No se debe esperar que el Presidente Nicolás Maduro se contagie de Covid 19 como ha ocurrido con tantos otros dirigentes del PSUV en apenas pocas semanas. Una investigación científica penal y criminalística debe iniciarse ya para determinar si las normas y protocolos de seguiridad sanitaria contra el Covid 19 se están cumpliendo a cabalidad o si por el contrario, sospechosamente, tales están siendo violadas.
Jesús Silva R.
El imperialismo y la oposición fascista sueñan con un ataque bioterrorista que haga estragos en la directiva socialista del país y que por esa vía se derrumbe la revolución bolivariana.
Sin dudas que la muerte de Dario Vivas en fecha 13-08-2020 es el acontecimiento más dramático de una serie de contagios por coronavirus que ha golpeado a varios dirigentes del PSUV durante poco más de un mes y que comenzó con el sorprendente anuncio de que el líder político fundamental Diosdado Cabello había dado positivo a la prueba de Covid19.
Frente a estos hechos, forzoso es solicitar la investigación antes mencionada contra un posible ataque bioterrorista en perjuicio de la cúpula del PSUV, ese ataque puede provenir de infiltrados o traidores internos diseminando el peligroso virus, en virtud del ritmo trepidante de transmisión entre dirigentes socialistas en días recientes, pues ya figuran como pacientes varios gobernadores enfermos como el de Zulia, Miranda, Vargas, y ministros como Tareck El Aissami, entre otros; todo esto en un mes aproximadamente.
Las preguntas son: 1. ¿los subalternos que cuidan a estos jefes políticos están cumpliendo suficientemente las normas sanitarias para prevenir el contagio por Covid?
2. ¿Hay indicios de acercamiento de personas no examinadas o no debidamente desinfectadas al entorno de los dirigentes del PSUV?
3. ¿Se han aplicado medidas de higiene rigurosas como rocío con alcohol o gel antibacterial a todo objeto que se coloque cerca o en manos de los dirigentes del PSUV?
En mi criterio criminalístico, hay una falla, no sé si intencionalmente o por negligencia, en el equipo de seguridad de los dirigentes revolucionarios y por ello se ha permitido el contagio de coronavirus en tantos jefes políticos, al punto de crear un peligro para la seguridad nacional y la estabilidad política del país. Está situación no puede continuar.
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