Pueden pasar años y la cúpula gobernante en UCV no modificará los privilegios que les mantienen en el poder, por ejemplo que el voto de un profesor equivalga al de cuarenta estudiantes
Jesús Silva R.
La sentencia N° 0047-2020 del 27-02-2020 de la sala constitucional del TSJ suspende la medida cautelar de “ultimátum” para elecciones universitarias. El fallo judicial no pone fecha límite para tales comicios y cede parcialmente al ministerio de educación superior la vigilancia sobre la celebración de ese proceso electoral. Respeto a las instituciones venezolanas, especialmente las decisiones judiciales de la honorable sala, incluso cuando no las comparto. Al TSJ y al pre mencionado ministerio les deseo la mejor de las suertes en esta nueva fórmula para intentar resolver la problemática de la educación superior del país, en el caso de la UCV, deterioro general grave y 12 años sin elecciones, más los que pudieran sumarse.
Quiero agradecer a los y las valientes que me acompañaron en la revolucionaria candidatura a rector de la UCV, no importa el hombre que encabezó esa empresa sino las ideas de cambio que vertimos en la población ucevista. No es posible precisar hoy el tiempo que pueda tomar hacer elecciones en UCV, en mi criterio quienes gobiernan esa casa no van a cooperar nunca pues desprecian el voto universal caracterizado por una persona, un voto. Igualmente repudian que empleados y obreros voten.
Pueden pasar años y la cúpula gobernante en UCV no modificará los privilegios que les mantienen en el poder, por ejemplo que el voto de un profesor equivalga al de cuarenta estudiantes. Es evidente que la suspensión de las elecciones, inyecta euforia y triunfalismo en la élite beneficiada. Ahora su aspiración será procurar que una nueva sentencia le restituya el “super voto” a los profesores, tanto así que varios colegas atrevidos me plantean: “podemos negociar que el voto de un docente se equipare al voto de 20 estudiantes”. Esto sería perpetuar el ventajismo.
Ahora que no hay presión judicial para fecha electoral, mi mayor deseo es que el lobby ucevista no logre su aspiración de revivir el voto profesoral elitesco. Anhelo que los preceptos de universalidad y sectorización del voto universitarios sobrevivan porque el mayor enemigo de la ciencia del derecho y la jurisprudencia son los poderes fácticos, entre ellos la política. Como docente universitario en UCV, ya vi morir una pretendida nueva ley de universidades que fue satanizada hace algunos años. Ello significó una parálisis de la transformación universitaria hasta que la sentencia 0324 del TSJ en agosto de 2019 revivió esperanzas.
No puedo callar mi preocupación por tantos obreros, empleados, estudiantes, profesores y egresados que con coraje apoyaron nuestra candidatura rectoral revolucionaria en UCV y que mañana serán perseguidos por las autoridades monárquicas y despóticas. Ojalá el humanismo y la ética prevalezcan en la derecha rectoral y sus operadores. Tal vez pido demasiado. Nuestra gente fue como Salvador Allende con la Constitución chilena en la mano y los derechistas fueron Pinochet con sus aviones militares. ¿Quién los apoya dentro de nuestro gobierno bolivariano?
A pesar de este episodio infeliz, el sueño de una universidad incluyente, moderna y productiva sigue vigente. Aspiro un futuro en que la UCV no siga siendo una burbuja donde jóvenes con ideas de solidaridad social, luego se convierten en sujetos llenos de individualismo y prioridad de lucro personal. En mis 22 años como profesor universitario observé adolescentes ser ideologizados negativamente por sus referentes, es decir, profesores y compañeros de estudio de grado más avanzado. Ellos vieron al profesor socialista andar a pie y lo compararon con el profesor opositor andando en carro; terminaron por concluir que había que ser de derecha porque de ese lado estaba el éxito profesional y la riqueza. Podría mencionar más ejemplos tristes que tuve en mi aula.
Es mucho lo que tiene que cambiar en las universidades autónomas para inculcar valores y principios de colectivismo, para realmente servir al interés nacional. Pero ello sólo será posible con una jefatura interna conectada con las legítimas aspiraciones del pueblo y no al grosero servicio de la oligarquía. Ahora que el tema electoral queda en el campo de lo futuro e incierto, sólo me resta dejar muy claro que de nuestro lado revolucionario son grandes las reservas de valentía y perseverancia para seguir luchando por la democracia popular universitaria.
@Jesus_Silva_R