Decídanse para activar la Operación Larrazábal II con desobediencia civil masiva
Jesús Antonio Petit Da Costa
La tiranía comunista, títere de Cuba, está zozobrando. Ha recibido dos cañonazos sucesivos en la línea de flotación. El primero fue el 9 de enero pasado, cuando Maduro quedó deslegitimado al declarársele en falta absoluta por abandono del cargo. Desde entonces no es presidente constitucional, sino un usurpador que se niega a entregar a quien le corresponda sustituirlo según la Constitución. El segundo cañonazo, que lo impactó el 13 de febrero, liquidó constitucional y políticamente al sustituto prevenido, al ser execrado conforme a la ley internacional por estar acusado de narco-terrorismo por el gobierno de Estados Unidos. En consecuencia, Venezuela está actualmente sin gobierno legítimo porque el puesto de mando lo ocupan un usurpador y un acusado expuesto a la justicia internacional, ambos fuera de la ley.
Inmediatamente después del primer cañonazo, el puesto de mando debió ser abordado por la policía constitucional, que formamos civiles y militares conjuntamente, para forzar a Maduro a desalojarlo acatando la Constitución. No fue lo que ocurrió por componenda del cogollo colaboracionista de la MUD, que optó por dejar las cosas así, sin ejecutar su decisión pero tampoco sin revocarla, por ser improcedente y por temor a la ira del pueblo.
Con el segundo cañonazo la situación ha cambiado. Es ineludible proceder, no sólo contra Maduro, sino contra el Vice-Presidente apartándolo del cargo y entregándolo a la justicia internacional. Porque de no hacerlo Venezuela sería un Estado Forajido y como tal sujeto a sanciones internacionales severas, por tres causas graves: 1) Ser una tiranía incursa en violación intolerable de los derechos humanos, lo que ha motivado la revocación de visa a funcionarios de jerarquía civil y militar; 2) Ser una narco-tiranía, al estar acusados de narcotraficantes altos personeros; y, 3) Ser una tiranía protectora de organizaciones terroristas, a cuyos miembros les extiende pasaportes válidos para que ingresen libremente a cometer sus crímenes en cualquier país del mundo.
Inexplicablemente el colaboracionismo de la MUD ha contribuido a que Venezuela se encuentre en esta situación de Estado Forajido, porque en lugar de exigirle la renuncia al Vice-Presidente por el interés nacional y destituirlo si se negare, obligándolo a que enfrente la acusación que le hacen las autoridades de los Estados Unidos, la cual lo descalifica para sustituir a Maduro en la presidencia, ha optado por una actitud complaciente que la hace forajida a ella también. La MUD-AN debió tener presente que Maduro ya no es presidente, lo que hacía imperativa la destitución del Vice-Presidente con el fin de impedir que intempestivamente acceda a la presidencia, lo que podría suceder en cualquier momento.
Entonces el gobierno títere y la MUD-AN, unidos en comandita, han convertido a Venezuela en Estado Forajido, siendo responsables solidarios de esta desgracia que padecemos porque los promotores de LA SALIDA no han dado el paso al frente para asumir el liderazgo libertador de Venezuela, en alianza con los independientes radicales que somos mayoría, convocando a la gente a la DESOBEDIENCIA CIVIL MASIVA contra la narcotiranía hasta que se vayan Maduro y su Vice-Presidente que son sus máximos jerarcas, objetivo de la Operación Larrazábal II.
Señores de LA SALIDA: estamos esperando por ustedes. Pero no demoren. El tiempo ha empezado a correr velozmente. Si no se apuran perderán también el autobús con destino al poder.
FRASE MEMORABLE DEL GENERAL PEÑALOZA: “Nos gobierna un cubano desde La Habana, valiéndose de un colombiano y un sirio en Caracas. Y los militares mirando para otro lado.”