La Misión venezolana ante la Organización de Estados Americanos advirtió que Almagro puede usurpar la soberanía del Estado venezolano sin caer en un supuesto para su destitución
Redacción La Razón
John Kerry, secretario de Estado de EE.UU., Luis Almagro, secretario general de laOrganización de Estados Americanos (OEA) y miembros de la oposición han señalado la posibilidad de activar la Carta Democrática. De acuerdo al diario colombiano El Espectador este mecanismo podría terminar en la aprobación de una resolución por parte de una Asamblea General condenando el comportamiento antidemocrático del gobierno.
La Carta Democrática Interamericana es un mecanismo que se aplica en el caso de que se produzca una ruptura del proceso político institucional democrático o del legítimo ejercicio del poder por un gobierno democráticamente electo, en cualquiera de los Estados miembros de la organización.
Con la activación de la Carta Democrática Interamericana se puede acordar la suspensión temporal del Estado Miembro, del ejercicio de su derecho de participación en la OEA. Sin embargo, para que ello se materialice se requiere del voto de los dos tercios de los Estados que conforman la Organización (34 países).
La intervención extranjera directa (Cascos azules u otras fuerzas) no está prevista en ninguno de los contenidos de la Carta Democrática, ya que eso iría en contra de los principios de no intervención, soberanía e independencia de los Estados, fundamentos que rigen el espíritu de la Carta de la Organización de los Estados Americanos (Art.3). Pero la aprobación de una resolución representa un triunfo para los sectores democráticos.
En enero de este año, Almagro le advirtió al presidente Nicolás Maduro que la Carta Democrática Interamericana lo obligaría a actuar si se afecta el proceso político institucional del país. Esto, a raíz de las pretensiones de desconocer la Asamblea Nacional y declarar una omisión legislativa que le dé las riendas al Tribunal Supremo de Justicia para actuar en nombre del Parlamento.
Kerry afirmó hace apenas unos días que “Nosotros apoyamos la Carta de la OEA (…) Y pronto viene una reunión de la OEA, y creo que este será uno de los temas de conversación”, sostuvo.
¿Aplica eso para Venezuela?
“Una supuesta actuación del secretario general -vía invocación de la Carta Democrática Interamericana- se convertiría en un intento de usurpar la autoridad y soberanía del Estado y en el desconocimiento de su gobierno, que sería rechazado”, afirmó el embajador venezolano ante la OEA, Bernardo Álvarez, en una nota remitida a la prensa.
El diplomático considera que Almagro no puede modificar el proceso de aplicación que establece la propia Carta, ni su «gradualidad» a través de «una interpretación acomodaticia y temeraria» del texto.
«Incurriría, en tal caso, en una usurpación de funciones de la Asamblea General de la OEA, órgano al que correspondería modificarla. Esta situación prefiguraría un supuesto de hecho para solicitar la destitución del secretario general, pues daría un golpe a la institucionalidad del Estado o estados concernidos», señala.
El diplomático defiende que en Venezuela «no existe ninguna situación fáctica que encaje o se subsuma bajo los supuestos de hecho establecidos en la Carta», porque «no existe una ruptura o alteración del orden constitucional».
Requisitos para aplicar la Carta
La Carta establece una serie de pasos para su aplicación y deja claro que la suspensión de un Estado de la OEA la debe decidir la Asamblea General convocada en sesión extraordinaria.
Desde su firma solo se ha efectuado una suspensión, la de Honduras en 2009 como respuesta al golpe de Estado que sacó del poder a Manuel Zelaya.
El pasado 8 de marzo, Almagro se refirió a esta cuestión durante una visita a Chile. “Me gustaría, si es que va a hacerse efectivo en algún momento, recibir el planteo formal de la Asamblea Nacional de Venezuela, estudiarlo como corresponde y en función de ello trasladar ese pedido al Consejo Permanente”, afirmó entonces.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, rechazó las acciones injerencistas de Kerry y Almagro. Pidió hacer un debate abierto sobre respeto a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidades, como elemento fundamental para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional.