Centenares de personas atraviesan la frontera para cambiar bolívares y, bajo una novísima modalidad, recibir mayor cantidad de dinero ¿Requisitos? Efectivo y una cuenta bancaria en Venezuela, pero si es de “Banesco, Banco Universal”, los “beneficios” son mayores.
Como parte de la Unidad Curricular Periodismo en Situación de Conflicto, Preventivo y de Frontera, impartida en el Programa de Formación de Grado en Comunicación Social de la Universidad Bolivariana de Venezuela, un grupo de estudiantes y docentes se trasladó a la ciudad de San Antonio del Táchira, para observar el comportamiento de la frontera más viva y dinámica de América Latina.
Pese a que se cree que el contrabando de extracción o el «bachaqueo» es uno de los mayores males de la economía fronteriza, es el contrabando de bolívares lo que más daño hace a la economía venezolana, de acuerdo a este grupo de periodistas, según lo destaca la web aporrea.org
Abanicos de billetes
Al cruzar el puente internacional Simón Bolívar, con dirección al Norte de Santander, Colombia, decenas de personas emplean como abanico cientos de billetes venezolanos, una característica que los identifica como cambistas ambulantes que perciben su sustento en esta práctica, precisamente por su rentabilidad.
“La Parada” es el sector colombiano más cercano al puente que conecta a ambas naciones. En este lugar es posible observar toda la comida venezolana que llega —entre otras vías y mecanismos— por contrabando. Sin embargo, la moneda venezolana no requiere más que un bolsillo para ser trasladada a territorio colombiano, donde las casas de cambio aguardan a la espera de personas para ofrecerles atractivas ofertas y propuestas.
La tasa de cambio entre el bolívar y el peso, aunque no es el mecanismo cambiario oficial en Venezuela, fluctúa de manera vertiginosa y tiene su propio ritmo. De acuerdo con datos recabados en los recintos monetarios, el tasado queda establecido por el dinamismo del dólar o por los acuerdos que establezca el mercado cambiario, según la cantidad de bolívares que ingrese a Colombia.
No obstante, algunos recintos establecen sus propios margenes cambiarios para captar mayores ingresos u obtener más clientes, situación que establece un cualidad moldeable del tasado referencial, anunciado religiosamente por la radio cucuteña todas las mañanas.
En este sentido, si la tasa se ubica en 0,028 bolívares por cada peso, el cambio de $ a Bs aumenta un punto (0,029) que queda de ganancia a la casa de cambio. Por ejemplo, un ciudadano colombiano gasta en promedio $ 30.000 al día, al hacer la conversión a moneda venezolana, recibe Bs. 1.035.
Estos mecanismos de intercambio no solo se perciben en el tránsito diario de ciudadanos entre las dos Repúblicas.
El contrabando de bolívares en efectivo es un negocio que, por su evidente rentabilidad, ha acelerado la entrada de moneda venezolana en Colombia y, por ello, ha disminuido la tasa de cambio. Con esta situación, las personas reciben más bolívares al cambiar pesos.
El Banesco
Un ciudadano que se dirige a un establecimiento cambiario en “La Parada” con Bs. 10.000 en efectivo, puede regresar a Venezuela con 10.378 bolívares, pero electrónicos.
Esta modalidad —llamada “El Banesco”— tiene sus normas. Los recintos monetarios solo realizan transacciones de este tipo a partir de 30.000 bolívares. Es indispensable poseer una cuenta bancaria en Venezuela; sin embargo, si es en “Banesco, Banco Universal” —y de ahí su nombre—, la transferencia electrónica se hace efectiva inmediatamente, dado que las casas de cambio son afiliadas a esta entidad. Otro de los requisitos, llevar billetes de alta denominación, aunque aceptan de todos los montos.
“Hay gente que lo hace todos los días. Después de que tengas cuenta en el ‘Banesco’ es lo de menos. Hay personas que por hacerlo diario tienen que tener cuenta en el ‘Provincial’ o ‘Sofitasa’, porque tengo entendido que ‘Banesco’ les deja sacar Bs. 10.000 diarios, solamente. Entonces, transfieren a otros bancos, retiran efectivo y vienen todos los días”, relató una cambista colombiana que prefirió no revelar su identidad.
La misma informante señaló la tenencia de “clientes fijos” que todos los días realizan esta transacción por Bs. 100.000, lo que les provee una “ganancia” semanal de 18.950 bolívares.
Vendemos bolívares
Sobre los usos que los colombianos dan a la moneda venezolana, Alfredo Longas, trabajador de la casa de cambio “La Esmeralda”, comentó: “Lo vendemos a la gente que necesita ir a comparar a Venezuela. Lo hacemos por cantidades, no por unidades”.
Dicho lo cual, es posible entender la presencia de ciudadanos colombianos que se trasladan al país vecino –ubicado a solo minutos- para comprar productos y, algunas féminas, embellecer su cabello y colocarse uñas postizas por Bs. 600, que equivalen a algo más de 14 mil pesos, con los cuales compran en su país una cerveza para el calor abrazador que caracteriza a esta zona.
La cohesión cultural en el eje fronterizo es palpable. Esta situación hace de la línea topográfica que divide a Colombia y Venezuela, una referencia que está solo en el mapa.
La constante evasión de los controles fiscales, cambiarios, migratorios y de seguridad, ha obligado a reforzar las operaciones de los organismos venezolanos en este contexto. Esta particularidad, hace que las personas trasladen por trochas los productos, aunque otros llamados “muleros” cruzan el río Táchira con las cargas a cuestas.
Con la moneda, la adquisición de bolívares en efectivo para dejarlos en Colombia y ganar mayor comisión con transferencias también ha buscado sus propias vías o “mulas”.
Cierre de sucursales
Frente a este panorama cambiario ilegal que se institucionalizó en el eje colombo-venezolano, el gerente de la aduana principal del Seniat en San Antonio del Táchira, Rafael Gómez Fajardo, adelantó que la sede del Banco “Banesco” en la localidad será clausurada por los embates que ha traído a la economía venezolana.
Sin embargo, se desconoce si dirigirán políticas contra las casas de cambio, cuya proliferación —solo en “La Parada— alcanza 45 establecimientos y en San Antonio 3, de acuerdo a cálculos propios.
El representante aduanero opinó que la fundación de una moneda binacional podría garantizar el flujo de una economía justa que beneficie a ambas naciones, tanto en el sector comercial, como en la consolidación de otros proyectos estructurales.
En Colombia sí hay
Rubros nacionales como harina de maíz, azúcar, café, arroz, leche, productos de aseo personal, granos, más otros cientos de enceres, son expuestos a granel en Colombia, mientras los anaqueles del Táchira lucen vacíos.
“Esa es la corrupción. Hay gente que viene a vender por unidad porque tienen necesidad, llegan a las 6:00 de la mañana y hacen colas. Pero lo que es por bulto, arroz, mayonesa, esas son cavas que llegan como a las 10:00 ú 11:00 de la noche. Venga para que vea cómo descargan las cavas. Los mismos guardias las pasan. Llegan los bultos, completicos sellados. Pase normal para que vea, preso lo ponen”, comentó Mariela Rodríguez, ciudadana venezolana que lleva más de 20 años residenciada en “La Parada”, donde tiene un negocio en el que vende todos los productos ausentes en los anaqueles tachirenses.
Al respecto el, Sargento Mayor en Primera del la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Luis Mauricio, jefe de Comisión de Equipos Móviles No Intrusivos de Rayos X del Comando Estratégico Operacional 1 (CORE 1), sentenció: “Si una persona dice eso que muestre las pruebas. Aquí dicen muchas cosas, pero que muestren las pruebas, que las muestren”.