesinados en manifestaciones y cantidad de venezolanos que han sido asesinados con tiros en sus cabezas a manos del hampa, que perdieron sus sueños, ideales y querencias, cosas de las que carece este embajador. ¿Humor negro? No. Sólo mostró su verdadera esencia.