Froilán Barrios, secretario ejecutivo de la CTV, dirigente del Partido Laborista, hace ver que, mientras que la elite dominante hoy en día en el poder, siendo entonces oposición, pregonaba que Rafael Caldera pecaba de neoliberal, al llevar a cabo una integración del salario, y que hasta entonces se caracterizaba por estar fijado en un mínimo, acompañado por una serie de bonos; Nicolás Maduro terminó siendo mucho más neoliberal aún, si se observa que el salario mínimo ha quedado pulverizado, y el único ingreso que tiene el venezolano son los bonos del Carnet de la Patria.
Enrique Meléndez
¿Se puede establecer un parangón entre los procesos electorales que ocurren en países como Bielorusia, Rusia y ahora en Venezuela?
-Partamos del hecho de que es el gran problema que está planteado en la oposición venezolana; pues el régimen, que tenemos, es como el Covit-19, y el antídoto que la oposición no ha logrado fabricar; bueno, pasa por eso; esto es, porque no se reconoce el origen ideológico de todos estos regímenes.
-El castrocomunismo; después de que perdió las elecciones Daniel Ortega en Nicaragua frente a Violeta Chamorro; o la corriente socialista, en su conjunto, se preparó estratégicamente, para más nunca perder una elección, estando en el poder. Porque se trata de una corriente ideológica, que parte de un principio: estamos ante una democracia burguesa; que en el fondo no abriga la verdadera libertad del hombre; sino que las masas de individuos son manipuladas por las elites gobernantes; aun cuando ellos hacen lo mismo, y peor.
-Entonces, todos los procesos electorales en los regímenes de corte socialista ha tratado de controlarlos y manipularlos la autocracia gobernante; para hacer creer ante el mundo, que en sus regímenes se vota en una forma libre y universal y, en el fondo, eso es manipular a la opinión pública, para mantenerse en el poder.
-En nuestro caso ha sido así desde que Hugo Chávez asumió la presidencia. Ha sido la denuncia que ha habido: que si con el referéndum revocatorio de 2004; que si con las elecciones presidenciales de 2006 y así sucesivamente, siempre ha estado presente la duda, a propósito de los resultados derivados de los eventos comiciales a lo largo de estos veinte años de regímenes chavo-maduristas.
-Esto que se está haciendo hoy en relación a las elecciones del próximo 6 de diciembre, es como si te llevaran amarrado, esposado y con una venda en los ojos, y se está viendo el control absoluto que tiene el Ejecutivo; donde abusa directamente de su poder, para promover las elecciones del 6 de diciembre; bajo la situación, además, de la intervención de algunos partidos políticos; cuando no, de la prohibición de otros.
-Y aquí voy a tu pregunta: evidentemente, el parangón que hay entre nosotros lo que acaba de pasar en Bielorusia salta a la vista; además, con lo que sucede en los procesos comiciales en la Rusia de Vladimir Putin, y más atrás todavía: no sé si tú recordarás aquéllos, que se hacían en la antigua Unión Soviética, y en donde aparecía una lista de supuestos opositores. Bueno, el Partido Comunista Ruso sacaba el 95% de los votos, y lo que era la elección del parlamento, era algo que ya estaba cantado; todas las curules pertenecían a la dirigencia incondicional del régimen.
-Incluso, lo que sucede con los procesos comiciales en Cuba; en especial, la elección del parlamento, además, que se trata de procesos que implican dos y tres vueltas; de modo que lo que resulta es, totalmente, un parlamento del Partido Comunista Cubano, y esto es lo que el régimen de Nicolás Maduro, cuyo manager está en La Habana; lo dirige desde Cuba, pretende hacer con esta elección y así cerrar el círculo: tengo controlado todos los poderes, al ganar el último, que sería la Asamblea Nacional.
¿Quiere decir que los ejemplos, que ponen los participantes de la Mesita de la Casa Amarilla, a propósito de salidas de regímenes autoritarios hacia gobiernos de transición por la vía del voto, constituyen casos excepcionales?
-Sí; por cierto, yo los llamo a ellos los de “la Mesita de Noche”; para diferenciarlos de otras Mesas de Diálogo. Sí, simplemente, ellos lo que están sirviendo no es sino de comparsa de todo lo que está haciendo el régimen. Yo lamento mucho, pues, cómo la dirigencia, por ejemplo, de un partido como el Movimiento Al Socialismo, ha enterrado todo lo que fue la trayectoria; además de los principios bajo los que nació esta organización. La ha enterrado con hacerle ese servicio al régimen.
-Porque, si bien es cierto que no está escrito en ningún estatuto de la historia; que todas las dictaduras caen, digamos, por una rebelión; que es la generalidad, por lo demás; los porcentajes de la historia hablan de que los jerarcas de estos regímenes hacen hasta lo imposible, para irrespetar las condiciones comiciales de un país. Entonces, la gente de la Mesita de Noche dice: bueno, hay que recordar lo que pasó en Chile con el plebiscito, que perdió Augusto Pinochet. Lo que pasó en Polonia.
-En efecto, eso pasó; pero bajo condiciones muy específicas. Así que no es la regla, en cuanto a lo que ha pasado en la historia. Es por eso que la propuesta que nosotros hemos estado haciendo; como Movimiento Laborista; que lamentablemente ni Guaidó ni ningún otro sector la ha tomado en cuenta, es la suspensión inmediata de las elecciones. Indirectamente, han venido abordando el asunto el Grupo de Contacto, la Unión Europea.
-Pero la suspensión inmediata de las elecciones es el centro de hoy; que le cambiaría el juego a Nicolás Maduro. Porque en política: tú puedes decir: bueno, hay fraude electoral. No, tú tienes que jugarle en los tiempos y en los lugares precisos, y en este momento hay que lograr que haya una suspensión de las elecciones; porque está presente con mucho acecho la pandemia del Covid-19; como la hambruna que padece nuestra población, a causa de la hiperinflación y escasez de alimentos; de modo que a lo que se debiera dedicar el Estado; incluso, el mismo gobierno interino de Juan Guaidó, es hacer un alto en sus diferencias, y llegar a un acuerdo para enfrentar, tanto a la pandemia, como a la hambruna en el medio venezolano.
-Imagínate tú en las condiciones en las que se presenta este proceso electoral; con un salario mínimo de un dólar, y con el temor de que el dólar termine costando 900 mil bolívares a finales de año; porque, además, como te decía, tenemos en acecho una pandemia que, según las estimaciones de la Academia de Ciencias, podemos llegar a 14 mil contactos diarios para el mes de diciembre. Eso no está pasando ni en el Africa y ni en Asia, y aquí en Venezuela tenemos ese doble coctel explosivo que está sufriendo la población.
-Ese es el foco central. No es ni la elección manipulada de Nicolás Maduro ni la consulta esa que está proponiendo Juan Guaidó; que me imagino que se trata de una especie de referéndum aprobatorio de su continuidad como presidente interino.
¿Qué opina del informe de la ONU; en el cual se le acusa a Nicolás Maduro de cometer crímenes de lesa humanidad?
-Las dictaduras desprecian esos informes. A mi me parece que se trata de un informe excelente, integral, desgarrador. Yo creo que la izquierda europea; que siempre anda con un romanticismo, con respecto a América Latina; que tiene como premisa el discurso sobre el imperio que, supuestamente, ha saqueado las riquezas de “la pobre” América Latina; que, de hecho, va a ser más pobre después de la pandemia; que esto se trata de una revolución antiimperialista; de acuerdo a lo que pregonan dirigentes como Pablo Iglesias en España y otros dirigentes de Italia, Francia y Alemania, debe haber quedado esa izquierda sin palabras.
-Ese informe de la ONU, en ese sentido, es brutal. Pone en evidencia lo que ellos niegan, y cuando esos informes salen a la luz pública, vienen a constituir una condenatoria. Yo recuerdo cuando Pinochet estaba en pleno apogeo, y la acusación que se le hizo; además de los 3 mil muertos que hubo, cuando cayó Salvador Allende, era la de criminal de lesa humanidad; porque persistió en una política de represión terrible y, a ese respecto, la ONU fue persistente en la denuncia, al levantar este tipo de informe, hasta que arrinconó a Pinochet.
-Y lo que se deriva de las revelaciones, que allí se hacen, es que permite que todos los organismos internacionales se vean obligados a reconocer estas situaciones de crímenes de lesa humanidad. De hecho, el Grupo de Contacto; donde hay muchos “panas” del régimen de Nicolás Maduro, ya está hablando de que las elecciones, tal como están propuestas, no son democráticas. Entonces, estos informes van a seguir arreciando; porque, según se ha dicho, Maduro ahora está persiguiendo, a quienes lo denunciaron ante la ONU.
-De manera que ese informe es totalmente positivo para la democracia. No, porque va a favor de determinado grupo político, sino que va a favor del pueblo venezolano; que está exigiendo que se le busque una salida democrática a este impasse histórico que nunca tuvo la historia política venezolana.
¿Qué ha pasado, a su juicio, con respecto al anuncio de un nuevo aumento salarial, cosa que no ha sucedido?
-En 1997, cuando entonces el salario mínimo se ubicaba en 15 mil bolívares; había un salario integral, que se ubicaba en 90 mil bolívares; es decir, el salario mínimo era de 15 mil bolívares y el resto eran bonos. Finalmente, a raíz de la reforma a la Ley Orgánica del Trabajo, durante el gobierno de Rafael Caldera, se sumó todo eso y se llevó a salario.
-Entonces, el salario mínimo de 15 mil, pasó a ser de unos 100 mil bolívares. Yo siempre recurro a la historia nuestra; aun cuando no haya analogía. Yo recuerdo que los que están hoy en día en el poder, entonces calificaban a Rafael Caldera de neoliberal; ya que, a juicio de esta gente, había bonificado el salario.
-¿Qué es lo que ha hecho Nicolás Maduro? Maduro es la receta neoliberal más brutal del mundo. Porque él sí ha transformado el salario en bonos, y que no le llegan a todos los trabajadores. Acá en este caso han pulverizado por completo el salario, y todo es bonos: el Bono de la Patria, el Bono Libertador, el Bono Quédate en Casa, y así por el estilo.
-A tal extremo que el salario mensual es un dólar, y lo que han recibido los trabajadores, el 95% son bonos, y a los que tú accedes, si tienes el Carnet de la Patria en algunos casos; de manera que ha desparecido el salario de los trabajadores, y esto a Maduro le resulta; porque no tienen ninguna incidencia en las prestaciones sociales; que también han desaparecido; porque han quedado pulverizadas.
-Todo esto ha sido en medio de una maniobra paradójica por parte del gobierno, sobre todo, en el sector público; con la Resolución 2792; promovida en octubre de 2018; que suspendió todos los contratos colectivos en dicho sector. Entonces, cuál es el resultado del “paquetazo” de Maduro, que se implantó en 2018, y donde se estableció que el salario mínimo iba a ser de 30 dólares; es decir, el equivalente a medio petro.
-Si fuera así, el salario mínimo fuera hoy en día de unos 11 millones de bolívares, y aún se quedaría muy corto, para comprar la canasta alimentaria. La realidad es que son 400 mil bolívares; que es el salario real: porque el bono alimentario no es salario.
¿Qué soluciones habría para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, a su juicio?
-Yo creo que, en medio de esta pandemia, hay varios elementos que hay que visualizar el futuro del trabajador venezolano; el trabajo post-pandemia. Claro, hay que verlo desde ahora. Uno, tiene que ver con la atención por parte del Estado, precisamente, para el control del Covid-19; lo que significa: el derecho a la vida. Ese es el elemento central.
-En segundo lugar, reflotar el poder adquisitivo. Es un insulto a los trabajadores seguir bonificando el ingreso del venezolano, y no reconocer que, por lo menos, cumpla los 30 dólares. Porque hoy el salario mínimo debería ser acorde el artículo 71 de la Constitución, esto es, el equivalente a 70 millones de bolívares; que son los 200 dólares que representa el tener acceso a un ingreso digno. -Lo otro también es que debe reconocerse que la pandemia ha cambiado el mundo del trabajo, y ha desplazado a millones de personas y no sólo en Venezuela, sino también en el mundo entero, a nuevas formas de ganarse la vida; empezando por el tele-trabajo; cuya legislación ya debería comenzar a plantearse. Los trabajadores peor castigados con este flagelo de la pandemia son los venezolanos; muy capacitados, para manejar la tecnología; con mucho conocimiento. Pero son tratados como esclavos por las multinacionales; sobre todo, en el área del tele-trabajo y es por eso que se necesita que la Asamblea Nacional se aboque a legislar una ley al respecto, y que protegería a muchos venezolanos, que se desempeñan en esta área.