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El compromiso electoral propuesto por el madurismo

Nicolás Maduro

Hay que alertar sobre la intencionalidad de las últimas medidas populistas y con fines electorales, puestas en práctica por el gobierno


Oscar Battaglini

Esta no es la primera vez que el oficialismo chavista le formula una propuesta a los sectores de oposición, a sabiendas de que estos no están dispuestos a prestarse para la realización de ese juego perverso. De ahí que la burocracia chavista se haya visto forzada de nuevo a montar la farsa de la firma de su propuesta de acuerdo, sólo con los distintos representantes del antes denominado “Polo patriótico”. Con ello, no han hecho otra cosa que poner de manifiesto que algo muy oscuro se esconde detrás de esa propuesta; y lo que es más grave, la total deslegitimación y descrédito del actual CNE, organismo comicial que no está en capacidad de ofrecer a los venezolanos un mínimo de seriedad, confianza y pulcritud en lo que se refiere a la administración de los procesos electorales que tienen lugar en nuestro país, un ejemplo demostrativo de esto, son los dos últimos procesos electorales presidenciales, en relación con los cuales, este CNE se negó a realizar una auditoría, tal como manda la Ley de elecciones, para establecer la confirmación de los resultados dados por el mismo.

Llama la atención que, mientras el madurismo promueve la firma de ese acuerdo, al mismo tiempo ha expresado de manera reiterada que ganará las elecciones del próximo 6D, “como sea”, y que los calabozos de las cárceles del país están dispuestos para quienes salgan a protestar ante algún resultado anunciado por el CNE, que no se corresponda con lo que verdaderamente ocurra en dichas elecciones. En estas expresiones emitidas por el propio Maduro aparecen en forma velada, las reales intenciones que la burocracia chavista abriga y se propone ejecutar como consumación de ese proceso eleccionario, si es que en lo que falta de aquí al 6D, no decide otra cosa. Se despeja de esa manera la duda que pudo haber surgido con relación a su propuesta de firmar el compromiso de respetar y acatar los resultados emitidos en esa fecha por el CNE. Más clara no puede estar esta jugada y el propósito que se propone alcanzar el madurismo con su realización: “ganar como sea” esas elecciones, y encima de eso buscar que ese resultado así conseguido sea acatado por la opinión generalizada del país. Frente a esto, no cabe otra respuesta que el repudio más categórico y el más firme rechazo de tales designios; actitud que debe ser acompañada de una intensa campaña de orientación política en el seno de los más amplios sectores populares dirigida a fortalecer más aún su determinación de comenzar a ponerle término al régimen chavista mediante una masiva y abrumadora votación el próximo 6D. Esta campaña debe apoyarse básicamente en la idea de que quienes han hundido y arruinado el país, no tienen, o han perdido totalmente el derecho a seguir gobernándolo, es decir: de quienes arruinaron su economía productiva; de quienes nos han condenado a sufrir todos los días una inflación y una escasez de bienes que no nos dan tregua; de quienes nos han impuesto un régimen autoritario y ampliamente militarizado que nos ha despojado del ejercicio de los derechos democráticos más elementales; de quienes pretenden condenarnos de por vida a vivir devengando sueldos y salarios miserables que ya ni siquiera alcanzan para cubrir la cesta alimentaria; de quienes han propiciado desde el poder una política de seguridad que ha favorecido un auge de la delincuencia que nos asedia y nos acosa hasta en el seno de nuestras propias viviendas, etcétera.

Contra un gobierno responsable de todo eso -es preciso reiterarlo-, debemos pronunciarnos masivamente el próximo 6D. En este mismo sentido hay que alertar sobre la intencionalidad de las últimas medidas populistas y con fines electorales, puestas en práctica por el gobierno; en particular hay que aclarar ante la opinión de los sectores mayoritarios de la población que el 30% de aumento del salario mínimo, no llena las expectativas ni de los trabajadores ni de los profesionales; que con el aumento de Bs. 74 diarios, no se puede comprar –como afirma el dirigente obrero Orlando Chirino- una empanada y un café.

Es importante señalar que, el “como sea” de Maduro, por su carácter ambiguo, puede ir desde el fraude electoral descarado, hasta la suspensión indefinida, vía CNE, del proceso eleccionario, y en última instancia, del golpe de Estado tradicional en un intento desesperado por mantenerse en el poder en medio de la inestabilidad y pérdida de legitimidad que progresivamente han ido minando al régimen chavista. Si bien, cualquiera de esas tres opciones puede ser asumida en la actualidad por la burocracia chavista para su permanencia en el poder, ello va a depender mucho del desarrollo concreto que siga la crisis interna que carcome al régimen chavista, y del curso que tome el conflicto o la lucha por el poder que en estos momentos tiene lugar en el país alrededor del tema electoral del próximo 6D.

Al mismo tiempo hay que decir que ninguna de estas opciones le resuelve nada al interés del chavismo de permanecer en el poder. Por el contrario, en cualquier caso se vería afectado en el logro de ese objetivo supremo. Pueda que en lo inmediato logre conservar el poder, pero a largo plazo –debido a la creciente oposición nacional e internacional- no le será posible mantenerlo.

Por lo pronto, todo indica que el chavismo oficial perderá las elecciones parlamentarias, lo que sin duda introducirá una modificación cualitativa en la dinámica del hecho político. En particular cambiaría la orientación y el uso zafio que Diosdado Cabello le ha dado al poder legislativo. De igual modo cesaría el control político institucional que éste ha ejercido sobre la Fiscalía, el Tribunal Supremo, la Contraloría, etcétera. Y finalmente, quedaría definido de una vez, lo que sería el resultado de las próximas elecciones presidenciales a realizarse en el país. He aquí entonces la importancia crucial que tiene el proceso electoral en marcha y la necesidad de no fallar en la obtención del resultado que comience a librarnos de la pesadilla que nos ha sido impuesta por la barbarie chavista en el poder. De todas maneras habrá que esperar y estar muy atentos acerca de lo que será la actitud que finalmente asuma la burocracia chavista ante esa perspectiva.