OEA y de Caricom validan triunfo de Chan Santokhi como nuevo presidente de #Surinam al vencer Desi Bouterse, quien tiene orden de captura intrernacional y es aliado del dictador Nicolás Maduro.
Nicolás Maduro se queda aún más solo. La dictadura venezolana ha perdido otro de sus pocos aliados que le quedan en la región, Surinam; que el pasado 25 de mayo celebró elecciones nacionales, en las que salió derrotado el partido del actual presidente Dési Boutere, quien buscaba la reelección.
Aunque ha habido retrasos en la presentación de los resultados definitivos, ya las misiones electorales de la OEA y de Caricom validaron la transparencia del proceso. Según los resultados preliminares informados por las autoridades electorales de Surinam, el partido oficialista (NDP) cayó a 16 escaños en la Asamblea Nacional; mientras que el opositor partido de la Reforma Progresista (VHP por sus siglas en holadés) obtendría al menos 20 escaños, la primera mayoría.
Ya el VHP anunció alianza para formar gobierno con los partidos ABOP, NPS y PL. De lograr las 34 curules necesarias, como se prevé, la Asamblea Nacional podría elegir en agosto a Chan Santokhi, líder del VHP, como nuevo presidente de Surinam.
Rechazo al dictador Maduro
En el pasado estos partidos, que ahora son la nueva mayoría política en Surinam, se han pronunciado en contra del régimen de Nicolás Maduro. En 2017 rechazaron la ilegítima asamblea nacional constituyente que impuso Maduro para intentar disolver el Parlamento venezolano, pidieron respeto a los derechos humanos y advirtieron que “la democracia es pisoteada y el camino de la dictadura ha comenzado en Venezuela”.
En el año 2018, cuando Maduro se preparaba para realizar unas elecciones viciadas para reelegirse en el poder, el partido VHP publicó un artículo alertando que la situación de Venezuela era sombría y que amenazaba con derivar en una dictadura total. “Nicolás Maduro muestra cada vez más rasgos dictatoriales. Maduro actúa antidemocráticamente, la Constitución ha sido anulada. Y, sin embargo, Bouterse mantiene estrechos vínculos con Nicolás Maduro. Las personas de naturaleza similar buscan la compañía del otro”, señalaban, cuestionando el apoyo que el presidente de Surinam daba al régimen venezolano.
El 24 de enero de 2019, un día después de que Juan Guaidó se juramentara como presidente interino de Venezuela, con el reconocimiento internacional de más de 50 países, los partidos opositores de Surinam se pronunciaron apoyando la lucha del pueblo venezolano por elecciones libres para recuperar la democracia, y pidiendo al presidente Bouterse que se distanciara del régimen de Maduro, luego de que la OEA aprobara una resolución en la que declaraba ilegítima su presidencia.
El presidente de Surinam fue uno de los pocos mandatarios que reconoció la fraudulenta reelección de Maduro en 2018, y el 10 de enero de 2019 envió a Venezuela a su vicepresidente, Michael Ashwin Satyandre Adhin, para participar en la ilegítima juramentación de Maduro para un nuevo periodo presidencial.
Desde que asumió el poder en 2010, Bouterse fue uno de los firmes aliados del régimen chavista. En 2014, como presidente pro-témpore de Unasur, visitó Venezuela y respaldó a Maduro en plena ola de protestas antigubernamentales, que dejó 43 muertos víctimas de la represión.
El propio Maduro destacó en 2015, en una visita a Surinam, la alianza con el gobierno de Bouterse: “Hemos decidido impulsar una nueva y mejor etapa de cooperación. Somos dos países, con dos pueblos y dos gobiernos, que tenemos una experiencia de buenas relaciones y tenemos la más clara y férrea voluntad de avanzar hacia nuevos modelos de cooperación, a partir de la columna vertebral que es Petrocaribe”, dijo.
Pero cuando se concrete el cambio de mando en Surinam, como está previsto, Maduro habrá perdido el apoyo del último gobierno de América del Sur que lo reconoce como presidente, y quedaría completamente aislado en la región.
Con este resultado electoral en Surinam, y tras el triunfo de Luis Lacalle Pou en Uruguay y la transición en Bolivia, todos los países sudamericanos estarán gobernados por mandatarios que rechazan a la dictadura chavista, a excepción de Argentina que ha optado por mantener una posición neutral, sin ser vehemente en la condena a los crímenes del régimen de Maduro.
Con informción de Infobae/