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“Pollo” Pelón

Vale todo para pasar agachado en la Sexta República. Muerte súbita, reencarnación express, con patronímico gringo, para despistar


O.E

Ha fallecido, digamos que de manera convencional, el generalote alias “El Pollo” (q.e.p.d.). A sus rezos, como es usual, no han invitado, deudos, amigos y altos panas, sino dos de sus detractores.

El primero, el abogado Ramírez López, de malas pulgas, respondón, acucioso, a quien le debemos el hallazgo del cadáver: “Está muerto – nos advierte- pero sigue de parranda, con distinto nombre”.

El obituario lo suscribe el diputado Ismael García, el otro adversario del occiso o recién nacido, pues el deceso, cual Anunciación de María vino aparejado del paritorio de Peck Peck, que así se llama la nueva criaturita del Señor.

El bebé demanda respeto conforme a la Lopna, por lo que nos abstenemos de publicar detalles adicionales.

Vale todo para pasar agachado en la 6ª República. Muerte súbita, reencarnación express, con patronímico gringo, para despistar. Pero hay, además, otras de maneras de ingresar al anonimato.

Diosdado, por ejemplo, con “lipo”, refrescamiento, auxiliado de un bisoñé saldrá indemne de los detectores de la DEA y de allí, directo a Orlando a pasarlo gordo con los su progenie, el Ratón Mickey y familia.

El doctor Gramko no tendrá que afanarse más tras ninguna partida de nacimiento. Nicolás, en persona, mansito, con el rabo entre las piernas, a cambio del ansiado refugio, jurará su gentilicio auténtico ante el Inmigration Service: “¿Venezuelan ex President? ¡No qué va oh! ¡Yu-ar equivocation, mister! ¡Mi ser colombian citizens de pura cepation y de Ocaña, vea!”.

Cierto alcalde y un excanciller, ambos de similar cofradía para pasar a la clandestinidad, aprovecharán para salir del closet, a lo Bruce Jener o Kaitlyn Jener.

3:00 a.m. El generalote prevalido de su nueva identidad intenta cruzar el puesto fronterizo. Corre peligro pero toma sus previsiones:

— Ahora soy todo un “Gallo”, no un insignificante “Pollo”- y cantando el kikirikí, muestra su pasaporte.

— ¿Pelón, gallo a la vez y con pasaporte diplomático de la “Bolivariana”? ¡El propio “Gallo Pelón”! ¡Pónganle los “ganchos”, carrizo!