La mayoría de los varones responsables de los embarazos adolescentes tienen entre 17 y 20 años, según un estudio de la Ucab. El Idenna determinó que 32% de ellos asegura haber «deseado» a ese bebé
Mónica Duarte / Patricia Marcano
Los datos de la maternidad adolescente no necesariamente se repiten en sus pares masculinos. La Encuesta Nacional de la Juventud 2013, realizada por la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), arrojó que 1% de los adolescentes encuestados son papás, mientras 15% de ellas son mamás.
Ana María Aguirre, psicóloga de Plafam, explica que esta cifra puede ser mayor porque muchos desconocen su condición de paternidad, y que el índice indicaría que la mayoría de las niñas pudiesen estar siendo embarazadas por adultos.
Sin embargo, los relatos que recibe Darda Ramírez, pediatra especialista en medicina del adolescente en el Materno Infantil de Petare, le dicen que la mayoría de esos papás suelen ser también adolescentes. En la investigación realizada por el Idenna, el promedio de edad del papá adolescente es de 20,9 años; la mayoría tiene entre 17 y 20 años de edad.
Yeremi Escalante, sin saberlo, forma parte de esa estadística. «Cuando nació el bebé tenía 17 años. No me dio chance de terminar el bachillerato porque me vi en la necesidad de trabajar y bueno, así lo he hecho. Echándole pierna, con mucho sacrificio, ya tenemos nuestra casita. Yo no quería ser papá. Lo dudaba, pero cuando ella quedó embarazada decidimos tener nuestro hijo».
Solo 19,4% de los papás adolescentes utilizaba algún método anticonceptivo cuando se embarazó
Yeremi tiene 21 años, su primer hijo tiene 2 y está por tener al segundo. A esa edad asegura tener ya una estabilidad. «Empecé a echarle pierna a los 17 y ya tengo estabilidad laboral, familiar. Nos preocupa que ahora no se consigue nada, pero ahí estamos».
Confiesa que le hubiera gustado esperar más tiempo para ser papá, haber terminado el bachillerato, prepararse y así «tener un trabajo mejor, más cómodo, con mejor ingreso. Aunque ahorita, como está la vida, un bachiller no es nadie», comenta.
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De los varones con hijos, 32,6% afirmó en la encuesta realizada por el Idenna haber deseado a ese bebé. De estos, 64% estudiaba y 25% no trabajaba ni iba a clases cuando se embarazó.
Además, la mayoría de estos padres no se cuidaba. Solo 19,4% utilizaba algún método anticonceptivo. Los estudios explican que entre ellos existe una subestimación del riesgo de embarazo, pues 25% atribuye la razón para no protegerse a no tener métodos anticonceptivos “en ese momento”.
La misma cantidad de adolescentes deseaba esperar unos cinco años para tener un bebé, ubicando la edad ideal de paternidad en los 22.
Las cifras también revelan que un 48% de los adolescentes sexualmente activos no usaron ningún tipo de protección contra infecciones o embarazo en su última relación.
El psicólogo social Leoncio Barrios explica que desde la óptica familiar un padre adolescente suele ser más aceptado y en muchos casos es un hecho celebrado, pues ese embarazo es visto como una “confirmación de la hombría” socialmente esperada.
Otro factor vinculado a la paternidad a temprana edad es el abandono. Un grupo de 2.094 jóvenes (12,7% de los encuestados) no sabe qué sucedió con el embarazo de su pareja. Esto indica que el abandono de los adolescentes que se estrenan como padres, antes de la mayoría de edad, es un riesgo que deben afrontar las niñas embarazadas.
Para la mayoría de los consultados, la edad ideal para la paternidad es 22 años
Pero ese no es el caso de Yeremi. «No hay nada más bonito que sentirse orgulloso de tener un hijo joven. Cuando tienes a tus hijos joven puedes disfrutarlos más. Es verdad que tener familia te hace madurar al 100%, pero no es imposible. La situación ahorita no está para estar jugando carrito, pero sí se puede».
Para él, el embarazo adolescente no debería ser visto como un horror. «Quieren verlo a uno como un extraterrestre, que cometió un delito. Eso es algo normal que no te debe avergonzar. Vergüenza da cometer ese acto y luego dejar el pelero, pero si tienes los pantalones puestos le echas pichón».
Lo que sí debería preocuparle a la gente, dice, son esos casos donde los adultos embarazan a adolescentes. Asegura que en los barrios es común ver a hombres de 30, 35 o 40 años saliendo con niñas de 15.
«¿Qué futuro puede tener una niña de 15 con un hombre de 30? Ahorita hay muchas niñitas que les gusta andar con tipos con pistola y en moto. De eso sí hay que estar horrorizado»
Si quieres contactar a las autoras de esta historia, escribe a: monicaduarte@larazon.net o a patricia@larazon.net