“La credibilidad de las instituciones juega un papel importante para estabilizar la economía”, resalta el profesor titular en la Universidad de Santiago de Chile
Enrique Meléndez
José Noguera Santaella es matemático con doctorado en economía. Ejerció diversos cargos en la administración pública de Venezuela. Ha desarrollado gran parte de su carrera profesional como profesor e investigador en universidades de Estados Unidos y Europa. Actualmente, se desempeña como profesor titular en la Universidad de Santiago de Chile.
Noguera Santaella afirma que todos los países, que han padecido de situaciones hiperinflacionarias, han tenido que apelar al programa de estabilización, que se aplicó en Alemania durante la década de 1920, cuyo fundamento se basa en la credibilidad, que pueda tener en la sociedad.
“La experiencia alemana nos muestra como la credibilidad de las instituciones juega un papel tan fundamental en la política. Durante los 20 años de los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro se le han quitado ocho ceros a la moneda, y la inflación sigue campante”, indica mediante videoconferencia ofrecida a través de sus cuentas personales en las redes sociales.
La inflación es una mala señal económica, ya que indica que las ventas están cayendo de una forma generalizada»
Explica que la inflación se trataba de un fenómeno, que comenzó a partir del siglo XX, ya que en los siglos anteriores los precios no subían o no lo hacían con frecuencia porque también bajaban.
Agrega que la inflación es una mala señal económica, ya que indica que las ventas están cayendo de una forma generalizada y auguran un mal futuro.
“Antes de 1900 la inflación era un caso extraño porque los países estaban atados a algún patrón, basado en algún metal. En el caso del patrón oro, este consistía en que las monedas que circulaban estaban hechas de oro”.
“Pero, con la invención del billete bancario, las monedas dejaron de circular. El patrón oro permitía mantener la inflación a raya. Porque si los bancos imprimían mucho dinero, una corrida financiera podía llevarlos a la bancarrota”,
En ese sentido, Noguera Santaella considera que la hiperinflación es un caso extremo de inflación, y que ocurre cuando en un período de doce meses consecutivos, la tasa de inflación mensual es igual o mayor a 50%.
Durante esa etapa los índices de precios durante varios meses asumieron proporciones astronómicas»
Agrega que los primeros episodios de hiperinflación, que se comenzaron a conocer en el mundo, fueron los de Alemania, Austria, Hungría y Polonia, y que de estos cuatro, Alemania fue el más espectacular.
Las características de la hiperinflación
“La más antigua y, quizás, la mejor documentada de la historia fue la de Alemania, sobre todo, porque las políticas, que adoptó el Estado para salir de esa situación. Estas han servido de base para detener ipso facto otros episodios de hiperinflación más recientes”.
Noguera Santaella señala que durante esa etapa los índices de precios durante varios meses asumieron proporciones astronómicas y que, de igual forma, la hiperinflación se detuvo abruptamente.
Indica que esta se detuvo a partir de un cambio dramático en la política fiscal, lo cual también ayudó a los Estados que presentaron este flagelo. Admite que los procesos de hiperinflación, que se han visto, tienen características propias.
La naturaleza de las drásticas medidas fiscales y monetarias, que se adoptaron para acabar con la hiperinflación»
“La política fiscal en cada una de las hiperinflaciones era la misma, y en cada uno de los países existía un enorme déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Es decir, en la cantidad de monedas extranjeras, principalmente, libras esterlinas y dólares, que salían”.
“La cifra era superior a las que entraban. La naturaleza de las drásticas medidas fiscales y monetarias, que se adoptaron para acabar con la hiperinflación, siempre fueron las mismas: los precios y el tipo de cambio se estabilizaron repentinamente”.
Afirma Noguera Santaella que en cada caso los países comparten el aumento de la oferta monetaria de alto poder en moneda local en los meses y años posteriores al final de la hiperinflación.
Dinero sin respaldo
“Al final de la Primera Guerra Mundial las monedas de Hungría, Austria, Polonia y Alemania no tenían ningún respaldo. Aun cuando esos países acudieron a la impresión de dinero para financiar el déficit en una escala tal que condujo a una depreciación de la moneda en proporciones espectaculares. El marco alemán vino a estabilizarse en un billón de “papier” por cada marco de oro. Esto significa que se estabilizó en un uno seguido de doce ceros de “papiermark” o marcos de oro”.
Cuando un país está bajo el patrón oro, su gobierno emite billetes y una deuda a más largo plazo»
Según Noguera Santaella, las hiperinflaciones terminaron restaurando la convertibilidad de cada una de esas monedas al dólar o su equivalente en oro. De allí la importancia de tener en cuenta la naturaleza de las restricciones, que la adherencia al patrón oro impone a un gobierno.
“Teniendo presente que, cuando un país está bajo el patrón oro, su gobierno emite billetes y una deuda a más largo plazo, la cual promete convertir en oro bajo ciertas condiciones”.
Hace ver que los billetes tienen que estar respaldados por una adecuada política presupuestaria, a propósito de los ingresos y la recaudación fiscal. Ello a objeto de que se pueda mantener la confianza en la moneda de curso. Por lo general, cuando hay un cambio en la estrategia de la política del gobierno, las empresas y las personas también actúan, cambiando sus actitudes y sus patrones de consumo.
“Esta discusión sobre los cambios de regímenes de política es importante; porque en la estrategia para controlar repentinamente un episodio de hiperinflación tiene todo que ver con un cambio creíble”.
en Alemania todo comienza en 1923, cuando se marca una de las inflaciones más altas de la historia»
La hiperinflación alemana
Según Noguera Santaella, en Alemania todo comienza en 1923, cuando se marca una de las inflaciones más altas de la historia. En 1922 el billete de más alta denominación era el de 52 mil marcos, ya para 1923 era de cien billones, es decir, era de cien millones de millones de marcos.
“Esto llevó a situar los antecedentes de lo que fue la constitución del nuevo Estado alemán en la geografía europea; un Estado, que iba a tener entre sus características, el contar con una moneda propia, y la cual tenía como patrón el oro, para pasar a llamarse el marco de oro”.
“Cuando se genera la Primera Guerra Mundial en 1914, se producen corridas de bancos, y el 31 de julio el Banco Central de Alemania suspende la convertibilidad del oro. Deja de cambiar sus billetes por oro, mientras emite una nueva moneda, que llama también marco. Pensando que sería un episodio bélico corto, Alemania decide financiar la guerra, endeudándose, en vez de recaudar impuestos como hicieron otros países”.
Indica que en 1920 la tasa de inflación aumenta en 262%, mientras se triplica el precio del dólar
Explica que Alemania calculó mal, en ese sentido, pues la guerra resultó más larga, de lo que esperaba. Aparte de que fue derrotada, lo que dio lugar a que se llevara a cabo un cambio de gobierno.
“Viene a gobernar el partido social demócrata, mientras Alemania es obligada por los países, con quienes había sostenido la guerra, a pagar las reparaciones por los daños ocasionados, a ese respecto, y que se le exigió un pago inicial de 20 mil millones de marcos de oro. Estos debían ser pagados en oro y en especies como ganado y minerales. Aparte de que se estableció una comisión de reparaciones, que debía hacerle seguimiento a los pagos de Alemania”.
Indica que en 1920 la tasa de inflación aumenta en 262%, mientras se triplica el precio del dólar, y que es cuando más los países demandantes le exigen el pago a Alemania de las reparaciones de la guerra.
“Los gastos de reparación representaban la mitad del ingreso por impuesto del gobierno alemán. Entre 1919 y 1922 Alemania realizó pagos correspondientes, que representaban alrededor del 10% de su ingreso nacional, y una cantidad equivalente al 80% de sus exportaciones, lo cual no era factible recaudar sólo con impuestos. Esto indujo al gobierno entre 1919 y 1923 a incurrir en déficits fiscales recurrentes”.
Las dificultades económicas le hicieron muy difícil a Alemania cumplir con los compromisos»
Noguera Santaella señala que, en ese sentido, se pasó a imprimir dinero, para cubrir esos déficits fiscales. De modo que ya para 1923 la tasa de cambio se devalúa fuertemente y la inflación sube a 4 mil por ciento. Las dificultades económicas le hicieron muy difícil a Alemania cumplir con los compromisos, lo que comenzó a originar incomodidades en los países aliados.
De modo que ya para diciembre de 1922 Alemania se declara incapaz de cumplir con esos compromisos, y esto trae como consecuencia el que aumente la presión sobre su Estado, al punto de que se dan intentos de ocupación de sus complejos industriales por parte de los aliados.
“El gobierno alemán comienza a apoyar a sus trabajadores, imprimiendo dinero, para poder cancelarle sus salarios; comprometiendo la estabilidad financiera del país. La cantidad de marcos en papel en circulación comenzó a aumentar dramáticamente ese año, y la inflación mensual, que había alcanzado 28 % en diciembre de 1922, subió a 89 % en enero de 1923 y a 110 % en febrero de ese año”.
La demanda de billetes era tan grande, que había 133 empresas con más de 1.783 imprentas y treinta fábricas de papel»
Explica que esto llevó a las autoridades a vender grandes cantidades de oro, para estabilizar el marco de papel, lo que ocasionó una deflación de 17 % en marzo, pero una inflación de 7 % en abril. Solo que a esa altura ha perdido una gran cantidad de sus reservas internacionales de oro, y la economía converge en hiperinflación. Así que a partir de mayo la depreciación del marco de papel y la inflación se aceleran, alcanzando una tasa de inflación mensual de 30 mil por ciento en octubre de 1923, lo que equivale a 20 % diario. Los precios se duplicaban cada cuatro días.
Ilustra la situación que se presenta en el mercado en un país con hiperinflación, donde los precios suben de una hora a la otra. Y en la cual la demanda de billetes era tan grande, que había 133 empresas con más de 1.783 imprentas y treinta fábricas de papel, trabajando 24 horas para imprimir los billetes que necesitaba el gobierno.
“El gobierno impuso controles de cambio, intentando detener los precios. Pero todo fue inútil. Un punto importante es que entre enero de 1922 y agosto de 1923 los precios crecieron 25.723 veces, y la cantidad de dinero circulante creció 5 mil 748 veces”.
Al final del período hiperinflacionario la tasa de cambio y los precios subían tan a la par que cualquier rigidez en la economía»
“Lo interesante aquí es observar que los precios crecieron mucho más que la cantidad de dinero, porque los alemanes estaban evitando usar marcos de papel, para tener moneda dura. (…) Al final del período hiperinflacionario la tasa de cambio y los precios subían tan a la par que cualquier rigidez en la economía, había desaparecido”.
Señala que en noviembre de 1923 una rodaja de pan costaba 428 mil millones de marcos de papel y un kilo de mantequilla costaba casi seis billones; que durante todo el período hiperinflacionario hasta 1924 los precios llegaron a subir 1 billón de veces.
Hacia finales de 1923 un nuevo gobierno decide establecer un plan de estabilización. Varias medidas que tomaron, lo permitieron. Primero, en octubre se da por terminada la resistencia pasiva; segundo, una nueva legislación le permite al gobierno suspender la Constitución, si el interés económico, así lo requería. Tercero, en enero de 1923 el gobierno emite deuda por 500 millones de marcos de oro en billetes de pequeña denominación”.
Al Banco Central de Alemania se le impusieron limitaciones para imprimir el marco alemán., y allí comenzó la disciplina fiscal»
Indica que asimismo se aprobó una reforma monetaria, que creó una nueva moneda; que fue aceptada por los alemanes; de modo que llegó un momento en que los precios se detuvieron e, incluso, bajaron en 1924; siendo, a su juicio, lo que hizo en la práctica el gobierno fue cortarle doce ceros a la moneda.
¿Por qué este plan funcionó?
Hace ver Noguera Santaella que se produjo un cambio del banco central de Alemania, y al cual se le impusieron limitaciones para imprimir el marco alemán. De modo que por ahí comenzó la disciplina fiscal, y la que se cumplió al pie de la letra.
“Esta medida obligó al gobierno a tener un presupuesto balanceado, es decir, a financiar sus gastos con impuestos, para lo cual debieron aplicar una drástica reforma fiscal. En octubre de 1923 el gobierno reduce su personal en 25 %. Todos los trabajadores por contrato cesaron y a los mayores de 65 años se les jubiló. En enero de 1924 hubo una nueva reducción de 10 % de los empleados públicos. Adicional a esto, los países aliados accedieron a renegociar los gastos de las reparaciones”.
Afirma que usualmente uno esperaría que una disminución de la cantidad de dinero en circulación disminuya la tasa de inflación y aumente el desempleo; pero que eso no ocurrió, y la estabilización vino acompañada más bien con un aumento en la producción y un aumento en el empleo,
El banco central alemán se convirtió en el paradigma por excelencia de un banco central conservador en el control de la inflación»
Aquí Noguera Santaella se pregunta que por qué no se deprimió la economía alemana, mediante la aplicación de este programa de estabilización. Responde que la clave fue que hubo credibilidad por parte del pueblo alemán sobre lo que el gobierno estaba haciendo.
“La experiencia alemana nos muestra como la credibilidad de las instituciones juega un papel tan fundamental en la política. Durante los 20 años de los regímenes de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro se le han quitado ocho ceros a la moneda, y la inflación sigue campante”.
“Asimismo hicieron durante los reiterados gobiernos en los períodos de hiperinflación en Sudamérica. La diferencia está en que esos gobiernos no eran creíbles ni sus acciones dan señales contundentes de un cambio efectivo en la política”.
“Una vez finalizado el período de la hiperinflación, los alemanes quedaron sicológicamente tan afectados, que el banco central alemán se convirtió en el paradigma por excelencia de un banco central conservador en el control de la inflación”.