Estados Unidos ha sancionado este jueves a tres empresarios y ocho compañías con sede en México a las que acusó de participar en una red para intentar evadir las penalizaciones que ha impuesto Washington al sector petrolero de Venezuela para presionar la salida de Nicolás Maduro.
El Departamento del Tesoro sostuvo que los empresarios Joaquín Leal Jiménez, Olga María Zepeda Esparza y Verónica Esparza García, así como las entidades Libre Abordo y Schlager Business Group y otras bajo su control, pasaron a formar parte de la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). Las sanciones se traducen en el congelamiento de todos los bienes e intereses económicos que los penados tengan en EE UU y se les prohíbe cualquier transacción que involucre a individuos y entidades estadounidenses.
“El régimen ilegítimo de Maduro creó una red secreta para evadir las sanciones que el Tesoro ha expuesto ahora”, afirmó el subsecretario del Tesoro Justin G. Muzinich. “Estados Unidos continuará persiguiendo implacablemente a los evasores de sanciones, quienes saquean los recursos de Venezuela para beneficio personal a expensas del pueblo venezolano”, agregó en un comunicado.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, no tardó en reaccionar. En un mensaje publicado en Twitter en el que se dirige al secretario de Estado, Mike Pompeo, califica las sanciones como criminales y anuncia que llevará el caso a la Corte Penal Internacional. “Hagan lo que hagan no torcerán la voluntad del pueblo venezolano. Ninguno de sus planes ha funcionado con Venezuela, ni funcionará. Gracias por sus confesiones y elementos de prueba para llevarlos a la Corte Penal Internacional”, escribió Arreaza.
Las sanciones llegan la misma semana en que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dejara la puerta abierta para vender gasolina a Venezuela, si el régimen de Maduro se lo pide, y si lo hacen por “una necesidad humanitaria”.
Desde al menos 2019, sostiene el Tesoro, que el régimen de Maduro y la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) han trabajado con Alex Naím Saab Morán, empresario de origen colombiano y Leal para evadir las sanciones de Estados Unidos y ayudar en la venta de petróleo crudo de origen venezolano. Una de las técnicas en las que habrían participado los empresarios fue disfrazar un programa de “petróleo por alimentos” que finalmente no habría resultado en la entrega de comida en Venezuela. Saab y Joaquín Leal, en colaboración con las empresas con sede en México Libre Abordo y Schlager Business Group, negociaron la reventa de más de 30 millones de barriles de petróleo crudo en nombre de PDVSA, aproximadamente el 40% de las exportaciones de petróleo de la compañía en abril de 2020, detalla Washington.