“Los semblantes amarillentos y demacrados por no haber probado alimento están más presentes en los barrios”, señala la parlamentaria de la Asamblea Nacional del Circuito 1 por el Distrito Capital (Catia-La Pastora-El Junquito)
Carlos Díaz
Durante sus recorridos diarios por Catia, La Pastora y el Junquito, la diputada de la Asamblea Nacional, Marialbert Barrios (Primero Justicia), ha sido testigo de cómo el hambre y la pobreza están dibujado sufrimiento y desesperación en los rostros de los habitantes que colman estos sectores ubicados al oeste del Distrito Capital.
“Son más de 350.000 personas y su realidad hoy es más difícil que en 2015 –cuando fuimos elegidos como diputados- porque creció su necesidad de comida, al igual que la inseguridad, además, del colapso de los servicios básicos y una de las más altas tasas de deserciones escolares”, explica en entrevista con La Razón.
Lugareña de la parroquia San Martín, licenciada en estudios internacionales, egresada de la Universidad Central de Venezuela y con 27 años de edad, en las pasadas elecciones parlamentarias logró imponerse con un total de 154.876 votos en barrios, urbanizaciones y veredas considerados hasta entonces como parte del voto duro del chavismo.
“En Catia, la economía no es controlada por el Estado sino por organizaciones al margen de la ley que, a través de la violencia, han buscado la dominación de sectores vulnerados”
“Me debo al mandato del pueblo, que está allí todos los días demandando acompañamiento y soluciones; aunque los diputados quisiéramos resolver más allá de nuestra disposición de colaborar y orientar al ciudadano para que se organice y tenga acceso a derechos fundamentales como la alimentación, salud y los servicios”, afirma.
“Tengo el honor de representar a un pueblo que es modelo a seguir en toda América Latina, porque somos una nación que ha padecido las peores crisis a escala mundial. Nosotros estamos en una constante lucha para llegar al desarrollo. En el resto del mundo los temas suelen ser las nuevas tecnologías, mientras que en Venezuela son hiperinflación, bajos salarios y escasez. Esto hay que derrotarlo”, agrega.
COLECTIVOS Y VIOLENCIA
¿En qué ha consistido su trabajo como parlamentaria en estos casi tres años?
– Nuestro trabajo ha sido de acompañamiento y de alzar la voz ante los problemas que sufre la gente. En mis recorridos diarios he logrado observar, por ejemplo, que uno de los grupos más vulnerados por la situación del país es el de las mujeres: muchas han cruzado las fronteras en búsqueda del sustento del hogar; han tenido que despedir a sus hijos en Maiquetía o en la morgue; y también se están organizando para sobrevivir.
¿Cómo el deterioro de la economía ha golpeado a los sectores populares?
– Es un hecho que hasta el año pasado, el salario y la pensión alcanzaban para medicinas o para comida, y hoy, simplemente, no alcanza ni para un cartón de huevos. En Catia, la economía no es controlada por el Estado venezolano sino grupos organizados que no están dentro del orden legal ni del estado de derecho, que no son instituciones legales. Son organizaciones que, a través de la violencia, han buscado la dominación de sectores vulnerados como ha ocurrido en el caso de la parroquia Sucre, en Catia.
¿Cuál es la participación de los colectivos en la distribución y venta de alimentos en el sector?
– La gente de la parroquia Sucre me ha dicho que los colectivos tienen el control de la economía en Catia. Eso ha sido denunciado pero quién atiende estos reclamos de la población.
¿Cuántas protestas se registran a diario en Catia?
– Protestar en Catia es un riesgo porque puede resultar herido tal y como el diputado Teodoro Campos.
AGENDA DEL HAMBRE
¿Hay hambre en los sectores populares del oeste de Caracas?
– Los semblantes amarillentos y demacrados por no haber probado alimento están más presentes en los barrios y recientemente vemos más gente comiendo de la basura. La cara del hambre se ve en la desesperación mientras se hacen colas para comprar comida que solo durará unos pocos días. Esa no es la calidad de vida que se merecen los habitantes de Propatria, Casalta ni el Junquito, ni, por supuesto, tampoco el resto del pueblo venezolano. La respuesta ante ese fenómeno tiene que ser la organización ciudadana, el voto y la libertad de expresión. Las personas tienen que ejercer un activismo real que se traduzca en exigir respeto a los derechos, el acceso a los servicios y la contraloría social.
En ese sentido, ¿han funcionado o no las políticas sociales del gobierno?
– Este ha sido un gobierno que se ha encargado de dividir al país en grupos y asignarle una agenda a cada uno de ellos. Al pobre le ha asignado la agenda del hambre; a los políticos de oposición y los trabajadores de la administración pública, la persecución.
“Hay que ejercer un activismo real que se traduzca en exigir respeto a los derechos, el acceso a los servicios y la contraloría social”
¿Los bonos han permitido aliviar la carga pesada de la crisis económica?
– Los bonos no resuelven nada, ni siquiera para comprar productos de higiene y limpieza porque una pastilla de jabón ya vale más de 200.000 bolívares. Esto demuestra que el gobierno no tiene la más mínima disposición de resolver los problemas reales de los venezolanos. Esos rostros de hambre que vemos a diario en las calles reflejan lo que está pasando verdaderamente pero que, sin embargo, no se rinden ante la barbarie del régimen.
¿Las cajas Clap están llegando a todas las familias?
– Según la encuesta nacional de condiciones de vida 2017 arrojaba una cifra de 13 millones de personas beneficiadas por los Clap. Eso implica para un país de más de 30 millones de habitantes que está llegando a la mitad de la población. Está bien ayudar a los pobres, el problema es que no hay transparencia en esta ni en las demás políticas públicas. Esto, por ende, genera corrupción que termina afectando a las familias a las cuales no les llega ese beneficio.
“NO HAY GARANTÍAS ELECTORALES”
¿Cómo la crisis está cambiando la vida en los sectores más empobrecidos de la sociedad?
– Todos hemos entrado en un círculo de sobrevivencia. Aquí todos somos víctimas de la barbarie del régimen y la Caracas profunda, que es Catia, La Pastora y El Junquito, está marcada por un paisaje de colas, gente hurgando en la basura y con falta de mantenimiento básico de las calles. Años atrás, los habitantes de otros municipios iban a Catia a buscar economía en carne, huevos y demás alimentos, y hoy en día ya no es así: aunque puedes conseguir economía pero solo si tienes dinero en efectivo. Esta es una situación de crisis que el gobierno no tiene la más mínima intención de resolver.
¿Por qué?
– Ante esta crisis ha buscado su medio para subsistir y sin promover la sociedad del futuro.
¿El Carnet de la Patria es funcional en los sectores populares?
– Todo el mundo se ha visto en la necesidad de sacarse el Carnet de la Patria porque se amenaza a las personas con retirarles el beneficio de las bolsas Clap.
¿Ha crecido el descontento popular en las zonas populares?, ¿el descontento se expresará a través de las elecciones del próximo 20 de mayo?
– Las elecciones del 20 de mayo no cuentan con las garantías que se necesitan para ir a votar. Estas elecciones no serán transparentes. Hoy tenemos ciudadanos a pie con conciencia sobre el daño que este gobierno le ha hecho al país. Este es un pueblo que no se cansará de exigir respeto a sus derechos, entre ellos el derecho de votar y elegir su futuro. Todos los días hablo con la gente en la calle y muchos no están dispuestos a abandonar la lucha por este país.
«El gobierno no tiene la más mínima disposición de resolver los problemas reales de los venezolanos. Todos hemos entrado en un círculo de sobrevivencia. Aquí todos somos víctimas de la barbarie del régimen»
UNA RAYA MÁS PARA EL TIGRE
¿Se impondrá la abstención en los comicios?
– Ese día será una raya más para el tigre, para esta arbitrariedad de la autocracia de Nicolás Maduro, una raya más en la violación de la Constitución. Habrá gente que votará, porque el voto significa también para la gente una herramienta de protesta tal y como se demostró en las elecciones parlamentarias de 2015. Pero, de igual manera, tampoco quiere participar en un fraude. No se puede seguir jugando con la frustración del pueblo, porque esa frustración tiene sus raíces en el hambre y la pobreza.
¿Usted votará?
– No.
¿Qué opina de la candidatura del exgobernador Henri Falcón?
– No voy a entrar en críticas personal, solo opino que no hay garantías para ese proceso electoral.
«La Caracas profunda está marcada por un paisaje de colas, gente hurgando en la basura»
Somos más pobres
¿Es legítima la Asamblea Nacional Constituyente?
– Es una farsa. Todavía las personas están esperando que esa asamblea proponga algo para solucionar la crisis.
¿Ha crecido la pobreza?
– Ha crecido más la pobreza, hoy todos somos más pobres.
¿Desde cuándo no cobra salario por su trabajo en la Asamblea Nacional?
– No cobro salario desde 2016. Subsistimos por la gente que nos quiere.
¿Qué opina sobre la diáspora?
– Es la decisión que ha tomado una parte de la juventud ante un Estado que no garantiza sino pobreza, inseguridad, hiperinflación y limitaciones.
¿Qué le espera al país?
– El venezolano quiere paz, tranquilidad y progreso. De esta situación se sale con elecciones libres, transparentes y justas, y con lucha diaria. Debemos seguir adelante porque siempre valdrá la pena luchar por Venezuela.