Alfredo Padilla: «Caos laboral se apodera del país»

El salario real se ha venido a menos, la dieta alimentaria pasa ya de los ciento cuarenta mil bolívares. Pero también los altos precios y la escasez acaban con cualquier aumento a un trabajador.

Claro que no. Repito, ningún aumento puede con esta inflación. Con estos salarios tan bajos, nadie puede comprar nada. El tema del salario se resuelve cuando se resuelva el tema de la inflación. La inflación se vence con producción, con abundancia de productividad, de trabajo, de inversiones extranjeras y propias. Pero hay un culpable y sabemos que el único es el gobierno, que no sabe nada ni quiere resolver esto, no tiene políticas económicas.

Pero ahora ni te alcanza el ingreso, ni consigues los productos. Además la conflictividad está creciendo, no podrá ser contenida. Ya no es posible sostener esta situación. Este gobierno no entiende. Hay que buscarle una salida política para que retorne de nuevo la confianza en el país.

«la conflictividad está creciendo, no podrá ser contenida»

Con un cambio de rumbo económico y político, más nada. Esa es la única solución.

Por supuesto, mucha gente se rebusca la vida en otras opciones. A muchas personas el trabajo formal no le da para sostenerse y opta por hacer otras cosas. Tenemos una situación muy dramática para todos los trabajadores y para todos los venezolanos. Todo se ha vuelto difícil en Venezuela y el drama abarca a los niños y a la tercera edad. Todo esto se traduce en un malestar generalizador.

Eso es lo que está sucediendo en Venezuela; el trabajo formal sufre desproporciones. Siempre ha habido personas que trabajan por su cuenta, la Constitución habla de esto, del trabajador no dependiente, esto es un hecho normal. Pero el trabajador no dependiente, como vendedores ambulantes, no consigue ahora los productos que vendían. Los buhoneros compraban al mayorista y lo vendían al detal, pero ahora eso se ha vuelto una misión imposible. La escasez ha ocasionado una desviación muy grave de la también desviación del trabajo informal.

Aproximadamente hay más de 7 millones de personas en esta situación. Es más de la mitad de las personas de la economía formal.

De los trabajadores formales hay un porcentaje de un 50%, pero un número significante está en el sector público en condiciones muy precarias, sin contratos colectivos. Muchos sectores tienen más de 14 años rogando por un contrato colectivo. No hay condiciones laborales satisfactorias. Pero no solamente el sector público está en situación deplorable, el sector privado también. Ya vemos cómo se dieron las expropiaciones de empresas por parte de este gobierno, la quiebra de la mayoría y hasta el cierre definitivo.

«las empresas tampoco pueden sostener a los empleados»

En el año 2014 más de 400 mil empresas cerraron, de acuerdo a los últimos datos de Consecomercio. Actualmente vemos el caso de las empresas Polar, donde el gobierno se niega a darle divisas, con unas muy malas intenciones que cualquier persona puede traducir en que le quieren meter la mano. En definitiva, las empresas tampoco pueden sostener a los empleados. Hay muchos mecanismos de control y trabas que impone este gobierno con sus dueños, tenemos un verdadero caos a nivel laboral. Hay un entarimado, si se quiere legal, impuesto por el gobierno en contra de los empresarios, que quiere acabar con la producción. Esto sucede para los grandes comercios y para los pequeños negocios. Este gobierno ha estimulado más bien la delincuencia, le ha dado fuerza al vandalismo, el despojo de lo ajeno se convirtió en un delito, eso está pasando con la calidad del trabajo hoy en día. La delincuencia laboral también se expande en Venezuela.

Aquí no hay tasas reales, el gobierno suministra las maquilladas. Se dice que tenemos un país con baja tasa de desempleo, pero es que dicen que es empleo hasta el que vende raspado en una cola en un banco. No conozco las cifras de desempleo, dicen que es un 5% o 7%, pero no lo creo. La situación de empleo no es buena, ni suficiente. Hay insuficiencia de salario y de empleo en el país.

Este señor lo que invoca es que fue un trabajador del Metro, pero como sabemos fue un reposero. Y esa es su fama. Nunca fue un representante sindical, no es un presidente obrero nada.

Esta pregunta es muy importante. El pequeño empresario la está pasando mal también. Para abrir un pequeño negocio tiene que hasta buscar un protector, esto es muy descarado en el país y todos sabemos que esto ocurre. Todo comercio pequeño vive su tremenda crisis también. Nadie está consiguiendo productos para prestar servicios, y si hablamos de los trabajadores de los mercados, impera la matraca en principio y la venta de mercancía con altos precios que estos trabajadores muchas veces no pueden comprar. Los negocios están pasando mucho aceite: que si no hay productos, que si no hay repuestos, los negocios se van al suelo. Aquí todos la pasamos muy mal, estamos sobreviviendo.

«El pequeño empresario la está pasando mal también»

Desde el emprendimiento y en la máxima labor productiva. Las personas que se ocupan de un trabajo informal están sobreviviendo en este país. Pero es que la gente no se mete a trabajar en la economía informal porque quiere, es que ya no hay trabajo formal, hay una situación muy dramática con el empleo en el país.

Sí, introdujimos este proyecto ante la Asamblea Nacional. Significa la dignificación de los trabajadores de la economía popular, personas que quieren ser dueños de su trabajo, quieren su propio patrimonio familiar; este es un tema que debe ser considerado por todos los venezolanos. Estamos hablando de la repostera, del mecánico, del cocinero, del que trabaja con reciclaje, del que repara teléfonos, de tantos trabajos de importancia. Hay que darles protección social a estas personas. Son más de 7 millones de personas. Hay que acercarlas al banco, a los créditos, a la formación y la capacitación en el emprendimiento popular. Hay que tener un instituto de capacitación popular. La economía privada popular es de interés nacional.

Hay una desviación muy grave en ese sentido. No se trata ahora de los trabajadores informales en sí, se trata de los que tienen la conexión con las mafias que ya saben a dónde van los productos en los almacenes, mercados, supermercados, todo esto en combinación con policías, gerentes de establecimientos, empleados de negocios y pare usted de contar. Así se organizan las redes.

Los bachaqueros surgen de todo esto y de las consecuencias de esa mala política económica que ahora vivimos. Estamos viviendo con esto lo peor en Venezuela: los salarios no alcanzan, no hay productos y el trabajo informal se expande de manera alarmante.

«los verdaderos trabajadores informales la están pasando bien negras»

Eso pertenece a lo que se denomina cifras ocultas, son el último eslabón. Aquí trabajan desde los policías que cuidan la mercancía, los delincuentes que brindan protección y los gerentes que controlan la salida y entrada de la mercancía. Pero yo no creo que serán muchas personas las que se han dedicado a este nuevo tipo de delincuencia, porque aquí los verdaderos trabajadores informales la están pasando bien negras. Aquí se confunden las cosas; uno puede ver en una cola siempre a las mismas personas, pero se puede tratar de gente que vende alimentos y no consigue los productos y tiene que ir y venir de los supermercados constantemente. Aquí todos estamos interesados en conseguir los alimentos y medicinas.

Las malas políticas que aplica este gobierno están acabando con la economía. En un país donde hay escasez, por supuesto que todo se vuelve más caro. Donde no hay dólares, hay un ecosistema de bachaqueo de dólares, mafias en la obtención de divisas, pasando por la importación, el transito de mercancías con su respectivo “bájate de la mula”, todos estos precios de más, que son ocultos, los tiene que pagar en el último eslabón, que es el consumidor. Los trabajadores informales tienen también que pagar sobreprecios en todos los productos, de manera que esta es una situación bien compleja. Vivimos una situación llena de calamidades.

Hay un agravamiento en los problemas cotidianos de los venezolanos. La angustia se apoderó de nosotros. Un claro ejemplo lo tenemos con los otros temas como son la electricidad y el agua, eso significa que el gobierno oculta a dónde fueron a parar los reales para el mantenimiento de estos importantes servicios.