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Noel Álvarez: “Se necesita concertación”

Noel Álvarez, expresidente de Fedecámaras

“Sin resolver la crisis política será imposible solucionar las otras crisis que corren en paralelo”, explica el expresidente de Fedecámaras Noel Álvarez


Enrique Meléndez

El ex presidente de Fedecamaras, Noel Álvarez, afirma que sobre el país se cernieron cuatro crisis: económica, social, institucional y política, y que la solución de todas pasa primero por resolver la crisis política.

“Mas del 80% de la población está pidiendo concertación y entendimiento entre los factores políticos. Actuar en forma contraria es una opción contra natura, sin embargo la percepción generalizada es que el gobierno, quien tiene la mayor responsabilidad en esa materia, no está actuando con el desprendimiento que demandan las circunstancias”, afirma el coordinador del movimiento Generación Independiente.

¿Usted cree que resulta imposible una cohabitación gobierno y oposición, a esta altura?

Un gobierno que vendió la tesis de que su principal preocupación era solucionar los problemas de la gente, hoy después de 18 años en el poder, pareciera que su prioridad es salvar su agónico proyecto político y mantener un estado de impunidad que nos ha llevado a ser considerados como el país más corrupto del hemisferio.

Nuestro movimiento político Gente ha venido planteando que Venezuela necesita un gobierno que propicie un clima entendimiento y concertación sinceros, que se aparte de la confrontación, y que nos enrumbe por los caminos perdidos del progreso y bienestar social. Un gobierno que nos represente a todos, sin distingo de color político, credo religioso, condición social o preferencia sexual.

También hemos alertado sobre el hecho de que sobre nuestro país se posó una nube negra que nos obliga a transitar por varias crisis en paralelo: la más terrible crisis económica de que se tenga noticia en nuestro país en toda su historia republicana. Una crisis social de dimensiones incalculables que nos pone a las puertas de la hambruna colectiva y de escenarios catastróficos. Una crisis institucional, que de no actuarse con responsabilidad, podría dar al traste con todo lo que conocemos como estado republicano. Por último una crisis política sólo comparable a la atravesada por Venezuela durante el enfrentamiento entre liberales y conservadores en 1848.

Los orígenes de la crisis económica se incuban en la pretensión del gobierno de quitarse voces internas críticas, acabando con el aparato productivo nacional. Un país con bonanza petrolera podía darse el lujo de importar casi todo lo que se consumía. Hoy no tenemos dólares, no tenemos aparato productivo, la producción se vino al suelo, la inflación y la escasez se fueron a las nubes y el papel moneda muy pronto sólo nos servirá para utilizarlo como papel sanitario, ante la ausencia de éste y el poco valor de aquél.

El orgullo del gobierno, hasta ahora, era que no habíamos superado el 106% de inflación, máximo histórico de 1996, sin embargo, aquellos eran períodos de altísima inflación en todos los países del mundo. Hoy la constante es que los países tienen inflaciones de un solo digito. La intencionalidad, incapacidad o torpeza del gobierno venezolano nos está llevando por derroteros, cuyo destino final será un empobrecimiento bestial de toda la población.

Luego tenemos una crisis social, hija natural pero directa de la crisis económica. Dios nos libre de enfermarnos, porque la gente se está muriendo en las clínicas y hospitales, por falta de equipos médicos o de medicinas. No hay camas ni equipos para atender a todos, y cuando se consiguen, el dinero no alcanza para comprar las medicinas o insumos. La escasez de alimentos es dramática, solo comparable a un hecho que me contó mi padre: en 1912 hubo en Venezuela una hambruna terrible, motivada por una plaga de langostas que asoló los campos venezolanos, en aquella época pasaban apuros hasta los animales domésticos.

Álvarez cree que los orígenes de la crisis económica “se incuban en la pretensión del gobierno de quitarse voces internas críticas”

Hoy en día, tanto los animales callejeros, como los que se encuentran en los zoológicos deben estar viviendo una situación similar. Si la gente supera el problema de los hospitales, las medicinas o la comida, entonces deberá enfrentar otro hecho quizás más terrible: la delincuencia desbordada. Esta tiene varias formas de actuación: cobro de vacuna, asaltos a mano armada, robos, y hasta asesina por cualquier cosa. No se puede viajar por carro porque no hay repuestos, pero si muchos huecos, los aviones casi desaparecieron y en los autobuses atracan y violan. En muchos lugares el agua y la luz vienen de visita, El dinero que gana un trabajador no le alcanza para comprar electrodomésticos y el salario mínimo no llega para comprar carne, caraotas, arroz y café.

Ubico la crisis institucional en la falta de confianza que siente la ciudadanía por la mayoría de las instituciones públicas. En mi criterio, sólo se salva de esta apreciación la AN, por su reciente elección, pero este aval tiene fecha de caducidad. El TSJ se saltó de un plumazo una institución elegida por el poder constituyente. Los otros tribunales, la fuerza armada, la fiscalía, contraloría, defensoría, CNE y todos los cuerpos policiales tienen su imagen muy deteriorada. La violencia legitimada que debe ser potestad del Estado hoy en día la ejercen los malvivientes que arrinconaron al país. La corrupción más grosera de toda la historia y la impunidad con que se cometen todo tipo de fechorías, minaron las bases institucionales que todo estado democrático debe tener.

Si bien es cierto que todas las crisis que estamos sufriendo son terribles, considero que la primera que debemos intentar solucionar es la crisis política. Representada esta por la perdida de legitimidad, de las instituciones, ya que la política es la institución representativa por excelencia de una sociedad. La desconfianza, desaprobación o desconocimiento de los actores políticos, así como las tensiones y contradicciones que se acumulan en el seno de una sociedad, son los síntomas que apuntan a la existencia de una crisis política.

A mi manera de ver, sin resolver la crisis política será imposible solucionar las otras crisis que corren en paralelo.

¿Eso traduce que lo que está pendiente es un cambio de gobierno?

Hemos llegado a lo que en el béisbol se conoce como el relevo del pitcher, porque el que tenemos ya no tira strikes ni hace outs. Ha llegado el momento en que el manager le pida la pelota al lanzador para traer un relevista. Esto se debe hacer antes de que los ocupantes de las tribunas se lancen al campo de juego o algún árbitro avaricioso confisque el partido a su favor.

Por la forma negligente y despectiva como actúa el gobierno, con éste no hay salida posible. Los organismos económicos mundiales no confían en él, y mucho menos en su capacidad para el manejo de la crisis. Por lo tanto la única forma es rebarajar el juego institucionalmente.

¿Cuál es la vía más rápida, a su juicio, para definir esta situación?

Cuando un gerente no está capacitado para dirigir una empresa, antes de que termine de quebrarla, la junta de accionistas debe solicitarle su renuncia. Ahora bien todos los mecanismos para resolver un problema como éste se estrellan contra una pared pintada de rojo que lleva por nombre TSJ. Por lo tanto, como decimos en Venezuela, debemos matar la culebra por la cabeza. Eso significa que la AN debe resolver, expedita y constitucional, la piedra de tranca del TSJ, y después se podrá optar por cualesquiera de las opciones para resolver el problema político del gobierno.

“La AN debe resolver, expedita y constitucional, la piedra de tranca del TSJ”

¿Qué opinión le merecen los anuncios de Nicolás Maduro?

Para mi el gobierno se parece mucho a los zombis que vemos en las películas: caminan en línea recta, con los brazos extendidos, la mirada perdida y emitiendo sonidos guturales que nadie entiende, y creo que él tampoco. La solución no es un cambio de ministros. Se necesita un cambio de orientación política y económica, lo cual no estoy seguro de que el actual gobierno y sus radicales estén dispuestos a aceptar. En nuestro país los ministros no son más que unos simples secretarios del Presidente, sin poder para proponer e implementar políticas autónomas.

¿Usted cree que el nuevo gobierno que tendríamos, una vez desplazado éste, inevitablemente se vería en la obligación de acudir al FMI, para una asistencia financiera?

Estoy convencido que esa debe ser una de las vías para recuperar la salud económica del país, sin que esto signifique que debamos ceder en nuestra soberanía económica y política, pero además de eso, estoy persuadido de que Venezuela, hoy en día, es candidata para recibir ayuda humanitaria, por parte de los organismos internacionales en el ámbito de alimentos y medicinas.

¿Cómo ve usted la nueva escala de los precios de la gasolina, que el presidente Nicolás Maduro anunció?

El componente económico de esta medida sería fundamental para un país con un gobierno serio, y estoy seguro que toda la población la apoyaría. Sin embargo, por dudar de la buena voluntad del gobierno, yo me plantearía las siguientes reflexiones: Si yo soy productor de papas, ¿por qué debo comprar las papas al mismo precio que se las vendo a los demás? Si el petróleo es de todos y no me dan los beneficios que me corresponden como accionista, lo mas lógico es que reciba compensaciones por otra vía. ¿Por qué los venezolanos debemos pagar la gasolina cara, mientras le seguimos regalando petróleo a Cuba, y vendiéndolo subsidiada a otros países. ¿Explíquenme cómo van a hacer para disminuir el contrabando de gasolina, si este flagelo se hace a gran escala y protegido por encumbrados personajes? Por ultimo, ¿díganme qué van a hacer con los recursos adicionales que devengarán por el incremento de los combustibles? No traten de engañarme de nuevo con el subterfugio del Fonden, porque en esencia es igual al cuento del coco…

La interpretación que se le ha dado al nuevo esquema de política cambiaria, es que aún dominan las mafias, habida cuenta de ese dólar todavía a diez bolívares. ¿Qué piensa usted?

Causa profunda indignación que el gobierno devalúe la moneda en más de 1.600 % y aumente el salario de los trabajadores en 20%.

El esquema de un dólar preferencial a 10 bolívares, más que comprar alimentos y medicinas subsidiadas, seguirá siendo el desaguadero por el cual entre y salgan los corruptos que se han hecho inmensamente ricos con la trinchera de este control de cambio. Recordemos el caso de los 25 mil millones de dólares denunciados por Giordani, y del cual nadie se ha hecho responsable.

Derogarán la Ley de Ilícitos Cambiarios, y permitirán que el mercado ajuste el nuevo precio de la divisa. Por cierto, la frase “ajuste por el mercado” debe quemarle los labios al Presidente, la ha repetido varias veces.

Para tener un mercado sano, hace falta oferentes y demandantes ¿tendremos la suficiente oferta de divisas?

¿Cómo ve usted el esquema de los motores de desarrollo, planteado en los nuevos anuncios de Maduro?

Nuevamente estos anuncios son sólo saludos a la bandera. Nos encontramos, nos saludamos y nos tomamos una foto y hasta aquí quedó todo. Esos motores o motosierras son una trampa cazabobos, y una barajita repetida cientos de veces buscando ganar, lo que ellos menos tienen: tiempo.


Oxigenación de la política

Usted registró un partido político ¿piensa postularse para la presidencia de la Republica?

Las últimas generaciones de partidos nos llevan a pensar que todo el que quiere ser candidato monta un partido a su imagen y semejanza, un modelo de traje que sólo a él le ajusta, y donde su imagen es más importante que el nombre del partido. Nosotros queremos ponernos equidistantes de esas tendencias. Un grupo de venezolanos preocupados por el país decidimos aportar nuestro granito de arena para la oxigenación de la política venezolana y por eso fundamos Gente. Para nosotros lo fundamental es ser “útiles” para Venezuela, más que “importantes”. Pero si los avatares de la vida nos llevan por caminos diligénciales, los asumiremos con la misma responsabilidad y entereza con las que hemos actuado hasta el presente.