El vicepresidente de AD, Antonio Ecarri Bolívar, asegura que “la única revolución importante que se ha dado en Venezuela” es la de octubre de 1945
Patricia Marcano
La tolda blanca festejó el domingo 13 de septiembre su aniversario número 74. “Ese número se dice muy rápido pero hay que ver cuánto esfuerzo y sacrificio ha habido en ese lapso”. Para Antonio Ecarri Bolívar, vicepresidente nacional de Acción Democrática (AD), este partido “fue y es el más compenetrado, socialmente y políticamente, con el pueblo venezolano”.
Lo dice a pesar de que dejaron de gobernar al país hace más de 20 años, con un último Presidente juzgado por corrupción; a pesar de los señalamientos de tener cierta cuota de responsabilidad, junto a Copei, en el surgimiento de la candidatura de Hugo Chávez, así como en la desconfianza de la sociedad en los partidos políticos tradicionales y que derivó en su elección, sin olvidar las descalificaciones que han recibido en los últimos 16 años.
“Hugo Chávez estaba empeñado en la desaparición de Acción Democrática o, al menos, en la disminución de Acción Democrática. Hasta llegó a decir que freiría las cabezas de los adecos en aceite, pero como dice Henry Ramos, o le faltó aceite o le sobraron cabezas, porque aquí está Acción Democrática vivita y coleando”.
Es tan así, asegura Ecarri Bolívar, que actualmente AD “es la primera fuerza estudiantil de Venezuela” y acaban de concluir un proyecto de tesis política, moderna y actualizada, realizada por una comisión designada por la presidenta del partido, Isabel Carmona, coordinada por Demetrio Boersner, e integrada por personas que estuvieron fuera de AD como Américo Martín, Gumersindo Rodríguez y Héctor Pérez Marcano, y que presentarán al país el próximo año para escuchar opiniones.
Según el vicepresidente de AD, están convencidos de que la socialdemocracia es la vía más expedita para la próxima transición democrática, que vislumbran “más cerca de lo que la gente se imagina” y que se logrará por la vía electoral, constitucional y democrática.
La explicación de cómo el partido se mantiene como fuerza política, a 74 años de su fundación, estaría en sus orígenes, esos fueron reconocidos por el pueblo y los llevó a poseer “un record imposible de igualar, por haber llevado a Miraflores el mayor número de compatriotas y los más calificados”, asegura.
Expone los detalles recordando a Rómulo Betancourt: “él decía que un líder no se forja en la comodidad de un despacho con aire acondicionado y secretaria, ni siquiera en la curul parlamentaria, ni con dinero, periódicos, radios o televisoras; ni con padrinos o con la bendición militar o eclesiástica. El líder verdadero, decía Rómulo, se forja y desarrolla en las catacumbas de la clandestinidad, a las sombras de la adversidad, entre la represión y la violencia, y así se ha formado el liderazgo de AD. A pesar de vicisitudes, la continuidad se debe a que AD no nace desde el gobierno sino en la clandestinidad”.
Por ello Ecarri contrasta el nacimiento de AD con el del Partido Democrático Venezolano (PDV) de Medina Angarita, con las Cívicas Bolivarianas de López Contreras, con Convergencia y con el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), aclarando que “los partidos que nacen del gobierno tienden a desaparecer una vez que salen del gobierno. Cuando dejan de ser mantenidos por la ubre del Estado la gente abandona la organización, y eso pasa porque no crean un partido con mística. Por eso nosotros seguimos en la lucha”.
Algunos consideran que AD es un partido que está desgastado. ¿Aún captan juventudes y militantes como hace 74 años?
Por supuesto que sí. A pesar de ser uno de los partidos más antiguos del país, después del PCV, AD es hoy la primera fuerza estudiantil de Venezuela. Logramos recuperar después de muchos años la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, de la UDO, ULA y LUZ. En Carabobo tenemos la fuerza más importante. Lo mismo en liceos y demás institutos de educación superior. Eso es un indicador de la vigencia de AD y de ser un partido de futuro.
[quote_center]“Nosotros no podemos seguir el ejemplo del chavismo y el madurismo de ignorar a la oposición y perseguirla. Todo lo contrario”[/quote_center]
¿Han cambiado su ideología desde 1941?
No. AD desde sus inicios fue, es y sigue siendo un partido de izquierda. Somos de la izquierda democrática y, como decía Betancourt, orgullosamente reformistas. No creemos en la revolución violenta, en el odio de clases ni en la dictadura del proletariado.
¿AD mantiene conversaciones o tiene acuerdos con el gobierno?
Para nada. La única vez que conversamos con el gobierno lo hicimos ante las cámaras de televisión y fue una propuesta nuestra, para que la gente viera que no hacemos acuerdos tras corrales, a escondidas ni a media noche. Nosotros seguimos sosteniendo la necesidad del diálogo aunque el gobierno no quiere conversar con la oposición, con la alternativa democrática, lo que nos parece un absurdo.
Seguimos insistiendo porque somos venezolanos y todos tenemos la necesidad de reconstruir el país. Por eso le pedimos al gobierno rectificación, porque estamos convencidos de que vamos a gobernar a Venezuela y queremos una nación que podamos recuperar, pero por el camino que vamos esa recuperación será cada vez más difícil, por la irracionalidad de este gobierno de seguir con sus políticas económicas equivocadas.
¿Existe alguna alianza entre AD y Primero Justicia (PJ)? Se habla del pacto del huevo frito
No. Lo que ocurre es que AD y PJ son los dos principales partidos de la MUD, de eso no hay duda. Por eso tenían que tener una conversación y relación importante, pero de allí a que haya un pacto, para nada. El pacto es la MUD, ahí estamos como 24 organizaciones políticas y todas están participando en el proceso electoral.
¿En qué se diferencia AD de PJ?
Nosotros tenemos diferencias no solo con PJ, tenemos diferencias con muchas organizaciones pero ahorita el problema fundamental de Venezuela es salir de este gobierno porque no ha querido rectificar. Por eso nos hemos empinado sobre esas diferencias pensando en Venezuela. Después de que se reinstale la democracia participativa en Venezuela vendrá la oportunidad de abrir discusiones ideológicas y de otro tipo sobre el rumbo del país, pero en este momento eso no es lo que esta planteado.
¿Qué está planteado?
Salir de un gobierno que se comió la flecha de la historia, que nos quiere llevar para el siglo XIX. Todavía no hemos llegado al siglo XXI por este gobierno. Por eso necesitamos cambiarlo y por eso nuestra alianza con todas estas organizaciones políticas que creen en la necesidad de un cambio democrático. Hay que incentivar al sector privado de la economía, reconstruir las instituciones democráticas, que el parlamento nacional ejerza sus verdaderas funciones de contraloría y legislación, que la Defensoría del Pueblo sea escenario crítico del gobierno para impedir la violación de los derechos humanos, que la Fiscalía actúe con autonomía y lo mismo el TSJ. En esas cosas estamos de acuerdo todos dentro de la MUD y nuestras diferencias están siendo diferidas para más adelante.
¿Por qué el Psuv y la MUD no respetaron los liderazgos regionales en las candidaturas del 6D?
Hay dos cosas. Los liderazgos sociales se han respetado en lo posible y eso es necesario. Entiendo que en algunos casos no ha ocurrido y es lamentable. Pero hay que entender que los representantes de la AN van a ser diputados de la República, no de una zona o sector. Los dirigentes nacionales de las organizaciones políticas, tanto del Psuv como de la MUD, tienen que estar representados allí. No importa mucho por cuál estado lleguen a ser electos porque representan a toda la nación. Salvo algunas excepciones, recordemos que logramos acuerdos en todos los circuitos y listas. Siempre se cometerán algunos errores pero en términos generales se logró una unidad.
¿Actualmente no hay espacio para otra fuerza política que no sea Psuv y la MUD?
Siempre hay espacio para organizaciones políticas, ese es el espíritu de la democracia, la necesidad de que los ciudadanos se organicen. Somos partidarios de que la gente que hoy critica a los partidos haga el esfuerzo de crear uno. No es una cosa fácil, pero si tienen algunas concepciones filosóficas y principios distintos, que los pongan en práctica y salgan a recorrer Venezuela.
[quote_center]“El Gobierno anda loqueando, desesperado por las encuestas de opinión que les están hablando de una derrota aplastante”[/quote_center]
Dentro de los gobiernos de AD siempre se legalizaron partidos políticos. Estando en el gobierno vivimos las divisiones del MIR, ARS y MEP, y los tres fueron legalizados sin inconvenientes. Distinto ha sido con los disidentes del Psuv, a quienes les han negado la inscripción al CNE. Esa es la diferencia entre los que somos verdaderamente democráticos y los que solamente utilizan la democracia como un argumento para perpetuarse en el poder.
“El aventurerismo del golpe”
¿El movimiento del 18 de octubre de 1945, encabezado por Betancourt y los militares, fue un golpe o una revolución?
Fue una revolución y por varias razones. Quienes tomaban el poder, a pesar de la alianza circunstancial con los militares, venían con un mensaje de redención social y no hicieron como los golpistas tradicionales, de pretender quedarse en el poder por la fuerza. El primer decreto de esa junta revolucionaria de gobierno fue prohibir a sus miembros postularse como candidatos presidenciales. Rómulo Betancourt pudo serlo pero él quería hacer pedagogía política. Ninguno se quedó con el coroto, como dicen.
Luego la junta convoca a una Asamblea Nacional Constituyente y le otorga por primera vez el voto a la mujer, al analfabeta y a la juventud, y por primera vez van todos los venezolanos mayores de edad a elegir a los parlamentarios que redactaron la Constitución de 1947. En seguida convocaron a elecciones con los partidos de la época: AD, Copei, PCV, URD y Rómulo Gallegos fue el primer presidente de la historia electo democráticamente.
Quiere decir que fue una verdadera revolución, la única realmente importante que se ha hecho en Venezuela porque acabó con las dictaduras que venían desde la Independencia y abrió caminos democráticos, aunque fueron conculcados meses después de la elección de Gallegos. Pasamos 10 años en clandestinidad, perdimos líderes como Ruiz Pineda, Carnevali, Pinto Salinas, pero sirvieron para que AD creara esa mística de lucha y combate que nos permitió regresar a la presidencia con Rómulo Betancourt.
¿Hay diferencias entre la revolución del 45 y la revolución que comenzó el 4 de febrero de 1992?
No se parecen en absolutamente nada. La del 45 fue una revolución, democrática. Esta fue un intento de asalto al poder, dejando a un lado la Constitución de 1961 y usando las armas para atentar contra la constitucionalidad. Por eso el Chavismo, en ese golpe de Estado de 1992, nace con un pecado original inconstitucional y eso es lo que impide que Chávez pase a la historia como alguien que realmente transformó a Venezuela.
Además la política económica seguida por Hugo Chávez, que se trata de la revolución comunista, fue derrotada en todas los países del mundo donde intentaron aplicarla. Fidel Castro dijo que habían fracasado, la Unión Soviética se derrumbó como un castillo de naipes, toda Europa oriental, China y Vietnam dejaron de ser comunistas. Así que ese intento de regresión que ha pretendido el Psuv desde el gobierno no va a tener éxito. Ya vemos el fracaso de esa política con la crisis terrible que está viviendo Venezuela, como nunca antes en su historia republicana.
¿Entonces AD no tiene pasado golpista o es que hay golpes buenos y golpes malos?
No. Nosotros estamos convencidos de que no dimos un golpe de Estado. Nunca hemos dado un golpe de Estado, nosotros produjimos una revolución porque los herederos del Gomecismo tenían cerradas las vías democráticas, y a pesar de todos los esfuerzos de convencer al gobierno de Medina de convocar a elecciones libres, lo impidieron. Por eso tuvimos que recurrir necesariamente a la vía violenta de desalojarlos del poder a la fuerza. Lo hicimos para crear la democracia en Venezuela, no para asumir el poder ni tratar de perpetuarnos con reelecciones. Teníamos la fuerza para hacerlo pero nunca lo quisimos.
¿Así como AD se alió con los militares parta tumbar a Medina, puede hacerlo ahora para tumbar a Maduro?
No, no, para nada. Le hemos salido al paso al aventurerismo del golpismo porque nos parece que en pleno siglo XXI no tiene ningún sentido. Además tenemos que ahorrarle a Venezuela cualquier confrontación entre hermanos. Nosotros tenemos vocación democrática, creemos en el cambio constitucional y electoral, y estamos convencidos de que los chavistas van a ser minoría a partir de diciembre. Ellos van a ser respetados y tendrán su oportunidad de hacer oposición al nuevo gobierno, con la garantía de que no serán perseguidos.
Nosotros no podemos seguir el ejemplo del chavismo y el madurismo de ignorar a la oposición y perseguirla. Todo lo contrario, nuestra actitud será de pedagogía política, de no pasar factura ni aplicar retaliaciones de ningún tipo porque la idea es reconstruir a Venezuela.
¿AD estaría dispuesta a dirigir ese país destruido y asumir las medidas difíciles para encausarlo?
Sin lugar a dudas. AD tiene una tradición de partido de Estado, con hombres que creemos que cuando uno está en el gobierno tiene que trabajar para las próximas generaciones y no para las próximas elecciones. Si nos vemos obligados a tomar esas medidas difíciles, el pueblo lo va a entender y sabrá que son necesarias para salir del atolladero que dejó este gobierno. Nunca serán a costa de los trabajadores ni de los más humildes, será un compromiso de toda Venezuela y los empresarios tendrán que poner una cuota de sacrificio importante para rescatar al país de la debacle.
¿La oposición puede obtener la mayoría parlamentaria el 6D?
No solamente vamos a tener una mayoría simple, tendremos una mayoría calificada. Las encuestas de opinión en este momento nos ponen con 40% de ventaja y con tener 20% de ventaja basta para obtener las dos terceras partes de la AN. Lo vamos a lograr y no vamos a usar esos dos tercios para perseguir ni para interrumpir el hilo constitucional. Todo lo haremos dentro de la Constitución y democracia. Lo primero será aprobar una Ley de Amnistía que libere a los presos políticos -no a los corruptos, ojo-, que permitirá el regreso de los exiliados y la libertad de Leopoldo López; no se justifica que él, un líder de la socialdemocracia venezolana, esté en prisión.
¿Cuál es su lectura sobre el cierre de la frontera con Colombia?
Cuando le pegas un imán a una brújula, en la parte de atrás, ella se vuelve loca. Bueno, yo creo que este gobierno tiene pegado un imán detrás de su brújula porque anda loqueando, desesperado por las encuestas de opinión que les están hablando de una derrota aplastante. Están inventando problemas externos para tratar de buscar una especie de nacionalismo demodé, del siglo XIX, que no va a ocurrir. Esto, igual que la reclamación con Guyana, es una argucia electoral.
[quote_right]“Hugo Chávez estaba empeñado en la desaparición de Acción Democrática o, al menos, en la disminución de Acción Democrática”[/quote_right]
“Un tema sociológico”
¿Cómo definiría al Socialismo del siglo XXI?
Esto no es ni socialismo ni es del siglo XXI. Esto es, como diría Luis Beltrán Prieto Figueroa, un injerto de morrocoy con gallo porque canta pero no camina. Aunque yo diría que es un injerto de gallo con cangrejo, porque va para atrás.
¿Admiró a la Revolución Bolivariana?
No, nunca. Yo estaba convencido de que era una propuesta política totalmente errada, que no haría progresar a Venezuela, que no se basaba en la sociedad como un todo sino en una cosa execrable y antimarxista, que es el culto a la personalidad. Eso fue lo que derrumbó a las sociedades que supuestamente se basaban en el pensamiento de Carlos Marx y que lo distorsionaron. Fue el caso de Lenin, Stalin, Mao, Ho Chi Minh, Fidel y Chávez.
Por más que tu los alabes, cuando el líder fallece se acaba el movimiento. Una de las grandes tragedias del chavismo es que ya no hay chavismo. Pretendieron instaurar un madurismo pero este jamás tendrá el carisma ni las virtudes que, por supuesto, tenía Chávez.
¿Cuál fue el legado que dejó Hugo Chávez?
El legado de Hugo Chávez fracasó. El chavismo no tiene herederos.
¿La mala conducta de partidos como AD y Copei hizo que Hugo Chávez terminara como el mesías y ganara las elecciones?
Ese es un punto bien largo de desarrollar porque es un tema sociológico. Yo no creo que nadie tiene la responsabilidad ni la culpa de los gobiernos siguientes. No hay duda de que se cometieron errores gruesos en esos 40 años pero hoy, si se hace un balance entre esos 40 y estos 16 años, no hay comparación. Todos los logros en educación, cultura, infraestructura, salud y demás se hicieron en esas décadas.
AD fue el partido que organizó a la sociedad venezolana y le dio carácter de ciudadanía. Nos enorgullece haber llenado a Venezuela de escuelas, liceos y universidades gratuitas y públicas. Logramos que los hijos de los campesinos se educaran, subieran de nivel social y crearan la clase media que llegó a ser una de las más grandes de América Latina y el mundo. Se educaron en las universidades más prestigiosas del extranjero y eso lo pagó Venezuela a través de la Fundayacucho, creada en el gobierno de CAP, al igual que el Sistema de Orquestas de Venezuela, cuando el maestro Abreu fue ministro de Cultura en el gobierno de AD.
¿Qué piensa cuando escucha a la gente decir “los adecos eran ladrones pero estos son peores”?
La corrupción es deleznable desde todo punto de vista y en todas las épocas. Alguien dijo, alguna vez, que los corruptos de la Cuarta República terminaron siendo unos robagallinas comparados con estos hampones, que se han llevado 1 millón de millones de dólares. Eso han despilfarrado en 16 años. Un millón de millones de dólares se dice muy fácil pero son como 20 planes Marshall con los que se reconstruyó toda Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, más que nunca, hay que preguntar lo que decía Luis Herrera: ¿dónde están los reales? Las carreteras son un desastre, los hospitales están derruidos y los liceos, escuelas y universidades no tienen presupuesto.
¿Rescataría algo de estos 16 años?
Las misiones sociales. Jamás podremos quitarle a la gente humilde las conquistas logradas por luchas, que no es igual a las dádivas que les haya dado el gobierno. Las misiones las vamos a reformar y serán para todos los venezolanos con dificultades económicas, no para un sector, porque mientras se resuelven los problemas macroeconómicos la gente no puede pasar hambre ni necesidades.
¿Todavía el “adeco es adeco hasta que se muere”?
Sin lugar a dudas, y después de muertos también porque si se vota en el cielo seguro vamos a votar blanco.
Conversaciones con Betancourt y Prieto
Como dirigente estudiantil de izquierda, Antonio Ecarri Bolívar fue un fuerte detractor de Rómulo Betancourt. “Lo que pasa es que la Revolución Cubana fue un espejismo que nos puso a todos a ver a otro lado, y esa chercha comunista del ‘antibetancourismo´ nos influyó mucho, sin conocer la obra de Betancourt, que no tiene comparación. Betancourt fue un hombre que vislumbró 30 años antes que los eurocomunistas la necesidad que había de romper con la Unión Soviética, y lo dijo desde una posición marxista. Eso es un mérito enorme”, relata el abogado y vicepresidente de AD.
Hace más de 30 años se pasó a la fila de enfrente y la admiración por el expresidente lo llevó a publicar, hace pocos meses, “Conciudadano Betancourt”. Se trata de una entrevista imaginaria donde lo fantasioso queda reducido a las preguntas, pues las respuestas son propias, escritas por Rómulo en cartas y documentos hallados por Ecarri tras una investigación.
“Quise hacer una cosa didáctica y amena, narrar la historia del siglo XX en la voz de Betancourt. Creo que uno de los mayores elogios sobre el libro me lo hizo Isabel Carmona; cuando se dividió AD ella se fue con el MIR, por eso me dijo: ‘Antonio, si yo hubiese leído este libro en el año 59 no me voy de AD’”.
Se inspiró en la obra de Ramón J. Velásquez, “Confidencias Imaginarias de Juan Vicente Gómez”, y lo impulsó el contexto actual, en el que “los líderes civiles son calumniados en medio de la exacerbación del militarismo”. También lo movió la pedagogía, pues considera que son pocos los venezolanos conocen la obra de Rómulo Betancourt y de Luis Beltrán Prieto Figueroa, de quien escribe actualmente un libro también bajo el género de la entrevista imaginaria.
“Prieto era prolijo en producción intelectual, fue un personaje increíblemente honesto, luchador contra la corrupción y un ejemplo de civismo, además de creador de las primeras asociaciones gremiales de maestros. Escribió más de 60 libros y a los 70 años apareció como poeta. Es un personaje fascinante, fue un tipo fuera de serie”.
Para contactar a la autora de este trabajo, escriba a patricia@larazon.net