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Actualmente se califica de voto universal un sistema electoral que no es de todos, sino de un sector, organizado y manipulado para que dé un resultado previsto
Gustavo Luis Carrera
El vocablo “universal”, en su condición primaria, significa referente a todas las personas. Así, se habla del universo de una comunidad, del universo de una sociedad, del universo de un pueblo; y ello, para incluir su absoluta totalidad.
¿QUÉ ES EL VOTO UNIVERSAL? El voto universal es el de toda la ciudadanía, justamente del universo de la población de un país con derecho al sufragio. No de un sector. No de una corporación. No de un sindicato. No de una junta comunal. No de organizaciones o cuerpos orgánicos que fácilmente maneja y domina el gobierno de turno. Sencillamente, si el voto no es directo (de todos, directamente), secreto (no identificable) y libre (a salvo de presiones oficiales), no es ni universal, ni democrático, ni digno.
LA PRIMERA ELECCIÓN UNIVERSAL EN VENEZUELA. La primera elección con ejercicio del voto universal fue convocada por la Junta de Gobierno de la época, presidida por Rómulo Betancourt, y se realizó el 14 de diciembre de 1947; resultando en el triunfo del gran novelista Rómulo Gallegos. Fue la primera elección universal, directa y secreta que se cumplió en Venezuela, con inclusión de las mujeres, los analfabetos y los jóvenes mayores de dieciocho años; y que condujo a la singular elección de un intelectual, de un excepcional hombre de letras; hecho que, para desgracia cultural, nunca se repetirá en la historia del país. Circunstancia, por cierto, que la inveterada barbarie castrense no podía soportar, y no tardó el estamento militar en deponer de la Presidencia de la República a un hombre demasiado culto, capaz de dar el mal ejemplo de que para ser presidente era necesario saber leer y escribir correctamente.
LA GRAN FALACIA: ¿IGNORANCIA O MANIPULACIÓN? En la actualidad, vemos el montaje de la puesta en marcha de una gran mentira: se califica de voto universal un sistema electoral que no es de todos, sino de un sector, organizado y manipulado para que dé un resultado previsto, favorable al oficialismo. Luego, se dice que se hará, de otra parte, una votación abierta a todos. Pero, si ya antes se han manejado los votos de las organizaciones oficiales, ¿qué porcentaje queda para el sufragio de la sociedad en su conjunto? Es evidente, la gran falacia, la trampa cazabobos. Ahora, ¿qué hay detrás de este burdo y grotesco teatro eleccionario?: ¿ignorancia o manipulación? Lo natural es pensar que ambas se reparten los papeles; porque, inclusive para imponer una manipulación se necesita algún arbitrio hábil y sutil; pero cuando una gran mentira queda al descubierto, mostrando sus desnudeces impúdicas, es natural percibir la presencia de la ignorancia.
¡YA BASTA DE UN BURDO IDIOTISMO! Cansa, realmente, oír hablar de voto universal en boca de quienes montan el tinglado de un voto restringido a grupos y dirigido por presiones y concesión de beneficios. ¡Ya basta del burdo idiotismo de calificar de universal un sufragio restrictivo y corporizado! ¡Respetar la lógica y la democracia!
VÁLVULA: “¿Hasta cuándo la ignorancia y la manipulación de calificar de universal un voto que es sectorial, dirigido y presionado? ¡La sindéresis y el respeto a la población pensante exigen erradicar esta distorsión falsaria!”
